- Se da cuenta que la mayoría de los malos comportamientos de otras personas realmente vienen del miedo y la ansiedad - en lugar de, como generalmente es más fácil de presumir, maldad o idiotez. Libera su agarre a la superioridad morla y deja de pensar que el mundo está poblado de monstruos o tontos. Esto hace las cosas menos blanco y negro al comienzo, pero con el tiempo, mucho más interesantes.
- Aprende que lo que está en su cabeza no puede ser comprendido automáticamente por otras personas. Se da cuenta que, desafortunadamente, tendrá que articular sus intenciones y emociones con el uso de palabras - y no puede culpar a los demás por no entender lo que quiere decir hasta que ha hablado calmadamente y claramente.
- Aprende que - de forma sobresaliente - algunas veces hace las cosas mal. Con inmenso coraje, da sus primeros pasos tambaleantes hacia (de vez en cuando) disculparse.
- Aprende a ser seguro no al darse cuenta que usted es maravilloso, sino al aprender que todos los demás son tan estúpidos, miedosos y están perdidos como usted. Todos lo estamos tratando a medida que avanzamos y eso está bien.
- Deja de sufrir del síndrome del impostor porque puede aceptar que no hay tal cosa como alguien legítimo. Todos estamos, en diversos grados, intentando actuar un papel mientras mantenemos nuestras locuras y lados caprichosos a raya.
- Perdona a sus padres porque se da cuenta que ellos no lo pusieron en esta tierra apra insultarlo. Ellos estaban simplemente fuera de su profundidad y luchando con demonios propios. El enfado se convierte, en momentos, en compasión.
- Aprende la influencia enorme de las así llamadas "pequeñas" cosas en el estado de ánimo: la hora de sueño, azúcar y niveles de alcohol en la sangre, grados de estrés, etc. Y como resultado, aprende a nunca traer un problema importante y polémico con un ser querido hasta que todos estén bien descansado, nadie esté borracho, haya comido bien, nada más lo está alarmando y no está corriendo a alcanzar el tren.
- Se da cuenta que cuando las personas cercanas lo molestan, o cuando son desagradables y vengativos, usualmente no están solo tratando de irritarlo, tal vez están tratando de obtener su atención de la única forma que saben. Aprende a detectar la desesperación detrás de los momentos menos impresionantes de su ser querido - y, en un buen día, los interpreta con amor más que juzgarlos.
- Renuncia a enojarse. Si alguien lo hiere, no almacena el odio y el daño por días. Recuerda que pronto morirá. No espera que otros sepan lo que está mal. Les dice directamente y si ellos lo comprenden, los perdona. Y si no, de otra manera distinta, los perdona.
- Se da cuenta que debido a que la vida es tan corta, es extremadamente importante que trate de decir lo que realmente quiere decir, enfocarse en lo que realmente quiere y decirles a aquellos que quiere que le importan inmensamente. Probablemente a diario.
- Deja de creer en la perfección en casi todas las áreas. No hay personas perfectas, trabajos perfectos ni vidas perfectas. En cambio, te orientas hacia una apreciación de lo que es - para usar la frase ejemplar del psicoanalista Donald Winnicott) "suficientemente bueno". Se da cuenta que muchas cosas en su vida son a la vez frustrantes - y aún así, en muchas formas, eminentemente lo suficientemente buenas.
- Aprende las virtudes de ser un poco más pesimista respecto a cómo las cosas resultarán - y como resultado, emerge como un alma más calmada, paciente y flexible. Pierde algo de su idealismo y se vuelve una persona menos irritante (menos impaciente, menos rígida, menos enfadada).
- Aprende a ver que las debilidades de carácter de todos están vinculadas con fortalezas como contrapeso. En lugar de aislar sus debilidades, mira el panorama completo: si, alguien es más bien pedante, pero también es hermosamente preciso y una roca en momentos de agitación. Si alguien es un poco desordenado, pero al mismo tiempo brillantemente creativo y muy visionario. Se da cuenta (verdaderamente) que la persona perfecta no existe - y que cada fortaleza se marcará con una debilidad.
- Aprende las virtudes del compromiso. Aprende a sentirse cómodo en ciertas áreas - y reconoce que está siendo maduro en lugar de débil cuando lo hace. Puede estar junto a alguien principalmente por los niños, o porque teme estar solo. Puede tolerar algunos inconvenientes porque sabe que una vida libre de fricción es un espejismo.
- Se enamora un poco menos fácilmente. Esto es dificil, de alguna manera. Cuando era menos maduro, podía desarrollar un enamoramiento en un instante. Ahora, está agudamente consciente de que todo el mundo, sin importar lo externamente encantador o dotado, será un poco pesado de cerca. Desarrolla lealtad a lo que ya tiene.
- Aprende que es - sorprendentemente - una persona bastante difícil con la que vivir. Derramó algo de su sentimentalismo anterior hacia sí mismo. Entra en amistades y relaciones ofreciendo a otros amables advertencias sobre cómo y cuándo puede ser desafiante.
- Aprende a perdonarse a sí mismo por sus errores y estupidez. Se da cuenta la auto-absorción infructuosa involucrada en simplemente auto-castigarse por los errores pasados. Se vuelve más amigo de sí mismo. Por supuesto que es un idiota, pero aún es uno adorable, como lo somos todos.
- Aprende que parte de lo que la madurez involucra es hacer las paces con las partes obstinadamente infantiles de sí mismo que siempre permanecerán. Deja de tratar de ser un adulto en cada ocasión. Acepta que todos tenemos momentos regresivos - y cuando el niño interior de dos años asoma su cabeza, lo saluda generosamente y le da la tención que necesita.
- Deja de poner mucha esperanza en grandes planes para la clase de felicidad que espera puede durar años. Celebra las cosas pequeñas que van bien. Se da cuenta que la satisfacción viene en incrementos de minutos. Está encantado si un día pasa sin mucho de qué preocuparse. Se interesa más en las flores y en el cielo al atardecer. Desarrolla un gusto por los pequeños placeres.
- Lo que la gente en general piensa sobre usted deja de ser una preocupación. Se da cuenta que las mentes de otros son lugares confusos y no se esfuerza tanto para pulir su imagen a los ojos de los demás. Lo que cuenta es que usted y uno o dos más están bien con que usted sea usted. Renuncia a la fama y comienza a confiar en el amor.
- Mejora en escuchar retroalimentación. En lugar de asumir que cualquiera que lo critique está ya sea tratando de humillarlo o cometiendo un error, acepta que puede ser una idea considerar algunas cosas. Comienza a ver que puede escuchar una crítica y sobrevivir a ella - sin tener que ponerse su armadura y negar que hubo alguna vez un problema.
- Se da cuenta del grado en el cual tiende a vivir, día a día, en gran proximidad a ciertos problemas y asuntos. Recuerda - cada vez más- que necesita tomar perspectiva sobre las cosas que le causan dolor. Toma más caminatas en la naturaleza, puede conseguir una mascota (ellos no se preocupan como usted) y aprecia las galaxias distantes sobre nosotros en el cielo nocturno.
- Deja de ser tan fácilmente provocado por el comportamiento negativo de las personas. Antes de enfurecerse o enfacarse o disgustarse, hace una pausa para preguntarse lo que puede realmente haber significado. Se da cuenta que puede ser una ruptura entre lo que alguien dijo y lo que inmediatamente asumió que significaba.
- Reconoce como su pasado personal colorea su respuesta a los eventos - y aprende a compensar las distorsiones que resultan. Acepta que, debido a cómo se dio su niñez, tiene una predisposición a exagerar en ciertas áreas. Sospecha de sus primeros impulsos frente a temas particulares. Se da cuenta - algunas veces - de no ir con sus emociones.
- Cuando comienza una amistad, se da cuenta que la otra persona no quiere principalmente conocer sus buenas noticias, tanto como ganar una comprensión de sus problemas y preocupaciones, así pueden a su vez sentirse menos solitarios con los dolores de sus propios corazones. Se hace mejor amigo porque ve que la amistad se trata realmente de compartir vulnerabilidad.
- Aprende a calmar sus ansiedades sin decirse a si mismo que todo estará bien. En muchas áreas no lo estará. Construye una capacidad para pensar que incluso cuando las cosas van mal, son ampliamente sobrevivibles. Se da cuenta que siempre hay un plan B; que el mundo es amplio y que siempre se pueden encontrar algunas almas bondadosas y que las cosas más horribles, son al final, soportables.
Book of Life
CAPITULO 3. AUTO-CONOCIMIENTO: CRECIMIENTO & MADUREZ
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