Una frase: “hay una grieta en todo, es a
través de ella por donde pasa la luz”
Intentamos tapar esas grietas y es
precisamente por allí por donde pasa la luz.
Las pérdidas son algo que nos convoca a
todos. Todos hemos experimentado el perder algo que no queremos perder.
Una gran conversación: ¿Cómo abrazamos esas pérdidas?
Muchos procesos de coaching tienen
relación con caminar el viaje de lograr abrazar pérdidas que tenemos.
¿Cómo mirar y entender ese lugar vulnerable
y frágil?
Cada uno de nosotros abraza las pérdidas
de manera única. Sin embargo, hay algunos movimientos comunes,
que suelen ocurrir en los procesos de duelo y de pérdida.
Conectarnos con el espacio de la pérdida
significa acercarnos a sensaciones de dolor.
Es difícil ponerle nombre a esa pérdida,
a esa vulnerabilidad… le ponemos otros nombres…
Es fundamental que podamos conectarnos
con la pérdida como fenómeno humano.
Hemos aprendido a vivir los espacios de
pérdida de manera única.
¿Cómo acompañamos estos procesos? Son
acompañamientos únicos y especiales.
¿Qué podemos escuchar allí?
Parte del movimiento que podemos escuchar
y que tiene que ver con nuestra experiencia es la Negación. Algo ocurre, es importante para mí…
Los seres humanos tenemos muchas
estrategias para tener la ilusión de que esa sensación que estoy viviendo puede
desaparecer.
Intentamos dar explicaciones, para
desconectarnos del hecho de que eso que era importante para mí, desapareció o va a
desaparecer.
Hay explicaciones intelectuales, como
cuando perdemos una relación que nos importa. Que “la relación no iba para ningún lado”, que “esto iba a terminar de todas formas”.
Parte de lo que nos constituye como
humanos, son los espacios lingüísticos. Las explicaciones nos cuidan de
entregarnos a lo que duele, mirarlo de frente, de conectar con un lugar de dolor.
Necesitamos escucharlas como un lugar muy
sano. Negamos porque es una manera de
cuidarnos.
Como Coaches, darnos cuenta de que como
seres humanos, esta etapa es realmente importante y acompañar el mundo
explicativo de esta persona.
Otro movimiento que podemos esperar,
cuando frente a esto que yo pierdo, me conecto con el espacio de la Rabia, Ira, Enojo… todo lo que tiene
que ver con oponerme a lo que está pasando.
Es un espacio muy natural, en la forma en
que los seres humanos nos enfrentamos a las pérdidas. Oponernos, buscar
responsables… como una manera de poder sostenernos en el dolor que nos produce
la pérdida.
La sensación de injusticia y de rabia, por
cómo pasaron las cosas y porqué es tan injusto, algo que no debería haber
pasado.
Es una descarga de energía necesaria y
como Coaches debemos saber escucharlo, es importante que ocurra. Muchas veces
no tenemos con quién conversar desde ese lugar…
El espacio de una sesión de coaching es un lugar
fundamental, para que la persona se tome el tiempo necesario para poner afuera todo
lo que necesite.
Las pérdidas habitan en nuestro cuerpo,
por eso no tienen unas lógicas lineales que podamos entender. La persona debe
tener permiso de expresarse.
Los dos movimientos, Negación y Rabia, pueden estar ocurriendo al mismo tiempo.
Parte de lo que ocurre es que muchas de
nuestras pérdidas comienzan a estar vinculadas con nuestras pérdidas
anteriores. Podemos tener reacciones “sobredimensionadas” a eventos, es porque
se empiezan a tocar otras pérdidas. Empiezan a salir de la transparencia más
cosas que son importantes para nosotros.
Otro movimiento frente a las pérdidas es
el espacio como de la Negociación, del Regateo…
y “si yo le hubiese dicho”… o “si yo hubiese hecho esto”… o “si le hubiera pedido perdón”…
Tener esta conversación es una manera de
tener una ilusión, de ponerle pausa a la conexión con el dolor… “qué hubiese pasado si”… te saca del
presente…
Muchos, en los momentos de pérdida,
comenzamos a tener una conversación que nos pone como responsables… y de alguna
forma nos acerca a la culpa… Es otra forma de caminar más lentamente… para acercarnos
a la experiencia de esto que estamos perdiendo, de esto que ya no va a estar.
Aprender a escuchar el regateo o la
negociación, es como un auto-reclamo. Es tener la ilusión de que si hubiéramos
hecho algo distinto, a lo mejor esto no hubiese pasado.
Otro movimiento tiene que ver con la Tristeza frente al proceso.
A los seres humanos nos da mucho miedo
entrar a ese lugar… imaginamos que si entramos es posible que no salgamos de
allí… puede ser algo muy difícil…
¿Cómo acompañar la tristeza, el dolor o
las lágrimas? Es esencial permitir que el cuerpo haga lo que necesita hacer. El
movimiento de la Tristeza honda en
los procesos de pérdida o de duelo es necesario para poder acceder a un espacio
de sanación.
La tristeza es la conexión con lo que nos
importa, es una de las maneras en las que honramos lo que nos importa, a la
gente que amamos y deja de estar, amamos nuestra salud, las relaciones que
tuvimos y perdemos… es el proceso que nos permite dimensionar lo grandioso y lo
importante que ha sido eso por lo que estoy derramando las lágrimas.
La tristeza es un lugar ceremonial donde
honramos lo que perdimos y expresamos lo que eso significa para nosotros. El camino no es pasar por el ladito de la
tristeza… o pasar rapidito… Al hacer esto, no permitimos que el cuerpo haga lo
que tiene que hacer: Conectarse con la tristeza y honrar lo que tiene sentido y
es maravilloso para nosotros en la vida.
El siguiente movimiento es el de Aceptación… no es necesariamente que me
gusta lo que ha pasado, que esté cerrado y finalizado…
La manera lineal de ver los procesos ontológicos
humanos no nos permite darnos cuenta de cómo volvemos circularmente… no hay proceso de pérdida que tenga un punto final.
La aceptación no es un punto de llegada…
es un lugar en el cual puedo abrazar con mayor paz lo que ocurrió…
Puedo decir: “no está, lo extraño profundamente, lo voy a recordar muchos momentos en
mi vida, me voy a conectar con el profundo deseo de que esté al lado mío y sin
embargo puedo continuar con mi vida, seguir eligiendo y decidiendo qué quiero
para mi vida.”
No quiere decir que esté chuleado, el
proceso que significa que el otro no esté…
El Coach aprende a acompañar a las personas en procesos que no tienen un punto final. Pueden llegar nuevamente momentos de Rabia, Negociación, Tristeza… Aceptación…
El acompañamiento en los procesos de pérdida no es lineal. Todos los movimientos son necesarios para
el cuerpo.
Como Coaches necesitamos revisar nuestros
procesos de duelo.
· ¿Cuál es mi manera de abrazar mis procesos de duelo?
· ¿Cómo es la manera en que abrazo el perder algo que no quiero
perder?
Darnos permiso de saber que en algún
momento pueden seguir pasando cosas, sentires en relación a este proceso de
pérdida.
¿Cómo puedo estar con eso que está
pasando? Acompañar ese lugar en el que el Coachee está. Sin esperar que la
persona esté en un lugar determinado…
En esos momentos de pérdida, lo más
importante es sentirse profundamente
escuchados. Las personas que nos aman no saben muy bien cómo pueden acompañarnos…
escuchamos frases como “hay que ser
fuerte”, “todo pasa por algo”, “todo va a estar bien”, “vas a tener un aprendizaje”… en un
primer momento, cuando estamos conectados con esta pérdida, lo que en realidad
necesitamos es poder tener una conexión
profunda con otro ser que pueda estar ahí con lo que nosotros estamos, no
necesitamos que nos saquen de allí, no necesitamos una solución, necesitamos
sentirnos conectados, sentirnos menos solos.
Hay sensación de vacío y soledad,
necesitamos sentirnos escuchados. Este
es el gran regalo que los espacios de coaching pueden ofrecer. No hay
ningún lugar al que llegar como Coach…
Permitir las lágrimas, dejar que el
cuerpo se exprese realmente. Llorar es un espacio de energía animal. El cuerpo
aprende a estar muy restringido. Hay espacios momentos para poder expresar…
Confiar en que si la persona pudo llorar… no hay necesidad de hablar.
· ¿La escucha no tiene que ver con el amor?
· ¿Qué se requiere para diseñar espacios de escucha? Para sentarse
con otras personas a llorar juntas cuando se tienen tristezas profundas?
· ¿Cómo vivir las tristezas más grandes en soledad?
· ¿Cómo vivir las tristezas más grandes en soledad?
Hemos aprendido a vivir nuestra tristeza
en pudor, para que no sea vista.
El
coaching puede generar ese lugar de intimidad, donde el coachee tenga la
experiencia de compañía. Cada proceso es único y
es individual.
¿Cómo vivenciamos lo que nos importa?
¿Cómo nos aferramos a lo que amamos y le
damos sentido?
Nos permite ver-conocer al Coachee en dos
aspectos:
(1) Ser “ser humano” – a partir de lo que
te cuenten
(2) ¿Qué lo mueve, qué tiene propósito y
sentido para él?
Los seres humanos necesitamos contar,
necesitamos decir, muchas veces con mucho detalle… necesitamos poder honrar lo
que pasó, una de las formas es relatar las historias compartidas y repetirlas.
Como Coaches necesitamos abrir los
espacios para que cuenten sus historias con todos los detalles, una y otra vez…
comprenderlo como la manera de honrar lo que sienten, darle valor… poder
escuchar que eso es una belleza.
La necesidad de traer a la memoria
recuerdos, sensaciones, lo que nos gustaba y lo que no nos gustaba. Como una
manera de generar un ritual desde la
palabra y poner en el mundo todo lo valioso que eran para nosotros. Necesitamos generar el espacio para que
eso pase. Un espacio donde poder dejar ir.
Como Coach “no estás solo”, ese lugar
donde está, está bien, es el lugar necesario, es donde tiene que estar.
Hemos visto 5 movimientos y espacios de
escucha para el Coach, es lo que vamos a estar escuchando cuando acompañamos
estos procesos de pérdidas.
Vivimos
procesos de pérdida en los cambios.
Elegir que queremos que suceda algo en
nuestra vida implica que cerremos otras etapas, que dejen de existir otras
cosas. Implica despedidas a lugares de pertenencia, de vínculo, de identidad.
Reconocer
que cambiar significa perder, que hay cosas que van a dejar de estar. Muchas veces lo que viene es maravilloso, pero también implica
una pérdida.
Nos movemos, vamos cambiando, elegimos,
nos tomamos un momento en decir estoy feliz con el cambio y sin embargo esto ha
significado… extrañar, dejar de hacer, soltar…
Conquistar algo significa perder algo
más. Es muy importante escuchar este espacio cada vez que se trata de
conquistas. ¿De qué nos vamos a
despedir?
Darle espacio, honra y conexión a muchas
cosas que tienen que ver con nuestra historia y elecciones pasadas.
Dos miradas:
(1) Cuando la vida nos arrebata algo que
no deseamos, algo que no esperábamos que tiene que ver con cosas que no
queremos perder. Generalmente tenemos una ilusión de control… lo más conmovedor
para nosotros no está en nuestras manos, esto nos pone en un espacio de
fragilidad y vulnerabilidad
(2) La otra mirada, es saber que cambiar
significa perder. Cada elección ha significado renunciar, perder algo para
hacer ese camino. Movernos significa perder…
¿Cómo en nuestro linaje hemos transitado
las pérdidas?
Hay movimientos que son más fáciles. Hay
movimientos que no son tan accesibles.
No hay una manera en la cual “tengamos”
que hacer este proceso.
Declarar al otro que “no estás solo”, “aquí estoy yo”
Mirarse: ¿cómo he abrazado yo mis
pérdidas? y ¿cómo puedo acompañar al otro?
Las pérdidas son nuestras compañeras de
vida. Todos dejamos cosas para movernos…
Las pérdidas son un fenómeno humano muy
necesario. Las pérdidas son territorio de nuestro día a día. Nos cuesta verlas
como algo natural en nuestro proceso.
Como Coach no es necesario buscar lugares
de llegada.
Los movimientos presentados se fundamentan en el
trabajo de Elisabeth Kübler-Ross
Los movimientos son espacios de seguridad
… parte del acompañamiento es respetar esos movimientos, son lugares de
refugio. ¿Cómo construimos nuevos lugares de refugio para nuestros coachees?
Parte del trabajo del coach, es
no-juzgar, “esa es su caverna”, “allí se siente seguro”, ¿Cómo lo
acompaño a probar otras cavernas? Para que tenga posibilidad de otros lugares
dónde estar.
Los
procesos personales nos brindan nuevos lugares…
La invitación sería, “quiero mostrarte este lugar, ¿hay algo allí
para ti?” El tema es que el coachee tenga la posibilidad de elegir. Conocer
muchas cavernas…
La invitación es presentar nuevas
cavernas…
Los procesos de pérdida no son puntuales,
hay tantas interconexiones que se dan.
Tener un lugar seguro donde podamos decir
– no quiere decir sacar conclusiones…
Solo decir, “éstas han sido mis grandes pérdidas, no están cerradas para mí”. De
esto quiero hablar, no sé porqué en este momento… es algo de lo que pasa ahora.
Ansiedad
es sentir que algo no muy bueno para mí puede pasar… está relacionado con el miedo. Tener la sensación de que hay que
estar alerta porque algo puede pasar. Es la falta de confianza básica,
sensación de insuficiencia… de que hay algo que falta…
Somos parte de un momento histórico
ansioso que vive la humanidad. Nada de lo que hacemos es suficiente.
Qué significa la ansiedad del coachee…
conversar, qué es lo que está comprendiendo como ansiedad, cuál es la
conversación, cuáles son los temores más profundos, que puede estar relacionado
con otras cosas. Las pérdidas generan mucho temor…
Comprender
nuestros movimientos son espiralados… no puedo
decir que algo finalizó… porque no sabemos… la belleza de saber que algo es tan
importante en la existencia que cada cierto tiempo vuelve… la idea de
linealidad es ilusoria… al verlo así, no logramos honrar lo que nos importa.
Es caminar, aún con el dolor…
¿Qué
tanto espacio yo doy a lo que siento?
Creemos que nuestra existencia es lineal,
que es A o es B. Que es 1, 2, 3 o 4… que no puede ser 2 y 4 a la vez… y nuestro
ser no funciona así… El espacio de nuestro ser es cíclico y es circular…
Lo nuevo, la oportunidad y el espacio de
pérdida…
No tengo que pelear para estar en un
lugar o en otro…
La gratitud es una práctica muy bella…
El espacio de pérdida y de nostalgia
puede existir también.
El
desafío es aceptar lo que estoy sintiendo en paz.
Sin necesidad de elegir algo y negar algo sobre una experiencia que está siendo
para mí.
Todo eso es lo que estoy siendo hoy… en
meses puede ser distinto!
El gran desafío es abrazar eso que estoy
siendo, sin tener la sensación de que hay algo de lo que estoy sintiendo que no
debería ser así.
Eso tiene que ver con la linealidad…
No es excluyente: puede ser agradecida y
extrañar- no hay contradicción …
El momento presente es todo eso. “Eso estás siendo tu hoy”…
Poder
estar en el presente es abrazar, honrar todo eso que somos, que es incoherente,
mezclado y contradictorio… Es muy costoso querer negar cosas para tratar de
estar bien.
“yo
sé que esto terminó”
Si algo nos importa, vamos a intentar
cuidarlo hasta el último momento.
Cuánto está dispuesto a esperar, si está
en paz, si no es un quiebre- si quiere que esto sea distinto…
Reconocer, asumir y abrazar los espacios
de pérdida en las relaciones: cada persona tiene sus tiempos.
“yo
se que el no me ama lo suficiente como yo necesito ser amada”, después de
decirme esto puedo tomar decisión.
¿Qué
es eso que necesito decirme?
A veces nos demoramos un tiempo… desde un
lugar lineal desconociendo cuál es el
movimiento que mi ser tuvo que hacer para tomar una decisión.
Es necesario validarnos y ser compasivos
con nosotros. “Este es el tiempo que
necesité para hacer esto… no se si fue mucho o fue poco… estos son mis tiempos
y está bien. Yo vivo mis movimientos y mis campos.”
Gran parte de nuestra tarea es regalarnos
más compasión. Siempre hacemos los cambios que necesitamos. A veces somos muy
duros con nosotros.
Como coach: “está bien, eso es lo que pasó, ¿en qué puedo ayudarte ahora?”
Nosotros mismos hacemos nuestro viaje más
duro … La pregunta es qué quieres?
Trabajemos para ver qué hacemos, qué necesitas
para tomar esa decisión.
Notas conferencia de ICF Colombia: La Ontología de las Pérdidas
Como acompañar los procesos de perdidas en Coaching
Las perdidas son un fenómeno humano, a lo largo de la vida vivimos duelos de eventos que no deseamos que dejen de existir para nosotros. De alguna manera ser seres humanos es aprender a abrazar las perdidas como una forma de sostener nuestra vida.
La manera de vivir la ontología de las perdidas es única para cada ser humanos y aprender a acompañar estos procesos es clave para tu maestría como coach.
Aprender a Escuchar distinciones como coach en los procesos de perdidas no es únicamente el dominio de la muerte, es poder experimentar la ontología de las perdidas en el dejar una casa, ser abandonados, perder una relación, no tener tiempo para los hijos, envejecer, perder el trabajo, cambiar de país, perder oportunidades, no conseguir un ascenso, etc.
Esta conversación tiene como propósito que conozcas los movimientos del proceso ontológico de perdidas para poder acompañar a tus coachees entendiendo la manera única y personal de cómo se viven estas experiencias humanas.