vendredi 8 décembre 2017

Encontrar su punto óptimo en el trabajo - Scott Belsky

Interés Genuino, Habilidad & Oportunidad
¿Cómo puede generar un impacto real en sus proyectos creativos? El secreto está en la intersección IHO.
Hay dos tipos de trabajo en este mundo, el primero es el trabajo obligatorio, es el trabajo que hacemos por contrato.
El segundo - muy diferente - es el trabajo con intención.
Cuando trabajamos con intención, trabajamos incansablemente en proyectos que nos importan profundamente. Lo hacemos porque lo amamos. Si trabajamos con intención es más probable generar un impacto...
Además de mucho trabajo duro, las carreras creativas están empoderadas en el punto óptimo del trabajo, en la intersección Interés genuino, Habilidades y Oportunidad (IHO). Es en la zona de máximo impacto donde surge la magia.

(1) Interés - Gusto Genuino

¿Qué tema te gusta discutir o leer?
Las carreras creativas comienzan con un interés genuino en un campo en particular. No es necesariamente el que promete mayores beneficios económicos.
La motivación hacia logros sobresalientes viene de un lugar más profundo.

(2) Habilidades

¿Qué habilidades o dones naturales tienes?
¿Qué aprendes fácilmente?
¿Tal vez posees una compasión única por la condición humana?
Las habilidades que tienes son un indicador útil para las oportunidades que es más probable que prosperen bajo tu liderazgo.
Cuando las habilidades se alinean con un interés genuino y una nueva oportunidad, se puede abrir un nuevo camino.

(3) Oportunidad

¿Qué me acerca a mi ingerés genuino?
¿Dónde puedo hallar un progreso?
Desafortunadamente, a menudo es donde nos bloqueamos, descontando las oportunidades potenciales que nos rodean como inadecuadas.
La mayoría de las oportunidades son completamente circunstanciales. Se tratan más de un avance lento, pueden ser conversaciones, conferencias, actividades de networking. Rodearse con más actividad incrementa el flujo de oportunidades que lleva a experiencias relevantes para sus intereses genuinos.

Cuando un proyecto encuentra esta intersección, se entra en una zona de máximo impacto. En tal estado, eres una fuerza potente de la naturaleza, tu pasatiempo se convierte en tu vocación. Puedes trabajar con total convicción, sin ambigüedad, puedes trascender tu dependencia en recompensas a corto plazo y en la aprobación social.
Podemos ayudar a nuestros coachees a encontrar el trabajo en la intersección IHO. Como gerentes, buscar comprender cuáles son los intereses genuinos y habilidades de nuestros equipos, y tratar de crear oportunidades dentro de la zona de intersección. Ser mentores de personas para que realicen sus intereses genuinos, habilidades y que capitalicen incluso en las oportunidades más pequeñas que les rodeen. Toma tus decisiones con una mirada constante en esta intersección.


Scott Belsky es un socio de Benchmark Capital. Previamente fue el Vicepresidente de Comunidad de Adobe y Co-Fundador & Director de Behance, la plataforma online líder para creativos para presentar y descubrir trabajo creativo. Scott ha sido catalogado como uno de las “100 Personas Más Creativas en los Negocios” por Fast Company, y es el autor del libro Making Ideas Happen.

Fuente: http://99u.com/articles/7003/finding-your-work-sweet-spot-genuine-interest-skills-opportunity

vendredi 1 décembre 2017

¿Cómo ser productivo? - Eric Barker

Cuatro secretos de los estoicos

A todos nos gustaría hacer más cosas bien hechas. ¿Cómo encaja el estoicismo en todo esto?
La palabra "productividad" parece nueva, elegante y brillante. Y el estoicismo es viejo. 
Tengo noticias: el correo electrónico y Facebook pueden ser recientes pero las personas siempre han desperdiciado el tiempo. Y las personas inteligentes han estado pensando en cómo dejar de hacerlo durante mucho tiempo.
La mayoría de consejos sobre productividad se centra en el trabajo. Seguirlos le hacen sentir que se está volviendo una máquina. 
Un enfoque más filosófico para hacer las cosas es bueno porque algunas veces las cosas que quiere hacer no funcionan. Quiere ver a sus amigos, divertirse y hacer todo lo que es aplazado en el calendario por el trabajo.
Como veremos, las ideas de los estoicos están respaldadas por gran cantidad de la ciencia moderna y consejos de expertos.

1) Proteger su tiempo como su dinero

Un viejo dicho: "el tiempo es dinero". Pero con seguridad no actuamos como si lo fuera.
Si las personas se acercaran todo el día a pedirle dinero, les diría que se pierdan. Pero las personas vienen a usted todo el día - correos, textos o llamadas- pidiéndole su tiempo, y usted simplemente lo entrega.
El gran filósofo estoico Séneca se lleva la mano a la cara con desesperación cada vez que ofrece una hora de su día sin pensarlo:
Ninguna persona entrega su dinero a los transeúntes, pero a cuántos cada uno de nosotros entregamos nuestras vidas! Somos estrictos con las propiedades y el dinero, pero pensamos muy poco en perder el tiempo, una cosa respecto a la cual todos debíamos ser los más duros avaros.
Y los estudios han mostrado que para nuestros cerebros, tiempo y dinero son vistos de forma diferente. Naturalmente somos más conservadores con el dinero, pero no con el tiempo.
En Ladrar al árbol equivocado: La ciencia sorprendente detrás de porque todo lo que sabe sobre el éxito está - en su mayor parte equivocado:
Dicen que el tiempo es igual al dinero, pero están equivocados. Cuando los investigadores Gal Zauberman y John Lynck le pidieron a las personas que pensaran en cuánto tiempo y cuánto dinero tendrían en el futuro, los resultados no cuadraron. Somos consistentemente conservadores al predecir cuánto dinero extra tendremos en nuestras billeteras, pero cuando se trata de tiempo, siempre pensamos que habrá más mañana. O la siguiente semana. O el próximo año.
Llano y simple, necesitamos tratar nuestro tiempo más como el dinero. Ser más avaros con nuestras horas que con los dólares. ¿Por qué? Puede obtener más dinero en esta vida. No puede obtener más tiempo.
De acuerdo, protegemos nuestro tiempo y tenemos más. Estupendo. ¿Pero qué evita que gastemos todas esas horas acumuladas procrastinando?

2) Gestionar las emociones para gestionar mejor el tiempo

El estoicismo no es sólo una vieja filosofía. Sus ideas centrales siguen inspirando algunas de las más poderosas herramientas psicológicas de la era moderna, como la Terapia Cognitiva Conductual.
¿Y cuál era una de esas grandes ideas? Las creencias subyacen a los sentimientos.
Si señalo algo y usted cree que es una pistola, se asusta. Si usted cree que es una pistola de juguete, no se asusta. No somos psíquicos ni omniscientes. Son nuestras creencias las que crean nuestras emociones, no la realidad.
Aquí está el gran filósofo estoico Epicteto:
«Los hombres no se perturban por las cosas, sino por la opinión que tienen de éstas.»
Lo sé: Revelación interesante, pero ¿qué tiene que ver con productividad?
Los estudios muestran que el estado de ánimo afecta drásticamente cuánto se logra. Procrastinamos más cuando se estamos de mal humor y pensamos que podemos mejorarlo haciendo algo divertido.
En Tentación: Encontrar Auto-Control en una Epoca de Exceso:
Por lo tanto, la procrastinación es una técnica de gestión emocional, aunque - como comer o tomar drogas- una miope. Pero estamos más inclinados a ella cuando pensamos que realmente ayudará... Bueno, de lejos la mayor procrastinacción ocurrió entre los estudiantes de mal humor que creyeron que su estado de ánimo podía ser cambiado y que tenían acceso a distracciones divertidas. Este grupo gasó casi 14 de sus 15 minutos de su tiempo de preparación tonteando!
No gestione su estado de ánimo procrastinando. Pregúntese qué creencias subyacen sus sentimientos y cuestiónelas.
¿Tiene miedo de la tarea? ¿Por qué? ¿Tiene un cuchillo apuntándole? No. Teme que hará un mal trabajo. Bueno, va hacer un trabajo aún peor si no comienza.
Cambie sus creencias y cambia su emoción. Cambie su emoción y hará más cosas.
Tiene más tiempo y no lo está desperdiciando porque ahora está gestionando su estado de ánimo. Pero ¿qué debe hacer primero cuando hay tanto por hacer?

3) Lo importante vence lo urgente

Usualmente sabe lo que es importante. Pero a menudo hace algo más. Algo que está justo en frente o algo gritando su nombre.
Hace lo que es fácil o urgente, no lo que realmente mueve la aguja.
La leyenda estoica Marco Aurelio:
Es esencial para usted recordar que la atención que da a cualquier acción debe estar en la proporción debida con su valor, porque entonces no se cansará ni se rendirá, si no se está ocupando con cosas menores más allá de lo que debe ser permitido... Dado que la gran mayoría de nuestras palabras y acciones son innecesarias, reunirlas creará una abundancia de ocio y tranquilidad. Como un resultado, no debemos olvidar en cada momento preguntar, ¿es esta una de las cosas innecesarias?
Peter Drucker y Tim Ferriss, gurus de la productividad, están de acuerdo. Aquí está Tim:
Hacer algo bien no lo hace importante. Pienso que este es uno de los problemas más comunes con muchos consejos en gestión del tiempo y productividad, se enfocan en cómo hacer las cosas rápidamente. La gran mayoría de cosas que las personas hacen rápidamente no debe ser hechas en absoluto.
Ya tiene suficiente consejo para ponerse en marcha. Pero ¿cómo se asegura de no estresarse o desanimarse y renunciar?

4) Concentrarse en el Esfuerzo, no en el Resultado

Otra gran idea de los estoicos; comprender sobre qué tiene el control es fundamental.
Ellos pensaron que no tenemos control sobre nada más que nuestras elecciones. Y si no podemos controlar algo, no debemos preocuparnos por ello.
Aquí está Epicteto nuevamente:
Algunas cosas están bajo nuestro control y otras no. Las cosas bajo nuestro control son opinión, propósito, deseo, aversión, y en una palabra, cualesquiera que sean nuestras propias acciones. Las cosas que están fuera de nuestro control son cuerpo, propiedad, reputación, mando y, en una palabra, lo que no son nuestras propias acciones.
¿Qué tiene eso que ver con productividad? Mucho. Porque nos preocupamos por todo tipo de cosas sobre las que no podemos hacer nada. Y eso es tiempo y energía perdidos.
No podemos controlar ningún resultado. Las cosas fuera de nuestro control siempre pueden influir en el resultado final. Podemos controlar qué tanto esfuerzo invertimos y qué procesos utilizamos. Enfoquémonos en eso.
Ryan Holiday explica:
Lo que los estoicos están diciendo es que gran parte de lo que nos preocupa son cosas sobre las que no tenemos control. Si estoy haciendo algo mañana y estoy preocupado de que llueva y lo arruine, ninguna cantidad de estrés va a cambiar el hecho de si llueve o no. Los estoicos dicen, "No solamente va a ser más feliz si hace la distinción entre lo que puede cambiar y lo que no puede cambiar sino si enfoca su energía exclusivamente en lo que puede cambiar, va a ser mucho más productivo y efectivo también."
Y la investigación en neurociencia muestra que al enfocarse en aquello sobre lo que tenemos control, dismiye el estrés.
En Su cerebro en el trabajo: Estrategias para superar la distracción, recuperar concentración y trabajar de manera más inteligente durante todo el día:
Steve Maier en la Universidad de Boulder en Colorado, dice que el grado de control que los organismos han ejercido sobre algo que crea estrés determina si el estresor altera el funcionamiento del organismo... Una y otra vez, los científicos ven que la percepción de control sobre un estresor altera el impacto del estresor.
Los astronautas, soldados de Fuerzas especiales e incluso los Samurais están de acuerdo: una sensación de control calmado puede reducir qué tanta tensión sentimos por una tarea.

¿Dónde se separan los estoicos y los expertos modernos?
Karl Pillemer de la Universidad de Cornell entrevistó a 1200 personas entre 70 a 100 o más años para su libro, 30 Lecciones para Vivir, les preguntó:
¿Si mira hacia atrás en el transcurso de su vida, cuáles son las lecciones más importantes que aprendió que le gustaría compartir con personas más jóvenes?
La respuesta #1: "La vida es corta"
Seneca,  en un pasaje bellamente redactado, desacuerda fuertemente:
No es que tengamos poco tiempo para vivir, sino que desperdiciamos mucho. Bastante larga es la vida que se nos da y en ella se pueden llevar a cabo grandes cosas, si toda ella se empleara bien; pero si se disipa en el lujo y en la negligencia, si no se gasta en nada bueno, cuando por fin nos aprieta la última necesidad, nos damos cuenta de que se ha ido una vida que ni siquiera habíamos entendido que estaba pasando.Y así es - no recibimos una vida corta, la hacemos corta.
Sin ofender a Karl. Hizo la encuesta. Así que no obtuvo la respuesta correcta, obtuvo la respuesta más común. Estoy con Seneca. La vida no tiene que ser corta. Todos tenemos 24 horas en un día. Cada uno de nosotros.
Podemos usarlas para crear algo sorprendente, para visitar a alguien especial que le extraña desesperadamente, para cuidar de su familia o para saborear un gran momento.
No gaste sus horas. No termine preguntándose, ¿Qué he estado haciendo con mi tiempo?
Deje un rastro de logros o de sonrisas detrás de usted.

Fuente: http://www.bakadesuyo.com/2017/06/how-to-be-productive-3/?utm_content=buffer3c716&utm_medium=social&utm_source=linkedin.com&utm_campaign=buffer

vendredi 24 novembre 2017

Cuenta, Baila Historias...Transforma en Movimiento. (En busca del ritmo absoluto)

"Nací a la orilla del mar. Mi primera idea del movimiento y de la danza me ha venido seguramente del ritmo de las olas…"
"...A través de la danza transmitiré a los demás mi éxtasis."
"¿El viento? Soy el viento, ¿El mar, la luna? Soy el mar y la luna. ¿Lágrimas, dolor, amor, vuelos de pájaro? Soy todos ellos. Bailo lo que soy. ¿Pecado, oración, vuelo, la luz que nunca existió sobre la tierra ni el mar? Bailo lo que soy." - Isadora Duncan

Pum, pum... hay un ritmo en cada historia. Pum, pum... hay un cuerpo en cada sueño. Y en el aliento, palabra mágica que se las ingenia para significar respiración, vida, espíritu, alma, inspiración, alivio; hay ritmo, hay cuerpo y movimiento.
Los que nos hemos formado como coaches sabemos que nuestras historias viven en el cuerpo; y creo también que no sólo residen allí como manifestación corporal de la creación emocional-lingüística, sino que de igual forma surgen y se transforman en el movimiento.
Como seres lingüísticos y necesitados de sentido, somos cuenta-cuentos por naturaleza. Somos a la vez creadores y prisioneros de nuestras propias narrativas. El poder que convocan las historias es inconmensurable. ¿Qué revelan? ¿Qué indican? ¿Qué se esconde detrás?
Las historias siempre nacen simultáneamente con la emoción y el cuerpo. Una corporalidad muchas veces negada, no manifestada o reconocida. Emoción que la guía y la alimenta; que también la sabe seguir.
Estamos habituados a verlas únicamente en el lenguaje, a conversar prioritariamente con palabras. A menudo, en el coaching, experimentamos con el cuerpo o diseñamos una experiencia que pueda conectar al coachee con algo que subyace a la historia, que ofrezca otra perspectiva, para desde allí generar una nueva interpretación y quizá más tarde una nueva coherencia. Una nueva coherencia que requerirá de recurrencia y cuerpo para perdurar. ¿Es la nueva interpretación la que trae renovada corporalidad? ¿Es desde el cuerpo transformado por alguna experiencia que se genera la interpretación? Ambos, me parece a mí. Ahí, en ese dialogo, es que se crean las historias que nos mueven por la vida. En esa interacción, guiada por las emociones, no existe una relación causa y efecto, no en el sentido lineal de la manera que usualmente lo entendemos.
¿Es la nueva interpretación la que trae renovada corporalidad? 
¿Es desde el cuerpo transformado por alguna experiencia que se genera la interpretación? 
“Aprendemos sintiendo”, leo en el blog de Juan Vera y asiento. Jane Crossley y Fernando Morgado, en su libro “De fantasmas y demonios”, plantean que lo que nos caracteriza como especie no es la razón, ni el lenguaje, ni la biología; la diferencia fundamental con otras especies está en el ámbito emocional. Las emociones son nuestro motor. Nuestra capacidad de expresarlas en el lenguaje y el cuerpo, da pie a las historias que nos abren o cierran posibilidades, que nos llevan a vivir como seres libres o victimas, que nos permite ser artistas en la creación de nuestra propia vida. Y todo esto, en movimiento.
El movimiento precede al lenguaje y la danza es quizá una de las artes más antiguas. En su origen, como expresión espontánea de la vida colectiva, la danza hacia posible participar en el sentido emocional de las sociedades. A medida que las sociedades se tornaron más complejas, la danza se tornó más sistematizada y su carácter espontáneo fue desapareciendo. Por eso hay quienes hoy están convencidos de que no saben bailar…pero es como si dijeran que no saben sentir.
Isadora Duncan, considerada la madre de la danza contemporánea, y conocida también como una de las bailarinas de Nietzsche, por inspirarse en los trabajos de éste para crear su visión de la danza, propone (transgresoramente) un vínculo entre el antiguo origen de la danza y la sociedad contemporánea. Su búsqueda persigue..."aquella danza que pudiera ser la divina expresión del espíritu humano a través del movimiento corporal
A los niños de su escuela les pedía que escucharan la música de sus almas. Contaba que a partir de la primera lección...“el niño más pequeño comprendía que todos sus movimientos y que sus andares mismos poseían una fuerza espiritual que no existe en los movimientos nacidos del ser físico o creados por el cerebro”
Atrevernos a jugar, a ser niños, a recuperar el asombro, es indispensable para nuestros nuevos aprendizajes. Y también lo es no olvidar tampoco que el adulto que somos es un ser constituido en el lenguaje, cuya recursividad crea realidades y le permite modelar su identidad y el mundo en que vivimos, crea ser y por lo tanto es acción. Las historias de los niños pequeños siempre son representadas, actuadas, bailadas. Van descubriendo el mundo de las palabras, y también lo exploran desde su corporalidad. Todavía no han divorciado estos dos aspectos.
Alguna vez escuché a Julio Olalla decir que el punto de encuentro de los dominios, el donde surgen las coherencias, era un misterio. ¿Es el lugar del Alma? ¿Del espíritu humano del que habla Isadora? Yo creo que allí existe un ritmo. El ritmo de cada ser que encaja de alguna forma con el ritmo del cosmos. El Alma tiene ritmo. Y buscamos sintonía entre nuestra universalidad y nuestra singularidad.
Contar cuentos, inventar historias, es un ejercicio que utilizo a menudo con mis coachees. Les pido a veces que las bailen en silencio y luego que las narren mientras bailan. Siempre cambian. Buscan el ritmo de sus historias, que se sintonicen el cuerpo y las palabras. ¿Cómo calzan? ¿Se sienten auténticas? ¿Cambia mi cuerpo? ¿Cambia el cuento? Encuentro en mi cuerpo la palabra y la palabra se transforma en mi cuerpo, en movimiento.
El baile provoca que nos tornemos observadores y actores de nuestra expresividad y actitud, la toma de conciencia de estos aspectos permite ampliar las relaciones que definen nuestra propia realidad. En la expresión corporal, la unidad Pensamiento-Emoción, o sea, nuestra forma de pensar, deja de estar limitada por nuestras opiniones siendo superada por la totalidad de la expresión, y nos permite rearticular lashistorias.
La idea de la existencia de un ritmo absoluto ha sido propuesta en varias manifestaciones de la creación artística; la poesía, las artes visuales, la danza. Ezra Pound, poeta estadounidense, decía que el poeta debía buscar el ritmo que correspondiera a la emoción que quisiera expresar. Expresión singular que surge de una expresión total, que abarca todas las expresiones y está disponible en el alma humana. La escuela de arte de la Bauhaus intentaba redefinir y renovar el concepto de arte y de arquitectura para adecuarlo a los nuevos tiempos y buscaba convertir una sociedad dividida entre lo privado y lo público en una sociedad orgánica a través de la obra de arte total. Despertar el ritmo absoluto de las cosas.
Hace poco, a Mikhail Baryshnikov, uno de los más grandes bailarines de nuestros tiempos, le preguntaron en una entrevista con motivo de su incursión en el teatro sobre su técnica de actuación. No tengo ninguna, respondió, sólo escucho lo que pasa dentro de mí... el ritmo absoluto. Somos predestinados y somos creadores. Somos artistas. Tenemos la llave. Y otra vez concuerdo con Juan Vera, la felicidad se construye y... se baila.
En esta comunidad también construimos nuestras historias…y ahora ¿bailamos?

Fuente: http://translucido.bligoo.com/content/view/112628/Cuenta-Baila-Historias-Transforma-en-Movimiento-En-busca-del-ritmo-absoluto.html#.Wg2f_2XanIc

vendredi 17 novembre 2017

Ansiedad - Christophe André

Cuando hablo de ansiedad, siento benevolencia, gratitud y fraternidad.
Benevolencia, por todos los pacientes ansiosos que he tratado en mi carrera y que siempre me han conmovido y emocionado. Gratitud, porque ellos me han ayudado a trabajarme a mí mismo, a su lado, sobre mi propia ansiedad. Y fraternidad, porque ellos son nuestros hermanos y hermanas en humanidad, solo un poco más frágiles que los demás, pero que sus males se encuentran en todos los seres humanos.
Estoy fascinado con el cerebro ansioso, esa máquina extraordinaria para escanear el entorno en la búsqueda de los problemas y de las preocupaciones potenciales, esa máquina para anticipar constantemente, para hacer crecer y amplificar los obstáculos. La ansiedad, en ciertos aspectos, se parece a una alergia: solo que en lugar de ser alérgico al polen o a las nueces, se es alérgico a la incertidumbre! Tan pronto como alguna cosa no es segura y cierta, uno comienza a preocuparse: todo lo que no está asegurado, blindado y garantizado en un 200% es angustiante; y entonces básicamente, la vida entera se transforma en una fuente de inquietudes.
Y además, lo que hay de conmovedor y de humano en las personas ansiosas, es que ellas saben perfectamente, con frecuencia, que su cerebro agrega, que amplifica, que exagera, que les manipula con la ansiedad; saben perfectamente qué actitud les gustaría adoptar, de cuando en cuando, preocuparse menos...
Pero no preocuparse, para un ansioso, no es posible. Siempre hay un objeto de inquietud o de preocupación en alguna parte de sus vidas o en el vasto mundo!
Afortunadamente podemos progresar. Afortunadamente uno puede poco a poco domesticar la ansiedad. Pero eso no cae del cielo - de un día para otro, porque uno ha comprendido algo, en nuestro pasado o nuestro presente, lo que explicará porqué somos ansiosos. Es más bien una reeducación lenta, una pacificación progresiva de todas nuestras alertas mentales, de nuestro sistema de alarma existencial. Las terapias nos ayudan, por supuesto, sean cuales sean sus mecanismos: terapias cognitivas o comportamentales, psicoanálisis. Pero también la meditación, que nos ayuda a pacificar nuestro cuerpo y nuestro espíritu, que nos enseña a aceptar lo que es sin intranquilizarnos...
Es muy importante la pacificación del cuerpo y de las emociones. Trabajos recientes han confirmado que cuanto mayor es la actividad de nuestro sistema nervioso parasimpático - el que calma-, y mayores nuestros esfuerzos de dar un paso atrás, "razonar" como dicen los no-ansiosos, son eficaces. Calmar el cuerpo para calmar la mente. Es por esto que la relajación ayuda, que el deporte y la actividad física ayudan y que la meditación de plena consciencia ayuda - incluso si esta última nos aporta otros beneficios además que el apaciguamiento emocional.
Un paciente con humor me decía un día que finalmente, para él, era más la plena inconsciencia con la que soñaba para no estar más inquieto. La plena inconsciencia para no ver más sus problemas y los sufrimientos del Mundo. Pero la meditación de plena consciencia es aún mejor. Mejor para continuar viendo las dificultades pero para verlas tal como son, y no como nuestra ansiedad nos las hace imaginar.
Por cierto, y usted, ¿cómo le sucede en su cerebro? ¿Un poco de alergia a la incertidumbre? ¿Una pequeña tendencia a anticipar y amplificar las dificultades?

Fuente: http://psychoactif.blogspot.com.co/2017/11/anxiete.html

vendredi 10 novembre 2017

Cómo la rabia puede ser una energía motivadora - Jill Bolte Taylor

La rabia es solo un grupo de células en su cerebro que están funcionando en un ciclo hostil.
Si usted puede observar su rabia, en lugar de implicarse con su rabia, entonces sale del ciclo y tan pronto hace esto, todo empieza a detenerse poco a poco.
Esto no significa que la rabia sea algo malo, porque ella nos motiva para hacer algo, pero si se queda en el contenedor y envuelto en esa ira, puede atacar, puede hacer cosas de las que luego se arrepienta.
Solo con reconocer “me estoy sintiendo muy enojado con esta situación”, apropiar la rabia como un grupo de células en el interior de mi cerebro, pasará en el transcurso de 90 segundos, y entonces tomaré esto como una energía motivadora para aplicarla en lo que creo que es cierto y usar la energía de esa ira de una manera positiva.

https://www.facebook.com/SuperSoulSunday/videos/1443177239063125/

vendredi 27 octobre 2017

Auto-cuidado para coaches - Kim Morgan

Muchos profesionales que ayudan a las personas no siempre son buenos ayudándose a sí mismos, y los coaches no son la excepción. Es fácil desatendernos a nosotros mismos, particularmente si realmente amamos el trabajo que hacemos y si nuestro trabajo es más satisfactorio que los roles previos que hemos tenido. He escuchado a muchos coaches que exclaman, "ni siquiera se siente como trabajo".
Aún si amamos lo que hacemos, es importante practicar auto-cuidado por las siguientes razones:

  • Nuestros clientes aprenden de nosotros. Si nuestros clientes nos ven expresando compasión hacia nosotros mismos, probablemes seguirán su guía cuidándose a ellos mismos.
  • El coaching es un proceso demandante tanto psicológicamente como emocionalmente. Después de una cesión, puede quedar con sentimientos que ha recogido de su cliente o sentimientos que tiene en respuesta a su cliente. Algunas veces, una tendencia "ayudadora" superdesarrollada puede resultar en comerse la cabeza porque piensa que no hizo lo suficiente. Necesita tiempo para procesar todos esos sentimientos fuera de la sesión de coaching y darles sentido.
  • Dar atención a sus propios sentimientos y necesidades evitará que experimente fatiga, agotamiento, fatiga de compasión o simplemente estar un poco desordenado en su práctica de coaching.
Si se ha convertido en coach y una persona de negocios independiente al mismo tiempo, puede encontrarse a sí mismo con dos razones para seguir trabajando: su amor a la carrera recién descubierta y la obligación de priorizar el trabajo remunerado sobre otras necesidades. Puede encontrarse diciendo "si" a cada oportunidad de coaching que llega a se presente y terminando en una rueda de hamster de la que no puede escapar.
He coaceado muchos dueños de negocio que se prometieron a si misoms que se detendrían cuando estuvieran "allí". "Allí" seguían moviéndose, ese era el problema. Algunos de ellos se enfermaron o se hicieron muy viejos para disfrutar los frutos de su trabajo. Como su coach, con una perspectiva de observador, Pude ver lo que estaba sucediendo. La mayoría estaban guiados por el miedo: "Haré un solo contrato más para asegurar que no tengo que dormir en la banca de un parque cubierto de periódicos en mi vejez". Habían estado tan ocupados trabajando que no habían tenido tiempo para notar lo que habían alcanzado y la envidiable posición en la que estaban. Aún estaban siendo dirigidos por las creencias que tenían cuando comenzaron sus negocios. Ayudé a muchos de ellos a reconocer e internalizar sus éxitos para darse cuenta que "aquí y ahora" era el único lugar y tiempo que tenían garantizados.
El aprendizaje transformacional sucede cuando cualquiera de lo siguiente ocurre:
  • Tenemo suficiente dolor en nuestra situación actual - con frecuencia algo sucede que nos hace confrontar la realidad.
  • Podemos imaginar el placer de una situación futura y realmente la queremos.
  • Evaluamos los costos y beneficios de lo que estamos haciendo actualmente.
  • Dejamos de abordar cuáles serán las consecuencias de nuestros comportamientos actuales a largo plazo.
Es esencial crear oportunidades para detenernos y hacer un balane.
Como coaches, sabemos que puede ser fácil para las personas continuar sin mirar a dónde se están dirigiendo, hasta que un día dicen: "¿Cómo terminé aquí?"
Mientras estamos ocupados ayudando a otros - creando consciencia, cambiando perspectivas y diseñando acciones - podemos ignorar hacer lo mismo por nosotros mismos, a menos que  tengamos estrategias de auto-cuidado deliberadas y regulares .

¿Por qué no construir un plan de auto-cuidado en su plan de negocios? Piense en lo que necesita implementar para cuidar de sí mismo físicamente, emocionalmente, psicológicamente, financieramente, socialmente, espiritualmente y profesionalmente.
Desarrolle un plan para cada una de las áreas y pregúntese lo siguiente:

  • ¿Qué me dará esto, que de otro modo no tendría?
  • ¿Qué sucederá conmigo, con mi negocio o mis clientes de coaching si no hago esto?

Fuente: https://coachfederation.org/blog/index.php/9187/?utm_content=buffer6cb18&utm_medium=social&utm_source=linkedin.com&utm_campaign=buffer

vendredi 20 octobre 2017

El laberinto de la autoestima - Irene Orce

Autoestima es una palabra de moda en los últimos años en los manuales de autoayuda. Pero es mucho más que una palabra, es el concepto del cual, al fin y al cabo, dependen ni más ni menos que nuestra propia felicidad y unas relaciones sanas con los demás

El amor es la mayor adicción del ser humano. Lo necesitamos casi tanto como el aire que respiramos, y marca las decisiones y acciones más relevantes de nuestra vida. No en vano, sentirnos amados nos lleva a sentirnos aceptados, valorados y respetados por lo que somos. El amor nos genera bienestar emocional y aporta signi cado a nuestra existencia. Y tal como nos han (mal) enseñado, solemos buscarlo incansablemente fuera de nosotros mismos, en nuestras interacciones con los demás.
Sin embargo, no siempre recibimos aquello que esperamos. Cuando no se cumplen nuestras expectativas, nos invade la frustración y aflora nuestro malestar. Un simple comentario puede estropearnos el día. Y es que vivimos tan pendientes de nuestra realidad externa que hemos terminado por depender de ella emocional y psicológicamente. En vez de permitirnos descubrir quiénes somos, esperamos a que nos lo digan los demás. Así, en demasiadas ocasiones somos en función de cómo los demás creen que somos.
De este modo, guiados por nuestras carencias e inseguridades, podemos llegar a pervertir nuestra forma de ser, nuestras necesidades y nuestras inquietudes para cumplir con lo que se espera de nosotros. Y comenzamos a desarrollar una máscara que nos lleva a emprender metas para lograr el reconocimiento, el respeto y la valoración de nuestro entorno. Lamentablemente, en este proceso acostumbra a ocurrir que nos perdemos a nosotros mismos. Y es que a menudo olvidamos que es precisamente en nuestro interior donde habita el amor que tanto anhelamos, camuflado bajo el nombre de autoestima.

Construir de dentro a afuera 

La autoestima se define como la manera en la que nos valoramos a nosotros mismos y la consideración que mantenemos hacia nuestros valores, sentimientos y proyectos. Es una necesidad básica para todo ser humano. Sin embargo, en demasiadas ocasiones es malinterpretada.
Hasta hace unos años, tenía un concepto muy erróneo de la autoestima. Creía que quererme a mí mismo era algo egoísta, vanidoso y que era mucho más importante el cuidado de los demás que el de uno mismo”, afirma Carlos Ocho, de 29 años, product manager de la escuela de negocios EADA. “Me costó tiempo y mucho sufrimiento darme cuenta de que en realidad era todo lo contrario. ¿Cómo podemos querer y cuidar a alguien si no nos queremos y cuidamos a nosotros mismos primero?”, explica.
Durante muchos años he sido mi peor enemigo. Cada día, inconscientemente, me autosaboteaba. Había creado una imagen de mí mismo en base a lo que creía que las personas de mi entorno esperaban de mí. Anhelaba que me aceptaran tal como era, pero no mostraba mi verdadero rostro por miedo al rechazo”, con esa. Tal como cuenta Carlos, solemos ir por la vida creyendo que nos falta algo para estar bien y ser felices. Vivimos en permanente estado de insatisfacción, y esperamos que los demás llenen nuestro vacío y nuestras carencias. Pero la realidad es que tan sólo nosotros podemos llenarlas.
El primer paso para lograrlo es vivir más conscientemente, es decir, darnos cuenta de qué tipo de pensamientos suelen rondar por nuestra mente”, asegura Carlos. Y es que “nos pasamos media vida maltratándonos mentalmente, lo que nos convierte en personas extremadamente vulnerables e influenciables por la sociedad de la que formamos parte”, afirma. Trabajar nuestra autoestima implica “dejar de criticarnos y empezar a apoyarnos y valorarnos por la persona que somos, no por la que creemos que deberíamos ser”, añade.

‘Me quiero, no me quiero...’
La base de nuestras palabras, actitudes y acciones está en el pensamiento. A través del pensamiento generamos una serie de emociones que fisiológicamente crean una experiencia en nuestro interior. Por lo tanto, aquello que pensamos y, sobre todo, cómo pensamos, determina aquello que vivimos. Por ejemplo, cuando nos repetimos “soy un desastre” o “no voy a conseguirlo” nos estamos limitando a nosotros mismos y nos generamos sufrimiento, mientras que pensamientos como “me acepto tal como soy” o “voy a dar lo mejor de mí mismo” nos potencian y nos construyen. Así, liderar conscientemente nuestro diálogo interno puede nutrir o destruir nuestra autoestima. Y lo queramos o no ver, es una decisión que tomamos cada día.

Aprender a aceptar(nos) 

Este trabajo interior también pasa por conocernos a nosotros mismos y aceptar lo que vamos descubriendo acerca de quiénes y cómo somos. En el proceso, hacemos conscientes nuestras capacidades y potencialidades y asumimos nuestras limitaciones, sin negarlas pero sin recrearnos en ellas. Y entramos en contacto con una visión más objetiva de nosotros mismos, que nos permite cuestionarnos –de forma sana– y evolucionar, comprometiéndonos con nuestro desarrollo como personas.
De ahí que construir una autoestima sólida sea fundamental para establecer relaciones saludables con las personas de nuestro entorno, basadas en el respeto mutuo. Para lograrlo, tenemos que conquistar nuestra propia confianza, el mejor antídoto contra ese miedo que no nos permite avanzar. Si creemos en nosotros mismos y en nuestras posibilidades, dejaremos de vernos arrastrados por las opiniones ajenas y seremos capaces de tomar las riendas de nuestra vida. Si nos atrevemos a confiar en lo que somos, podremos responsabilizarnos de nuestras decisiones y acciones.
Durante mi adolescencia y primera juventud, el amor era sinónimo de sufrimiento”, reconoce Manuel Valls, de 35 años, ejecutivo de cuentas de una agencia de comunicación. “Con todas mis parejas repetía un mismo patrón, basado en la creencia de que mi felicidad dependía de mi relación con ellas”, comenta. “De ahí que fuera una persona celosa y posesiva por miedo a perderlas. Y lo curioso es que me engañaba a mí mismo, diciéndome que me comportaba de aquella manera por amor”, explica. “Cada vez que se terminaba una relación entraba en una espiral victimista, en la que el sufrimiento me llevaba a vivir un auténtico infierno. Mis relaciones de pareja eran limitantes y paradójicas: no podía vivir con ellas ni sin ellas”, asegura. “Finalmente, tras la enésima ruptura, tomé consciencia de que algo fallaba en mi interior”, prosigue. “No me quería a mí mismo. Y esa gran carencia me llevaba a ser una persona dependiente, adicta al amor de mis parejas”, añade.
Este descubrimiento me llevó a interesarme por el autoconocimiento y el desarrollo personal”, explica Valls. “Entonces decidí no comenzar ninguna relación hasta aprender a ser autónomo emocionalmente, es decir, hasta asumir que mi felicidad tan sólo dependía de mí mismo”, expone. “Desde hace cuatro años comparto mi vida con una persona maravillosa... y soy feliz. Pero también soy consciente de que mi felicidad no depende de ella”, asegura. “Y es precisamente esta autonomía emocional la que me permite relacionarme con mi pareja desde la libertad, y en consecuencia, desde el verdadero amor”, concluye.

¿Dónde se esconde la autoestima?
Cuenta una historia que Nasrudín se encontraba una noche dando vueltas sin parar alrededor de una farola, con los ojos enfocados hacia el suelo, cuando un vecino que pasaba por la zona le preguntó si estaba buscando algo. Y éste contestó: “Sí, estoy buscando mi llave”. Así que el vecino se puso a buscarla con él. Después de un rato apareció otra vecina, que les preguntó intrigada qué estaban haciendo. “Estamos buscando la llave deNasrudín”. Y ella también se animó a ayudarles. Más tarde, otro vecino se unió a ellos y juntos rastrearon la calle en busca de la pequeña llave.
Cansado y con ganas de regresar a su casa, finalmente uno de los vecinos le preguntó: “Nasrudín, llevamos buscando tu llave durante varias horas... ¿Estás seguro de haberla perdido aquí?”
Y éste negó con la cabeza. “Entonces, ¿dónde crees puede estar?” Sin dudarlo, respondió: “La he perdido dentro de mi casa”. Sorprendido, otro vecino intervino en la conversación: “¿Pero por qué la estamos buscando aquí?” Nasrudín los miró muy seriamente y les dijo: “Pues porque mi casa está muy oscura y aquí hay más luz”. Del mismo modo que Nasrudín, los seres humanos solemos buscar nuestra autoestima en el lugar equivocado...

La autoestima permite la relación saludable con el entorno

Cuando la autoestima vive en el trabajo 

Aprender a aceptarnos y amarnos a nosotros mismos es indispensable para lograr una vida emocional verdaderamente sana, independiente y sostenible, tal como sostiene Manuel Valls. Y no sólo hemos de cultivar la autoestima en nuestro mundo afectivo, sino también en nuestro ámbito laboral. No en vano, en demasiadas ocasiones delegamos nuestra autoestima en la valoración de nuestros jefes y el respeto de nuestros compañeros. “Durante muchos años sólo me apreciaba a mí misma cuando los demás admiraban mi fuerza, mi energía, la capacidad de absorber trabajo y de hacer muchas cosas a la vez”, explica Gloria Solé, de 46 años, responsable de unidad de una multinacional.
“Mi autoestima dependía de cómo me veían las personas que tenían algún tipo de influencia sobre mí. El resto no importaba”, recuerda. “Mi lema era ‘puedo con todo y más’, pero terminó por pasarme factura”, asegura. “La insatisfacción, el vacío y la tristeza me corroían por dentro. Y para no desmoronarme forjé una coraza que no me quitaba ni para dormir. ¿Cómo iba a hacerlo si a lo mejor no me gustaba lo que había dentro?”, explica.
Sin embargo, “llegó un día en que no pude mirar hacia otro lado. El malestar me había saturado. Y la coraza se resquebrajó. Debajo encontré una mujer frágil, sensible, llena de ternura, agotada y con todos los sueños intactos enterrados debajo del corazón”, explica, sonriendo. “Reconstruir mi vida no fue fácil. Tuve que reconocer mi dependencia, superar la vergüenza al qué dirán... Y asumir la responsabilidad de no ser tan exigente conmigo misma”, recuerda. “Dejé de vivir centrada en mi trabajo y empecé a escucharme. Así es como reencontré el significado del amor”, afirma. “Hoy puedo decir que me quiero, con mis imperfecciones y mis carencias. No se puede tener todo y ser modélica, me basta con ser yo misma y poder volcar ternura en mi interior. Me quiero sin tener que luchar ni competir”, asegura.
Como afirma Gloria, “la autoestima es una puerta abierta a la libertad”. No en vano, amarnos a nosotros mismos es el primer paso para amar a otros de forma sostenible, abandonando las relaciones de dependencia. Está en nuestras manos observarnos con una perspectiva distinta, tratar de aceptar y apreciar cómo somos y valorar en su medida nuestras cualidades y capacidades. Ahí radica, en realidad, la verdadera fuente del amor, en conocernos y aceptarnos, lo que nos permite dar lo mejor de nosotros mismos en cada situación. Más allá de ocultarnos tras una máscara del agrado de los demás, la autoestima nos permite ser los auténticos protagonistas de nuestra propia vida. 

vendredi 13 octobre 2017

Usar nuestras emociones sanamente: Culpa y Vergüenza -Karen White

El contexto social, cultura e histórico de nuestra existencia

Como emociones importantes, la culpa y la vergüenza no existen en nuestras vidas fuera de un contexto cultural. Como individuos, existimos en contextos sociales y culturales, cada uno de los cuales tiene sus tradiciones históricas únicas. Crecemos dentro de familias y comunidades que hacen parte de una sociedad más amplia, lo que nos brinda un sentido profundo de pertenencia y conexión con otros. Como seres sociales esta es una parte inevitable de nuestra existencia y juega un rol importante en vivir una vida significativa y alegre.
Aunque somos seres autónomos nuestra existencia interdependiente incluye ser parte de la red institucional de nuestras sociedades, con derechos, leyes, reglas y procedimientos explícitos que permiten a una sociedad funcionar. Igual de importantes son con frecuencia costumbres, convenciones y prácticas tácitas que contienen buenas costumbres, valores y creencias, que han surgido de nuestra tradición histórica.
Una manera de pensar sobre las leyes, costumbres, etc. son estándares. Los estándares explícitos e implícitos son importantes pues proveen una forma de gobernanza. Los estándares compartidos pueden estar vinculados con una brújula legal y moral, lo que significa que podemos seguir adelante haciendo y logrando cosas juntos con un mínimo de fricción y desarmonía. Los estándares son de particular importancia cuando miramos las emociones de vergüenza y culpa.
Estamos profundamente moldeados por cómo somos experimentados por otros. Como seres relacionales, ser aceptados por otros importa profundamente. Lo que es interesante es que nuestras experiencias emocionales ocurren dentro de nuestras dinámicas relacionales contra un telón de fondo social, cultural e histórico.

Emociones y lenguaje

Una de las cosas fascinantes sobre las emociones es que abren y cierran posibilidades para nosotros. Cada emoción trae con ella una forma particular de comprender al mundo. ¿Qué son las emociones? Además de ser sentimientos del ser que a menudo se sienten en el cuerpo, son juicios, u opiniones, que hacemos sobre el mundo que usualmente cargan una historia particular que es válida para nosotros en el momento. Esto signidica que el lenguaje y las emociones ocurren simultáneamente.
En Coaching ontológico trabajamos con la interpretación de que las emociones tienen una estructura lingüística de cuatro partes:

  • Algo específico sucedió que puede ser establecido como un hecho real;
  • Tenemos nuestra versión o historia sobre lo que sucedió que p uede o no incluir otros hechos;
  • Dentro de la historia hay uno o más juicios, que podemos fácilmente confundir con ser realidad o verdad, entonces hacer las cosas "reales" para nosotros; y 
  • Hacemos una declaración en silencio sobre cómo responderemos y qué haremos.

Algunas veces el proceso de creación de realidad que es parte de las emociones puede tener un efecto de las emociones que tienen el poder de una ideología, absolutamente convencidos estamos de lo "correcto" de lo que hemos percibido.

Culpa y Vergüenza

Trabajando con la idea de que las emociones pueden ser consideradas como teniendo una estructura lingüística nos da una manera de comprender la naturaleza de la culpa y la vergüenza y cómo podemos examinar nuestras propias experiencias de cada emoción.
Un punto de inicio importante es volver a referirnos a la noción de estándares, que encapsula mucho de lo que fue dicho sobre el contexto social, cultural e histórico de nuestra existencia. Nuestras familias, comunidades y sociedades tienen estándares explícitos e implícitos para cómo deberíamos conducirnos a nosotros mismos, que podemos internalizar sin darnos cuenta.
Los estándares son una parte crucial de la naturaleza lingüística de nuestra existencia, pues aunque no siempre hablados existen dentro de nuestras conversaciones internas. La comprensión compartida que tenemos sobre ellos puede ser articulada en lenguaje y crear una realidad "inter-subjetiva".
¿Qué sucede con nosotros cuando experimentamos culpa? Una interpretación de la culpa es que creemos que hicimos - o no hicimos - algo que deberíamos o no deberíamos haber hecho. Ahora miremos esto a través de la idea de la culpa teniendo una estructura lingüística.
En realidad, hicimos o no hicimos algo, como olvidar recoger a nuestro hijo.
Tenemos una historia sobre las circunstancias de lo que hicimos o no hicimos - "Estaba tan ocupado, tuve tres llamadas de última hora requiriendo decisiones inmediatas y mi cabeza estaba llena de tantas cosas que lo olvidé completamente."
Uno o más juicios sobre nuestro comportamiento en la situación - "Es terrible - qué clase de padre soy que olvidé recoger a mi hijo. Qué efecto va a tener esto en él?" Tendemos a interpretar nuestra acción o falta de acción como no haber cumplido con nuestros propios estándares.
No podemos perdonarnos a nosotros mismos y silenciosamente declaramos que nos castigaremos. En algunas situaciones puede incluir sentirse mal con uno mismo como persona que no tiene valor y no debería ser perdonada. Podemos ser muy duros en nuestra auto-crítica constante. Las experiencias de aprendizaje en nuestra niñez sobre no cumplir ciertos estándares pueden tener un efecto emocional duradero y debilitante.

Con la vergüenza, la interpretación se desarrolla de manera un poco diferente. La diferencia esencial entre vergüenza y culpa ocurre en las partes 3 y 4 de la estructura lingüística. En la parte 3 juzgamos que nuestro comportamiento no ha cumplido los estándares de la comunidad.
El flujo resultante es que evaluamos que nuestra identidad pública ha sido dañada en cierta forma y que somos deficientes a los ojos de otros. Algunas veces las personas hablan sobre nosotros en reuniones y conversaciones, haciéndonos sentir avergonzados en un espacio público. Esto también puede ser una experiencia privada, estamos avergonzados de lo que creemos que otros piensan sobre nosotros.
En la parte 4 silenciosamente hacemos una o dos declaraciones - ya sea declaramos que enfrentaremos el juicio de la comunidad o que nos esconderemos de alguna forma - por ejemplo, sin mirar a los ojos a las personas - y evitaremos enfrentar el juicio de la comunidad. En algunos casos, como olvidar recoger al hijo de la escuela, podemos experimentar culpa y vergüenza.
Mientras que la vergüenza y la culpa tienen valor al ayudarnos a vivir bajo estándares que contribuyen a una "buena" sociedad y nos permite hacer nuestra mejor contribución, pueden tener sus desventajas. Tanto la culpa como la vergüenza puede dejarnos sintiéndonos como que no somos lo suficiente y no merecemos nuestro estatus de ser humano. Pero si miramos a la culpa y la vergüenza como emociones fijas e impermeables no hay salida y podemos quedar atrapados con sentido profundo de inadecuación y deficiencia como ser humano.
Un camino a través de esto es plantearnos preguntas, estar abiertos y curiosos con nosotros mismos, y estar dispuestos a poner a prueba algunos juicios, evaluaciones o suposiciones que podamos sentir que son los santos griales de nuestra vida. Cuestionar si nuestros propios estándares y los estándares de otros son los estándares con los que queremos vivir puede ser crucial. ¿Cuáles estándares apoyan mejor nuestro bienestar y nuestras relaciones y ofrecen mayor elección y libertad? ¿Cuáles son los estándares con los que quiere vivir que usted "posee"?
En lugar de ser una víctima de la culpa y la vergüenza podemos indagar y examinar el lenguaje que acompaña cada emoción y en el proceso comenzar a diseñar una mejor vida emocional para nosotros. Al hacerlo podemos activamente elgir vivir vidas plenas que nos permitan jugar tan grande o tan pequeño como queramos.

Karen White puede ser contactada en: karen@thehumanconnection.co.za
© Newfield Institute

Fuente: http://www.ontologicalcoaching.com.au/html/articles_IR_016.html

vendredi 6 octobre 2017

Lo que el cuerpo nos dice sobre liderazgo - Art Kleiner

En esta entrevista, los innovadores en teatro de presencia social Otto Scharmer y Arawana Hayashi describen cómo desarrollar sus habilidades gerenciales mediante la consciencia física.

Una y otra vez, los ejecutivos sénior son desafiados para trascender sus limitaciones personales. Esto se relaciona con frecuencia con la forma en que su comportamiento es percibido. Pueden ser bruscos con las personas, o de alguna forma desorganizados o se distraen fácilmente o pueden comportarse fuera de su profundidad de alguna otra forma. Ellos descubrieron que deben cambiar si esperan mantener la lealtad del resto de la compañía. Deben aprender a comunicarse y tomar decisiones en formas nuevas que pueden sentirse incómodas al comienzo.
Para crecer en este camino, los líderes necesitan pensar sobre ellos mismos en términos de la persona total: el intelecto, las emociones, las relaciones e incluso - o tal vez especialmente - el cuerpo físico. Este es uno de las revelaciones inherentes a la forma de intervención organizacional conocida como Teatro de presencia social (SPT). Con raíces en la práctica contemplativa, coreografía de danza y trabajo de cultura organizacional, esta práctica está generando comprensiones sobre la naturaleza de la destreza gerencial. Da a los líderes una manera de pensar sobre las relaciones que han formado en la compañía entorno a ellos, su propio rol inconsciente al reforzar esas relaciones - incluso si son destructivas- y el ejemplo que como líderes establecen para otros. Todos estos elementos tienen que adaptarse y cambiar al unísono.
Una sesión de teatro de presencia social es como una escultura humana, en la cual los miembros de la organización se acomodan como un modelo del sistema en el que trabajan. Ellos son asignados para hacer parte del escenario complementándose, y pararse y moverse de formas que evocan las tensiones no habladas pero reales y las conexiones de la empresa. De repente, ellos ven quién no está comunicándose con quién - pero necesita hacerlo - , que supuestos aliados - que reclaman compartir los mismos objetivos- realmente se oponen unos a otros, y dónde los puntos de aislamiento y frustración evitan el trabajo de alto desempeño.
Existen muchos métodos similares al teatro de presencia social, desde los métodos de psico-drama desarrollados por el psiquiatra Austríaco Jacob L. Moreno a comienzos de 1900. Hoy, C. Otto Scharmer y Arawana Hayashi son prominentes entre los investigadores en el campo. Scharmer, originario de Alemania, es un conferencista sénior en MIT y profesor en el Programa Mil Talentos en la Universidad Tsinghua. Es el autor de Teoría U: Liderar desde el Futuro a medida que Emerge (Berrett-Koehler, 2009, rev. 2016), que plantea una teoría de la transformación del liderazgo basada en la relación entre la consciencia y la acción. Hayashi es coreógrafa y acharya (profesora) de meditación afiliada con la tradición Shambhala del Budismo. Pionera en el uso de la consciencia coroporal para facilitar el desarrollo del liderazgo, está acreditada como la principal desarrolladora del Teatro de Presencia Social. 
Scharmer y Hayashi son co-fundadores del Instituto Presencing, una red de investigación de acción global creada con, entre otros, Peter Senge, el teórico influyente en aprendizaje organizacional. Scharmer y Hayashi también co-crearon - junto con otros seis - un MOOC (curso en línea abierto y masivo) en MIT llamado Liderar desde el Futuro Emergente, diseñado para personas que buscan estar en la vanguardia de la transformación profunda ambiental, social y personal. El curso ha atraído 100.000 usuarios registrados desde 2015. Scharmer y Hayashi se encontraron con estrategia+negocios en el MIT en Cambridge, Mass., a finales del 2016 y actualizaron la entrevista con nosotros a mediados del 2017.
S+B: El interés actual en intervenciones profundas personales como el teatro de presencia social, sugiere que los líderes están comenzando a darse cuenta de que no están equipados para los desafíos que están enfrentando. ¿Son esos desafíos realmente más difíciles de lo que eran en el pasado?
SCHARMER: Ciertamente hay un alto nivel de globalidad y de interdependencia. Los negocios y los gobiernos colectivamente crean resultados que nadie desea - en términos de destrucción ambiental o inequidad económica. Las personas están agotándose, o sienten profundamente una falta de conexión real o ansiedad. Ya sea que sea diferente o no, quienes toman las decisiones son conscientes de la necesidad de un nuevo enfoque para los negocios y el gobierno. Pero ellos no saben exactamente cómo cambiar su enfoque y las escuelas profesionales no enseñan competencias personales necesarias para enfrentar estos desafíos exitosamente.
Por ejemplo, el gobierno de Escocia, que es considerado innovador en prácticas del sector público, está tratando de enfrentar el problema de inequidad en los ingresos en sus comunidades cambiando la manera en la que se prestan los servicios. Los representantes del gobierno van directamente a las comunidades locales y ayudan a activar la capacidad de las personas y grupos que viven allí. El programa es llamado proceso de desarrollo de comunidad basado en activos - (ABCD). ABCD requiere prácticas complejas de desarrollo de comunidad - en lugar de cada agencia de gobierno operando en un silo y gestionando sus grupos locales directamente.
Dos nuevas habilidades son requeridas para lograr esto: Una es reunir a la clase correcta de grupos de interés en cada comunidad local: organizaciones no-gubernamentales, negocios, gobierno. La segunda es aplicar técnicas de proceso y liderazgo que permitan que todos estos grupos de interés trabajen juntos efectivamente, enfocados en el bienestar de cada uno en el sistema, no solo su silo.
S+B: Algunos líderes tienen madera para esto. Pero estamos hablando sobre ampliar la habilidad hacia un grupo de personas más amplio.
SCHARMER: Es exactamente eso. Uno de los problemas centrales del liderazgo, particularmente en Estados Unidos es que es visto como un atributo de individuos. Debe ser visto como la capacidad de un sistema para percibir y realizar posibilidades emergentes futuras. En otras palabras, es necesario activar la capacidad colectiva de liderazgo. Si usted es un ejecutivo de negocios, por ejemplo, no puede ser exitoso sin influir en el comportamiento de sus grupos de interés dentro y fuera de la compañía. Muchos de ellos no pueden ser controlados mediante su jerarquía. Esto significa que el mecanismo más importante que tiene es la calidad de sus relaciones. Se construyen mediante una calidad alta de escucha y de conversación. Las llamadas habilidades suaves son incluso más relevantes cuando se trata de actividades globales complejas.
Si nosotros, como sociedad, continuamos atravesando disrupción, entonces estas habilidades son esenciales. Sistemas mayores serán reinventados frente a las crisis ecológicas, lo económicas y políticas actuales. También es discutible la crisis espiritual: las personas se sienten desconectadas de ls posibilidades de futuro. Experimentan esta desconexión como fatiga, depresión y tal vez el riesgo de suicidio. Los viejos modelos de negocios, que en muchos casos están basados en innovación marginal continua, no funcionarán en este contexto. Los líderes de negocio necesitan dar un paso atrás, mirarse a sí mismos y su realidad actual desde nuevos ángulos y entonces prototipar nuevos enfoques. Para esto es para lo que hemos usado el teatro de presencia social

Un Mapa de Experiencia Emocional

S+B: ¿Cómo define teatro de presencia social?
SCHARMER: Es un método para ayudar a las organizaciones y sistemas sociales más amplios, para contactar con el conocimiento que ya tienen sobre las estructuras interpersonales profundas, que impiden que el cambio real suceda. No es el único método, pero es uno que hemos encontrado muy efectivo. Los líderes de negocio con frecuencia carecen de un mapa de la experiencia emocional en una situación - quién está en el centro, quién es ignorado, dónde están los puntos ciegos. El Teatro de Presencia social crea un mapa compartido que las personas pueden usar como un punto de referencia al visualizar algunos de los temas sistémicos más profundos que inhiben el progreso. Las personas sienten una conexión emocional más fuerte hacia el sistema como un todo. El método muestra dónde los grupos están bloqueados hoy, dónde podrían estar mañana y cuáles son problemas reales para pasar de aquí a allá.
HAYASHI: Les pedimos a los individuos involucrados en una situación dificil que entren en una habitación y expresen su parte en ella haciendo una forma con su cuerpo. Ellos no se representan a ellos mismos - son voluntarios que representan otros roles, incluyendo personas clave en la organización, departamentos y categorías de personas como proveedores, miembros del sindicato y clientes.
Después de que el primer participante toma su postura en la forma corporal que ha escogido, preguntamos "Si la forma de tu cuerpo tuviera que decir algo sobre esta persona, ¿qué diría?" La respuesta es una oración desde la perspectiva del rol que está representado: "yo solo me estoy instalando en esta compañía". O "no sé a dónde mirar". O "Hay una sensación devastadora." O "Estoy muy lejos de todos e ignorado."
Entonces entra la segunda persona, encuentra un lugar en la habitación relativa a esta primera persona, hace su forma corporal y ofrece una oración. La siguiente y la siguiente. Cada uno debe tomar una decisión sobre qué tan grande o pequeño ser, y qué nivel vertical ocupar. Pueden pararse en una silla si así lo quieren, tumbarse en el suelo o sentarse en el medio. Ellos deciden cuál es su lugar en la escultura, dando un sentido profundo de su experiencia, soltando pensamientos o planes, y permaneciendo en un espacio abierto de no-saber y de posibilidad.
Muchos pensamientos están surgiendo y tratamos de suspenderlos - esto es, considerarlos y soltarlos sin reacción o juicio. Les pedimos a los participantes sentir su cuerpo físico, el espacio en el que están y sus relaciones entre ellos, sin mucho análisis. Tarde o temprano, en algún lugar de la escultura, alguien comienza a moverse. Pueden estirarse o ajustar su forma, o talvez, moverse hacia alguien más y poner una mano sobre su hombro. No se puede predecir cuál podrá ser ese primer movimiento, pero pone en movimiento a todos los demás. Todos se mueven un poco y entonces se cristalizan en otra escultura, con diferentes posiciones. El cambio está basado en un saber corporal más que en un saber de la cabeza. Esta nueva escultura ofrece revelaciones, sorpresas y más claridad en las posibilidades para el cambio.
S+B: ¿Porque se han hecho más conscientes de ellos mismos?
HAYASHI: Tal vez. Tal vez es que ellos son un poco más honestos. O tal vez ellos están simplemente expresando su propio sentido de afecto y aprecio por la vida.
Terminamos pidiendo a cada uno de ellos que diga una frase, desde su nueva forma corporal y su lugar en esta segunda escultura social. Después de que cada uno habla, los otros pueden dar parte pero solamente con percepciones directas de lo que vieron, percibieron o hicieron."Cuando vi que giraste, sentí rabia" o "Vi que el cliente se movió muy rápido hacia la periferia". Esperamos hasta que este reporte es completo, y entonces conducimos un diálogo abierto sobre lo que sucedió y lo que significó.
S+B: ¿Qué le dicen las formas y el movimiento de los cuerpos?
HAYASHI: Una cosa que amo del trabajo: es hermoso. Gran parte de las personas no tienen ningún antecedente en danza. Pero hacen gestos y formas que expresan tan profundamente lo que es ser un ser humano con otras personas. Puede sentir lo terrenal de las personas, qué tanto asisten a otros, cómo se están escuchando unos a otros - o no. No es como una interpretación literal del lenguaje corporal, donde un tipo de movimiento se supone que significa fuerza y otro significa debilidad, o lo que sea. Tiene más que ver con la calidad con la que cada persona hace su gesto y luego espera en su forma. La escultura total le dice tanto sobre lo que es ser un ser humano en una organización con otros, entonces, con algo de suerte, la escultura final le muestra algo más sano, saludable y bien conectado.

Una compañía toma el escenario

S+B: Ustedes trabajan con la mujer del negocio del vestuario Eileen Fisher, usando el teatro de presencia social para llegar a una comprensión de los problemas de liderazgo de la compañía. ¿Qué sucedió?
HAYASHI: Algunos de nosotros en el Instituto Presencing llegamos a saber de esta compañía hace unos años cuando Eileen [fundadora de la compañía epónima de US$300 millones] quería hacer algunos cambios. Ella estaba llegando más al público en términos de sustentabilidad, y sentía una necesidad de mayor énfasis en el desarrollo personal y bienestar de todos sus trabajadores.
SCHARMER: Habían algunos puntos ciegos en la compañía. Algunos departamentos eran energéticos y creativos, mientras otros estaban menos comprometidos, incluyendo algunos relacionados con servicio al cliente y experiencia del consumidor.
HAYASHI: La compañía condujo una sesión de teatro de presencia social en la cual las personas reflexionaron sobre sus relaciones con Eileen Fisher como también sobre sus relaciones con los clientes. Después del taller, Eileen se comprometió más en hacer que el desarrollo personal no solo estuviera disponible, sino que formara parte de la cultura organizacional de tal forma que afectaría a todos. Ella ya estaba haciendo algo de esto intuitivamente, pero ahora había un número de pequeños cambios. Por ejemplo, hacían pausas en las reuniones para momentos de silencio, mantenían jornadas de percepción a lo largo de su cadena de suministro - en la cual- equipos de empleados visitaban a los proveedores para entender mejor cómo trabajaban, comenzaron a referirse a los clientes explícitamente como su comunidad. Y así. También expandieron la comunicación sobre valores culturales con todos en la compañía, desde los empleados IT hasta los vendedores de las tiendas.
Más recientemente, hicimos un video sobre este trabajo con Eileen, e hicimos otra sesión de teatro de presencia social con Antoinette Klatzky, la co-fundadora y directora ejecutiva del Instituto de Liderazgo Eileen Fisher.
Ella y otros allí habían creado un curriculum para el Lab de Aprendizaje, un centro de aprendizaje permanente patrocinado por el instituto y desde ese momento renombrado como Eileen Fisher LifeWork. El curriculum incluía meditación y prácticas basadas en arte, para sacar a la persona total. Lo habían ofrecido no solo a los empleados de tiempo completo, sino que también a otros trabajadores en las compañías de los proveedores de Elen Fisher. Pero las personas no parecían estar interesadas en el curriculum en la forma que ella esperaba que lo estarían.
Así que reunimos a un pequeño grupo de personas para una sesión de teatro de presencia social, para mirar las relaciones entre las partes de la compañía y la misión del Lab de Aprendizaje. Mientras la escultura se desplegó, algunas personas se posiconaron más cerca al centro, lo que incluía estar más cerca de la persona que representaba a Eileen, mientras otros se alejaron, hacia la periferia. Y algunas de las figuras periféricas estaban acostadas sobre el piso, no tan fáciles de alcanzar, sin que realmente cuidaran de ellos mismos. Había mucha tristeza que salía a la superficie, producida por la forma en que este grupo de personas se había acomodado. Parecían un poco oprimidos, como si no tuvieran un lugar real en la empresa. Entonces la escultura cambió, moviéndose a la siguiente fase, representando un futuro potencial, y cada uno se acomomdó en un patrón general más cohesivo.
Cuando Eileen vió a los caracteres representando a ella misma y a sus empleados, dijo qué tan duro trabajaban, pero también qué tan limitados podrían estar. Su compromiso continuo con el bienestar de los empleados de la compañía fue fortalecido. Hubo nuevas comprensiones sobre cómo comunicar las ofertas del Lab de Aprendizaje a las personas dentro de la compañía y a la comunidad más amplia.
S+B: Encuentra que cada organización es diferente, o surgen repetidamente los mismos patrones y dinámicas?
SCHARMER: Estamos investigando esa cuestión ahora mismo. Hay algo único sobre cada organización, pero hay también patrones recurrentes que queremos establecer como arquetipos.
HAYASHI: Algunas de las dinámicas que implican la atención del liderazgo parecen universales. Hicimos un teatro de presencia social recientemente con una compañía multinacional. Dos empleados sénior que habían sido asignados a roles en el extranjero estaban en la periferia aislados. Nadie tenía esta intención, pero eran ignorados y no se les daba tanto apoyo como ellos lo necesitaban. Sucedió de forma tan pequeña, pero los atascó completamente. Y entonces todos en la compañía estaban tan centrados en su pequeño grupo que cuando vieron la escultura fue sorprendente ver cuán grande era el sistema total que representaba.
SCHARMER: Algunas veces estos patrones se hacen claros solamente en retrospectiva, mucho después de que la sesión ha terminado. Trabajé con el sistema de salud Danés, que estaba atravesando un proceso de regionalización, pero sin el mecanismo de coordinación necesario. El ejercicio de teatro de presencia social reveló hospitales compitiendo por recursos con mucho interés propio y no mucha confianza. Los participantes vieron esto, y se dieron cuenta que si querían colaborar y compartir recursos, necesitaban un proceso central que se centrara más en los pacientes.
Dos meses después, volvieron a mapearse ellos mismos con otro teatro de presencia social. Ellos vieron que necesitaban conectar más efectivamente no solo con pacientes en el hospital, sino con otros miembros de la comunidad. Necesitaban ir más allá de tratar al enfermo, hacia fortalecer su habilidad para proveer salud y bienestar. Al ver esto juntos, el grupo creó no solamente un mapa compartido de lo que estaba sucediendo actualmente, sino también una visión compartida del futuro que querían crear.
HAYASHI: Algunas de las cosas más reveladoras son las conexiones inesperadas que las personas hacen. La palabra teatro, derivada del Griego para mirar, significa un lugar donde algo significativo puede ser visto. Aquí, vemos cómo nuestras pequeñas acciones como líderes ponen en movimiento estructuras sistémicas mayores que mantienen a algunas personas arriba y a otras abajo en formas que no necesariamente teníamos planeado, que marginalizan y excluyen y desprecian a veces a las personas.

El conocimiento en el cuerpo

S+B: Mencionó un sentimiento de tristeza que salía a la superficie. ¿Eso ocurre en la mayoría de las organizaciones con las que trabaja?
HAYASHI: En casi todas estas sesiones, hay una acumulación de poder revelado, donde algunas personas conectan y otras son excluídas. Se siente qué tan contraproducente es tener algunos miembros marginados. En un teatro de presencia social que hicimos sobre compromiso joven con deportes y clubes, la escultura resalto la división social entre los jóvenes con recursos y los jóvenes con bajos ingresos, particularmente minorías. Usted podía ver cómo las personas habían hecho pequeñas elecciones durante años que adicionaron a un quiebre increíble entre aquellos con acceso a estos servicios y aquellos sin acceso.
En una de las discusiones, después de que las personas hablaron sobre la necesidad de diseñar un mejor resultado, uno de los hombres dijo, "tal vez el duelo colectivo debería ser el resultado. Tal vez el reconocimiento desgarrador de la desigualdad social nos motivará a comprometernos realmente y hacer algo". Esto es importante, pienso, sentir colectivamente el corazón roto de una forma que nos lleve a salir de nuestras zonas de confort. No pienso que la tristeza sea negativa. Es una emoción humana que cuidamos.
En otra compañía, el liderazgo era todo igual sobre el papel, pero un pequeño grupo se ponía a ellos mismos en cierta clase de centro de poder y otras personas se sentían desconectadas, no podían resolver cómo obtener influencia. El ejercicio de teatro de presencia social, lo dejó claro. Una de las mujeres en la sesión me dijo, "fue un sentimiento triste y poco placentero, pero en realidad me dio fuerza y claridad". Ella estaba entre aquellos que se sentían excluidos, ella dijo ahora que podía comprender cómo encajar en las dinámicas del equipo de alto liderazgo.
S+B: ¿Existe una conexión entre la consciencia física del cuerpo de un ejercicio como este y la habilidad para avanzar emocionalmente?
HAYASHI: Eso creo. Hay mucha investigación ahora sobre inteligencia emocional, pero muy poca sobre el conocimiento inherente en el cuerpo. No es solo sensación, es conexión con otras presonas y con el presente. Es tan fácil perder esa presencia, estar perdido en pensamiento y completamente desconectado de nuestro ambiente. Su cuerpo está caminando hacia el carro en un parqueadero, pero su mente está pensando sobre lo que sucedió ayer, y esas dos sensaciones no están sincronizadas. No nota la luz o las personas paradas cerca, o cualqueir cosa sobre su entorno. Y eso puede disminuir su habilidad para actuar.
Experiencias como el teatro de presencia social apuntan a nuestra interconexión y al hecho de que siempre somos parte de un cuerpo social. El cuerpo en sí mismo es un órgano de percepción. Las señales que recibe son un poco como lo que Eugene Gendlin, el autor de Focusing [Everest House, 1978], llama el "sentido percibido": una cualidad de conocer lo que se extiende más allá de los cinco sentidos hacia la consciencia del cuerpo. En este momento, en este edificio de oficinas, el aire y la luz tienen una calidad particular. Sería diferente si fuera una mañana en una playa, o si estuviera entrevistando otras personas. Sería una textura diferente, una calidad diferente, incluso si las palabras fueran exactamente las mismas.
Esta forma de traer al cuerpo en la conversación no es tan cómoda para algunas personas. Pero tal vez, cuando es exitosa, es exitosa porque no es cómoda. Las personas no saben cómo mentir o cubrirse en este reino, y tienen que estar con la mente-abierta y dispuestas a exigirse a sí mismos, para estar en conexión directa con los demás.
El cuerpo tiene una voz. Cuando permite que esa voz hable, incluso por 20 minutos de su día, cambia las cosas que nota. Llamamos a esto encarnación: la sensación de que vive en un cuerpo particular, sobre este gran cuerpo Planeta Tierra, y es donde usted comienza cada día. Esa consciencia afecta sus relaciones y su toma de decisiones. Si está desconectado de su propio cuerpo, pienso que estará desconectado de su cuerpo social también y de las personas a su alrededor.
S+B: Cuéntenos sobre la Teoría U y cómo encaja.
SCHARMER: La Teoría U es básicamente el arco a través del cual las personas viajan cuando están transformando su comprensión y su capacidad para la acción - cuando ellos trascienden fronteras o van más allá de su zona de confort. Es también una forma de entrenarse a sí mismo para dar atención a las semillas del futuro que ya están residiendo en su ambiente. 
Hay tres etapas principales, cada una involucra diferentes grupos de actividades. La primera etapa es percibir: ver el sistema en el que está más claramente, de tal forma que pueda liberarse a sí mismo de sus viejas suposiciones y hábitos. Todos los líderes están sentados en burbujas. Entre más poderosa la organización, entre más alto esté, más fuerte la burbuja que requiere trascender. No puede verse a sí mismo claramente o reinventarse a sí mismo de otra manera. También llamamos a esta etapa "dejar ir": liberar sus viejas formas de pensar.
Hay muchas formas de hacer esto. Por ejemplo, puede ir a los márgenes de su sistema, los lugares dentro de su influencia pero fuera de su zona de confort, y suspender sus hábitos de pensamiento. Escuchar con su mente y corazón abierto. Acceder a la sorpresa que siente. Puede reflexionar colectivamente utilizando técnicas como el teatro de presencia social, planeación de escenarios, sesiones narrativas, diálogo e intervenciones sociales. Con cualquiera de estas, crea un mapa conceptual nuevo de su situación que muestra los sistemas más claramente y también cómo cada persona los ve.
La segunda etapa, después de percibir, es presenciar: conectar con un nivel más profundo de su propio conocimiento y aspiraciones. Es donde usted desarrolla la historia del ego y las historia del futuro del que quiere ser parte. Uno de los mecanismos más efectivos usados para activar este nivel más profundo de conocimiento es la quietud intencional - como individuo o en un grupo.
La última etapa es hacer prototipos para la nueva actividad o aprender haciendo. Esto incluye prácticas de pensamiento de diseño, en las cuales innova un nuevo producto o enfoque social y aprende de él. Cuando cambia el organigrama de su compañía o introduce nuevos tipos de oferta, o se muestra diferente en el mundo, está en esta etapa. Algunas veces, lo llamamos "dejar llegar", como permitir que una nueva forma de operar venga al mundo.
S+B: ¿Porqué la mayoría de los líderes no quisieran pasar directamente a la etapa de prototipado, en lugar de tomar un desvío a través de la percepción y la presencia?
SCHARMER: Si comienza con prototipado, simplemente continúa recreando de nuevo sus viejos modelos mentales, más de lo mismo. Si enfrenta una situación real de disrupción, necesita poner más esfuerzo en salir de su propia burbuja y sumergirse a sí mismo en los lugares de mayor potencial.
S+B: Después de todos estos años de diálogo, intervenciones en sistemas como la Teoría U, y otras innovaciones en el aprendizaje organizacional, uno esperaría ver un incremento en la competencia de liderazgo general en el lugar de trabajo. ¿Piensa que esto está pasando?
SCHARMER: Es una gran pregunta para todos nosotros, y la respuesta es profundamente confusa. Cuando usted mira solo lo que los medios nos están reflejando a nosotros sobre nuestra sociedad y cómo ésta es liderada, nos ve retrocediendo. El sistema más viejo de negocios y política social fue, en efecto un sistema de confusión con las mismas viejas rutinas institucionales. Ahora esas instituciones principales son desafiadas por fuerzas disruptivas a gran escala: globalización y una ola sin precedentes de refugiados, cambios tecnológicos, movimientos de populismo político y las nuevas realidades del cambio climático.
La respuesta alternativa es girar hacia los problemas como oportunidades de aprendizaje colaborativo: inclinarse hacia el futuro emergente, estar abierto a prototipar nuevos enfoques y cultivar mejores relaciones entre fronteras institucionales y sectoriales. Si este es nuestro modelo de liderazgo iluminado, entonces ha habido un progreso tangible. Hay todo un paisaje de relaciones colaborativas basadas en estos principios que vemos surgir en todo el mundo. Este movimiento encarna un cambio en el campos social desde "la consciencia ego-sistema" hacia la consciencia ecosistema. Personalmente, pienso que este cambio sutil puede ser el evento más importante de nuestro tiempo. Métodos como el teatro de presencia social hace que este cambio sea visible y factible en el nivel de grupos organizaciones y sistemas sociales más amplios.

Perfil del autor:
Art Kleiner es editor en jefe de estrategia + negocios
Fuente: https://www.strategy-business.com/article/What-the-Body-Tells-Us-about-Leadership?gko=f5217

vendredi 15 septembre 2017

El escuchar según Byung-Chul Han

Escuchar para Chul Han, no es un acto pasivo. 
Se comienza por dar la bienvenida al otro, con amplia apertura a su otredad. 
Luego atiendo a lo que dirá. 
Escuchar es un acto de generosidad, es un acto de dar, es una entrega. Y es lo único que le ayuda al otro a hablar, dice Chul Han.
La escucha antecede al habla.
El oyente opera como una caja de resonancia en la que el otro se libera hablando. El silencio del oyente es hospitalario, amigable. El que oye se retira por completo, se vuelve todo oídos.

La escucha puede bastar para sanar.
El oyente no debe hablar, pues el hablar ya serían juicios y equivaldrían a un posicionamiento.
Escuchar es un inhalar que no se anexiona al otro, sino que lo alberga y lo protege.
El oyente se vacía, se vuelve nadie, dice Chul Han.

La pasividad de la paciencia es la primera máxima de la escucha.
El oyente se pone a merced del otro, sin reservas.
Mis palabras, mi juicio, incluso mi entusiasmo, siempre hace que algo muera en el otro.
Y cuando empezamos a no poder escuchar, empieza la muerte del otro.

Los mensajes de Twitter no van dirigidos a una persona concreta.
La comunicación digital me interconecta y al mismo tiempo me aísla. 
Destruye la distancia, sin generar ninguna cercanía personal.
Sin la presencia del otro, la comunicación degenera en intercambio de información.

Al escuchar, no se produce ningún intercambio.
La escucha es una acción que implica una participación activa en la existencia de otros y también en sus sufrimientos.
La escucha enlaza e intermedia entre personas para que ellos configuren una comunidad.

Hoy cada uno se queda a solas con sus sufrimientos y sus miedos. El sufrimiento se privatiza y se individualiza; no se establece ningún enlace entre mi sufrimiento y tu sufrimiento.
Internet no se manifiesta hoy como un espacio de la acción común y comunicativa. Mas bien, se desintegra en espacios expositivos del yo, en los que uno hace publicidad sobre todo de si mismo.

El tiempo del otro, es el tiempo que le damos a los otros escuchándolos.
Es un error pensar que escuchar es algo que puede hacer cualquiera. Escuchar de verdad es algo que solo muy pocas personas pueden hacer de verdad.
La escucha opera milagros. Hace que a las personas se les ocurran cosas que por si mismos no habrían imaginado jamás.
Que hace que el escuchar de esta forma haga que gente desorientada e irresuelta, sepa de repente qué es exactamente lo que quiere; que personas tímidas, de pronto se sientan libres e intrépidos; o que personas desdichadas y agobiadas, se vuelvan confiados y alegres ?

Se trata de descubrir el tiempo del otro. El tiempo del otro no se somete a la lógica del incremento del rendimiento, lo cual genera una presión por acelerar.
La política temporal neoliberal, elimina el tiempo del otro, que por si mismo es un tiempo improductivo.
Cero tiempo para el otro implica total tiempo para el yo, que viene acompañado de un tiempo dedicado a la producción, que hoy abarca todos los ámbitos vitales y conduce a una explotación total del hombre.

El tiempo del yo nos aísla e individualiza.
El tiempo del otro crea una comunidad. Por eso es un tiempo bueno, dice Chul Han.

vendredi 8 septembre 2017

Aprender a decir “no” - Pedro Campos

Cada vez estoy más convencido de la importancia de aprender a decir no.
Decir no – con sabiduría – puede ayudarnos a:
  • Administrar mejor nuestro tiempo
  • Atender nuestras prioridades
  • Cuidar nuestras finanzas personales
  • Tomar mejores decisiones
  • Mantener una vida simple
El problema es que decir no, no es fácil.
Vivimos en una sociedad donde decir no es considerado poco amable. Esto hace que muchas veces le digamos sí a cosas que no concuerdan con lo que realmente queremos.
Por otro lado, también es difícil decirnos no a nosotros mismos. Es común caer en nuestras propias redes auto-engaño, y decirle sí a cosas de las que después nos arrepentimos.
Si tú (al igual que yo) tienes problemas para decir no, tal vez te ayude ver las cosas de la siguiente manera:
Cuando le dices no a algo, le estás diciendo sí a otra cosa (y viceversa)
Hoy en día no soy experto en decir no, pero creo que he mejorado mucho, gracias a esta forma de pensar.

3 ejemplos de mi vida personal

Decidí redactarlos desde las dos perspectivas porque creo que tienen un impacto diferente. Ya lo verás.
  1. Cuando le digo no a participar en un proyecto que no me interesa, le estoy diciendo sí a los proyectos que me apasionan
  2. Cuando le digo no a comprar algo innecesario, le estoy diciendo sí a mi objetivo de ahorrar
  3. Cuando le digo no a pasar tiempo con personas que no suman valor a mi vida, le estoy diciendo sí a pasar tiempo con las personas que amo
(ahora al revés)

  1. Cuando le digo sí a participar en un proyecto que no me interesa, le estoy diciendo no a los proyectos que me apasionan
  2. Cuando le digo sí a comprar algo que no necesito, le estoy diciendo no a mi objetivo de ahorrar
  3. Cuando le digo sí a pasar tiempo con personas que no suman valor a mi vida, le estoy diciendo no a pasar tiempo con las personas que más amo
Recuerda:
Si le vas a decir sí a algo, presta atención a qué le estas diciendo no. (¿qué es más importante para ti?)
Si le vas a decir no a algo, considera a qué le estás diciendo que sí. (recordarlo te ayudará a no sentirte mal por decir no)

No se trata de ser una persona engreída y egoísta que va por el mundo diciéndole no a todo lo que se le presenta. Se trata de tener claras nuestras prioridades y saber decir no con amabilidad para poder enfocarnos en las cosas que realmente importan.
Decir sí puede darnos nuevas oportunidades; pero en exceso, hasta las oportunidades son malas.

Fuente: https://lavidaminimal.com/2017/08/31/aprender-a-decir-no/

vendredi 11 août 2017

Coaching Esencial - Cris Bolivar

“el ego nos protege pero no nos cuida, en cambio el camino pasa por cuidarnos, sanar nuestra herida, iniciar un proceso basado en el amor y la completitud para así trasformar nuestro ego en nuestro talento-don.”

En esencia estamos en el centro, en ego estamos descentrados.
La salida al sufrimiento tiene que ver con un ser centrado en sí, claro, en contacto con su ser, su sentido, su sabiduría.
El problema es que andamos descentrados tratando, aún de adultos, de complacer las expectativas de los demás. Hemos aprendido que, siendo lo que el Otro nos dice ser, todo irá bien, no volveremos a sentir dolor.
Pero, como hemos dicho, el ego no cuida ni sana nuestra herida, solo la intenta proteger, y lo hace a través del juicio, la no- aceptación, el no-amor, la auto-exigencia... y de ahí el descentramiento, la desconexión con el ser esencial que somos y que no podemos aceptar porque nuestro crítico interior, aliado del ego para que nos mantengamos en sus reglas, nos repite lo que el Otro (cuidador principal con el que establezco los vínculos de dependencia) nos “colocó”: “no seas así, sé como x, hay que ser x para ...”. Y nos niega, niega nuestra vulnerabilidad sustituyéndola por una falsa identidad que viene a tapar la herida, pero no a cuidarla.
El ego, en su intento por proteger a nuestra vulnerabilidad, a nuestro niño interior herido, se olvida del propio ser, se aliena para adaptarse a un Otro que, en nuestra primera infancia, necesitamos para sobrevivir. El Otro coloca una demanda a nuestra necesidad y se abre un agujero, un vacío, un espacio de no-ser que es la herida.
La herida es la sensación de ausencia de, de carencia en el ser, en la construcción que he hecho de mi yo.

“Si eres bueno te amaré”, “si... entonces...”, que cada uno ponga ahí su condicional, qué se le pedía para sentirse cuidado, protegido, amado... para no sentir ese temido vacío y el dolor que conlleva.

De entre toda esa esencia de posibilidades de ser que somos, la orquesta entera que somos, vamos poniendo en la sombra a algunas de esas posibilidades de ser para quedarnos con las que el Otro nos ha “indicado” que son las válidas a través de las experiencias de placer y dolor que se afianzan a través del lenguaje.
Y nos vamos desalineando, descentrando de nuestro ser para identificarnos con el ser que tenemos que ser y acabamos creyendo que somos. Y más creemos que somos nuestro ego, negando otras posibilidades de ser, más nos hacemos pequeñitos. No me amo, no me acepto, me exijo, me niego, me agredo, me traiciono, me abandono,... y pido a los demás que hagan todo lo que yo no hago por mí, que me cuiden por mí, que me amen por mí, que me respeten por mí, que me protejan por mí...

La salida está en el camino del cuidado de sí, la epimeleia heautou griega.
La epimeleia es una actitud de relación con uno mismo, con los otros, con el mundo, una mirada sobre lo que uno piensa y una manera de ser. Desde el Oráculo de Delfos sabemos la fórmula “conócete a ti mismo” (gnothi seauton), pero, en realidad, iba siempre acompañada de “ocúpate de ti mismo”, donde el conocimiento de uno mismo era un caso particular de ocuparse de uno mismo: la epimeleia.

Crecer espiritualmente es generar vínculos de amor con uno mismo.
Ese es el camino, como veremos más adelante, que propone el Coaching Esencial, sea cual sea el nivel de consciencia en el que se encuentre el coachee, el trabajo es acompañarle a su siguiente nivel de aceptación de sí, de cuidado de sí, para trascender el ego y convertirlo en su talento-don, conectándose con su sabiduría interior, sanando la herida.

  • Solo si nos vaciamos, desaprendemos, podemos mejorar
  • Solo si estamos abiertos a aprender, sin barreras, podemos dejar entrar lo nuevo
  • Solo si sanamos nuestra herida estamos abiertos a aprender, sin miedo, sin barreras

Pero, ¿cómo sanar nuestra herida?
El dolor emocional nos muestra donde tengo que cuidarme. En lugar de protegerme cada vez más y desconectarme de mí (neurosis), intentando controlar que yo mismo, el otro, el mundo, sean como necesito que sean, lo que puedo hacer es renunciar al control y aprender a vivir la experiencia de ser, en conexión conmigo, escuchándome compasivamente, humildemente.
Podemos decir que hay tres heridas que se corresponden con los tres grandes problemas existenciales humanos. A todos nos afectan las tres, pero solo una nos pone realmente en crisis, solo uno de estos vacíos existenciales es la base de nuestro ego, y éste va a intentar que no sintamos ese vacío porque nos resulta doloroso. El alejamiento esencial ocurre porque intentamos evitar el dolor en uno de estos tres problemas existenciales y sus heridas.
El ego vive permanentemente desde la carencia, la esencia eternamente en la plenitud.

Herida de vida. De autoconfianza.

Tiene que ver con la dimensión mental, el córtex.
Se ha creado a través de la experiencia emocional de que esto de la vida es difícil, la vida es amenazante, llena de peligros y dificultades que yo no voy a poder afrontar, porque hay una herida de autoconfianza.
Desde esta herida, yo no confío en ser capaz de hacerle frente a esta vida tan difícil, problemática, compleja, y cuesta encontrarle el sentido. No me percibo con los recursos personales para hacerle frente, y siento ese vacío de capacidad. Por lo tanto, lo que se vive de forma difusa y más o menos consciente es el miedo, hay un tono de fondo de ansiedad.
Y lo que intentará el ego para tapar ese vacío existencial es una estrategia mental donde anticipar, controlar, prever, organizar, conocer... estas amenazas posibles para que no nos pongan en jaque, porque está convencido de que no seremos capaces de hacerles frente.

La herida de muerte. De autoafirmación.

La herida de muerte tiene que ver con lo visceral, el cuerpo, lo material, con el cerebro reptil, la intuición y la vulnerabilidad. Lo aprendido es que podemos desaparecer en cualquier momento, que hay que agarrarse a la vida porque somos frágiles, hay que aferrarse, afirmarse, marcar un territorio, pero como hay herida de autoafirmación, esto se convierte en especialmente problemático, uno no se percibe con poder para hacerlo.
La carencia de sensación de poder para autoafirmarse tiene que ver con el hacer, con la acción, y la emoción principal que hay de fondo, manifestada o no, es la ira, que sirve para poner límites, es una herida que se vive desde la necesidad de afirmación que uno no percibe en sí mismo.

La herida de amor. De autoestima.

Relacionada con el sistema límbico, el cerebro emocional.
La herida de amor tiene que ver con que se ha tenido la experiencia emocional de no ser digno de ser amado, no haberse sentido visto, la autoestima que no ha quedado construida y por lo tanto el amor se irá a buscar fuera.
Está orientada a los vínculos, las relaciones, en el qué sentir para ser lo que se ha de ser porque no se percibe el valor que se tiene intrínsecamente como ser humano. La emoción principal es la tristeza que produce la pérdida del ser, del no ser digno de ser amado.
Veamos un ejemplo de todo ello... Por ejemplo imaginemos que nos despiden, ante ello puede haber distintas reacciones...
Podría ser que nos dé igual... lo percibimos como una situación complicada, tal vez difícil o incluso incómoda, pero simplemente nos decimos que habrá que volver a buscar empleo y ya está... aunque ya no tengamos un sueldo fijo, aunque tengamos que renunciar a la estabilidad o a ciertas comodidades, no nos pone en crisis. ¿Por qué? Porqué puede que tengamos una herida de amor, y puesto que mi ser no se ha sentido cuestionado, no sentimos que nos hayan despedido por no ser lo que había que ser (por ejemplo han cerrado la empresa), no nos duele, molesta, incomoda, pero no nos duele.
En cambio, la misma situación a alguien con herida de vida lo pondría en crisis, porque aunque entienda que lo han despedido independientemente de él se siente sin suelo, sin seguridad, tocado en su capacidad de enfrentarse a una dificultad.
De igual forma, si tenemos una herida de muerte, no me centraré en si soy capaz de tirar adelante, sé que lo soy, o si yo he sido buen compañero o no... lo que me afectará es sentirme débil, por ejemplo que se ha cometido una injusticia conmigo y no me he podido defender, que ha habido un abuso de poder conmigo o incluso con los compañeros. Eso será lo que me tocará de verdad y abrirá mi herida.
Muchas veces no es fácil identificar la herida, por ejemplo un coachee dice: “No quiero ser abandonado”. Podríamos pensar que es una herida de AMOR. Pero cuando preguntamos: ¿qué pasa si te dejan? y él responde: "No sabría que hacer en esta vida, no me sentiría capaz de..." Vemos que lo que existe en realidad es una herida de Autoconfianza.

Egos de la herida de vida, centro mental (5, 6 y 7).

Los egos que están protegiendo no sentir la herida de vida lo hacen a través de estrategias mentales, donde la gestión de lo mental se convierte en la dificultad. Si uno siente que de forma habitual entra en dificultad para leer la realidad, interpretarla, entra en bucle mental desde una ansiedad difusa, es posible que haya de fondo una herida de vida.

  • El enea5 le hace frente a esto, acepta que la vida es difícil y complicada por lo que se retira, intentando mantenerse en una situación de objetividad donde las situaciones no me afecten para descubrir de qué va esto y enfrentarlo. Busca el conocimiento en profundidad, de investigación y retirada emocional para poder manejarlo en esta subjetividad, para poder hacerle frente a las dificultades que le pueden llegar de la vida. Su lado enredado es la avaricia, necesita más de todo, más recursos, vive en sensación de carencia. En su don o lado luminoso, es decir, cuando está bien integrado, a través de la integración de todos los eneatipos sería el sabio, el que ve las cosas y las puede discriminar.
  • El enea6 intenta responder a su miedo básico buscando redes de seguridad puesto que no cree en sí mismo, no cree en su capacidad de decidir sin equivocarse, por lo que busca a personas o situaciones donde poder apoyarse, por ejemplo una pareja que sabe, una familia, un club, equipo, etc. En su lado oscuro estaría la cobardía y en su lado positivo sería el leal, el cooperativo.
  • El enea7 ante las dificultades lo que hace es irse a otro mundo donde todavía no haya dificultades, porque si se queda en este siempre cree que al final le llegarán, así que está pendiente siempre de lo próximo, por ejemplo de la próxima fiesta, proyecto, relación, etc. En su lado problemático, sería el hedonista, el Peter Pan, el que nunca aterriza, no materializa, en su lado de talento sería el optimista siendo experto en ver las posibilidades que trae la vida.

Egos de la herida de muerte, centro visceral (8, 9 y 1).


Giran en torno a la herida de autoafirmación y la emoción de la ira que puede ser extrovertida, introvertida o ambivalente según el tipo de ego. Intentan tapar la sensación de falta de poder e influencia personal, la sensación de que uno es frágil y vulnerable, y donde uno puede desaparecer de este mundo ya sea física o simbólicamente, por ejemplo, que me quiten mi espacio. Por lo tanto están orientados al hacer para mantener estos límites.
En cualquiera de los tres casos la gestión de lo corporal-visceral-intuitivo es problemática cuando se está en la trampa de estos egos.

  • El enea8 lo hace confrontando, está pendiente de quien manda aquí, si el otro tiene el poder se va a sentir débil por lo tanto él lo tiene que tener, se cree que él es el más fuerte, yo tengo más autoridad y poder que los demás. Su lado de pecado es la lujuria y en su lado luminoso sería el campeón, el jefe, el último de abandonar el barco.
  • El enea9 que está en el triángulo por lo que es él que menos ve, enfrenta esta herida tratando de ser invisible, estaría desde la no acción, intenta mantener su espacio intentando que nadie lo vea porque cree que de ese modo lo va a conseguir, por lo que si nadie me ve no entro en conflicto entonces no molesto y no estorbo a nadie, por ende, empieza a sobre adaptarse y en este juego es ambivalente con la herida, por ejemplo, intenta callar para no generar conflictos pero al mismo tiempo en ese callar, llega un minuto que explota. En su pecado sería la pereza mental de no moverse para no enfrentarse y su don el pacificador, el que sabe mantenerse en armonía.
  • El enea1 lo hace desde una forma más conceptual: hay que ser así, el mundo es de tal modo, este es mi límite, esto es lo que yo decido. La herida va interiorizada y se tiene rabia cuando no se cumplen esas propias reglas de lo que hay que ser rigurosamente en el mundo para que el mundo sea como ha de ser. En su lado negativo el perfeccionista y en su lado positivo es el que sabe detectar cuando algo está mal para mejorarlo.

Egos de la herida de amor, centro emocional (2, 3 y 4).

Están enfocados a de qué manera se ha de ser para tener valor a través de que el otro les quiera, por tanto, intentarán tapar la herida de autoestima intentando crear valor a través del otro, consiguiendo así el amor que uno mismo no se da.
Los tres egos, cuando se enredan, generan dificultad para la gestión emocional.

  • El enea2 cree solucionar su herida dando, mi valor pasa por dar, si yo doy me van a querer, este movimiento implica que yo no puedo reconocer mi necesidad o si no peligraría, por lo tanto el pecado es el orgullo y en su lado positivo un aspecto maternal, ayudador, servicial.
  • El enea3 está en el eje del triángulo neurótico, el que menos se ve, el más inauténtico se identifica desde el rol que ejerce, ese rol que es exitoso, que consigue eso que los demás le están pidiendo, ser reconocido y en esa medida tiene valor personal, en su pecado seria vanidad y en su don el conseguidor, el que hace milagros.
  • El enea4 lo soluciona siendo especial, yo soy raro y en mi rareza viene mi sentido de ser, mi valor. Está cubriendo ésta sensación de baja dignidad, lo esconde con que yo soy único y nadie me comprende, soy distinto a los demás, en su pecado seria la envidia hay una sensación de carencia que hace sentir que él no tiene eso que los demás poseen y en su luz sería el creativo ya que en esa voluntad de ser especial se atreve hacer cosas que otros no harían porque serían poco habituales.

La idea sería ganar en autoconocimiento y reconocer el eneatipo, el ego que se encuentra ahí y preguntarnos ¿qué está haciendo?, ¿qué está intentando tapar? ¿para qué hemos construido esta falsa imagen? de forma que pueda reconocer esta herida antes de hacerle caso al ego y decirle: “hasta ahora me has protegido pero ahora me cuido yo” y empezar a construir mi sensación de autoestima, de autoconfianza o de autoafirmación.
Se puede encontrar la descripción en profundidad de la estrategia de cada eneatipo-ego en libros de referencia como “La sabiduría del eneagrama” de Riso-Hudson.

El camino a la sanación: el ego se transforma en nuestro talento-don

Sólo cuando descubrimos y aceptamos el vacío existencial y vemos que no nos sirven nuestras estrategias egoicas, podremos iniciar el camino de desarrollo alquímico.
Deja de pelearte con tu condición de humano, renuncia al control y al poder, ríndete... transforma tu fragilidad en grandeza.
Hay que aprender a escuchar a nuestro niñ@ interior, que es donde está nuestro niñ@ herido, nuestra vulnerabilidad, sensibilidad, sentido,... si lo bloqueamos para no sentir dolor, éste se acaba somatizando o se distorsiona nuestro deseo básico, generando necesidad, dependencia y sufrimiento.
El tema es cómo nos ponemos en contacto con nuestro niñ@ interior.
A través del dolor emocional.
Éste nos informa de nuestra herida y eso nos ayuda a poder sanarla desde la conexión
con la confianza y el amar, trascendiendo el miedo, nos permiten relajarnos y decirnos “sea lo que sea estará bien porque así es”, sin juicio, el juicio viene de lo que mi ego considera que está bien o está mal en el intento que no nos toquen la herida, porque tiene miedo a que nos duela... pero ya sabemos a donde nos conduce ese camino.
Sin embargo, desde el cuidado de sí (que va acompañado del autoconocimiento), las cosas nos afectaran menos, ganaremos en libertad para ser, plenitud y bienestar, podremos dirigir nuestra vida ocupándonos desde la aceptación.
Amarme es darme permiso y la libertad para Ser, sea lo que sea lo que surja.
Amarnos es lo que nos permite entrar en ese espacio de sabiduría, nos estamos reconectando otra vez con la esencia.
Cuando dejas de pelearte contigo mismo, florece tu don.
No se trata de términos absolutos, es un proceso de toda la vida, en el camino me atascaré, me parecerá retroceder y entonces tal vez viva sufrimiento, frustración, impotencia, estrés, ansiedad, apatía, desde el miedo... O puedo estar yendo hacia otro sitio con más fluidez, más plenitud, menos reactividad, menos ansiedad, desde la esencia.
Desde el MIEDO... Vivo desde la carencia.
Si no tengo lo que necesito entro en estrés, y si lo tengo no suele hacerme feliz.
Desde la ESENCIA... Vivo desde la abundancia.
Si no tengo lo que deseo no me afecta, y si ocurre suele hacerme feliz.

El trabajo en Coaching Esencial: del ego a la esencia.

En Coaching Esencial ponemos foco en acompañar este proceso, leyendo a través del PARDES (herramienta cabalista de lectura hermenéutica) para facilitar consciencia y autoconocimiento del ego que protege la herida, de forma que el coachee pueda desvelarla con compasión para sanarla y transcender su ego de modo que no le resulte limitante y pueda manifestarse desde su potencial para conseguir meta-resultados o resultados extraordinarios.
La función del coach no es engordar al ego, sino facilitar trascenderlo, porque allí se encuentra el verdadero potencial.
Trascender al ego acogiendo y escuchando al niño interior desde la aceptación del ser y facilitar que el ego permita desarrollar la polaridad, abrazar la sombra, ampliar el contacto con la esencia, con la unicidad de las distintas energías del ser (eneatipos) para pasar de una falsa identificación a una identidad más acorde con la realidad del ser... generando sabiduría.
El camino de retorno a la esencia. Un camino hacia la sabiduría.
Es un camino de amor, amor a uno mismo y a la vida. Un camino sin miedo. Un camino de agradecimiento. Un camino de humildad y de confianza. Un camino hacia la autenticidad, la esencia, la totalidad. Un camino hacia la claridad y la luz.

Foco y estrategias de la intervención en Coaching Esencial:

Desvelar al ego y quitarle poder para dárselo a un espacio de sabiduría interior. Abordar la herida para sanarla desde la compasión y el amor hacia la niña herida actualizando la vivencia: ya no es la niña frente a su madre, es una mujer completa.
Fortalecer la confianza frente al miedo a la intimidad, al mostrarse y al rechazo. Desempoderar al crítico interior y a sus mensajes.
Llevar los descubrimientos a la experiencia desde la consciencia para generar una nueva experiencia emocional.
Algunas preguntas clave:

  • ¿Para qué pones pruebas?
  • ¿Qué intentas proteger?
  • ¿Qué pasaría si te eligieran?
  • ¿Qué intentas conservar?
  • ¿Qué intentas evitar?
  • ¿Cuál es el miedo?
  • ¿Para qué evitas la intimidad?
  • ¿Para qué eliges los hombres que eliges?
  • ¿Qué te dices?
  • ¿Eres ahora la niña de 3 años?, ¿quién eres ahora?
  • ¿Desde dónde estás cuando te proteges?
  • ¿Desde dónde podrías estar para confiar?
  • ¿Quién ha de amarte?
  • ¿Quién ha de bajar tu defensa?
  • ¿Qué puedes hacer de forma distinta?
  • ¿Qué otros mensajes te puedes decir a ti misma?

Algunas herramientas de Coaching Esencial:
Voice Dialogue.
Eneagrama.
Visualización de la niña interior.

Fuente: http://www.mundocoachingmagazine.com/1-con-1-todo-o-el-regreso-la-esencia-desde-el-coaching-esencial/