vendredi 27 avril 2018

Cómo manejar la mala comunicación - Veronica Olalla Love

Fracasos, Contratiempos & Fiascos: Cómo manejar la mala comunicación

Noy hay dos personas absolutamente idénticas. Incluso los gemelos idénticos tienen diferencias, sin mencionar diferentes experiencias de vida. Esto parece lo suficientemente obvio.
Si todos somos diferentes (diferentes marcadores sociales, diferentes trayectorias de vida, diferentes valores, diferentes culturas), es una maravilla que los humanos podamos comunicarnos en absoluto. Pero el foco de este artículo no se trata del milagro de la comunicación humana (es otra historia), tanto como de la belleza que podemos aprender de la mala comunicación.
Como CEO de The Newfield Network, he experimentado que uno de los roles más esenciales de ser un buen líder es el rol de estar presente cuando la mierda golpea el ventilador.
Cuando algo no va en la forma que anticipamos o imaginamos, cuando las cosas toman empeoran... ¿cómo nos mostramos? ¿Cómo interactuamos en la situación desafiante de una manera que pueda potencialmente fortalecer la relación, el compromiso o el equipo?
En mi experiencia, la mala comunicación a menudo es una de las razones por las que las cosas no toman el camino que pensabamos que deberían seguir. Comprendo una frase, una palabra, o una oferta de una forma y la otra persona involucrada la comprende de manera diferente. Cada persona siendo única percibe, experimenta e interpreta el mundo de formas distintas.
Soy una fanática de la armonía. Soy una clase de hija del medio (la tercera de cuatro) y prefiero la facilidad y la suavidad sobre las pruebas y tribulaciones. Sin embargo, independientemente de qué tanto traté de crear una organización a prueva de fallos, la vida me tomó ventaja una y otra vez. La realidad es que la vida siempre nos ofrecerá una futura metida de pata, error o descuido.
Debido a esto, dirigí mi atención a examinar: ¿Cómo cuidamos nuestras relaciones, nuestra preocupación y la situación cuando surge la mala comunicación?
Como líderes (y aquí esta mi definición de líderes: Los líderes son aquellos cuya presencia, palabras y acciones inspiran, motivan y empoderan a otros para estar en el mundo al servicio de la bondad, la verdad y la belleza para todos), ¿cómo navegamos estos momentos tensos y molestos?
Después de enfrentar muchas de estas circunstancias indeseables y devastadoras, la primera cosa que comencé a reconocer, en retrospectiva, fue que esos baches a menudo eran puentes que nos permitían movernos dentro de un nuevo territorio. Estos momentos de fricción, cuando son enfrentados con cuidado, escucha profunda y compasión, eran con frecuencia puertas hacia la innovación, nuevos diseños y maneras más profundas de relacionarse.

3 Caminos para atravesar la mala comunicación

Después de conscientemente encontrar la molestia, esto es lo que descubrí, son tres pilares esenciales para atravesar la mala comunicación:

1. Cuidado: 

Por cuidado no me refiero simplemente a un resultado deseado momentáneo o capricho o apego. Por cuidado, me estoy refiriendo a una consciencia que surge cuando escuchamos reverentemente nuestra profundidad y reconocemos lo que valoramos profundamente y lo que realmente importa.
¿Qué es lo que profundamente cuidamos en esta circunstancia determinada?
¿Qué es lo que cuida la otra parte?
¿Hay un interés mutuo, un resultado compartido o un resultado para ser obtenido?
¿Un cuidado en común para ser abordado?
Estar en contacto con el cuidado más profundo nos permite ganar claridad respecto a lo que es negociable, lo que es una prioridad, lo que realmente importa y lo que no. Nos brinda guía para las conversaciones y acciones porvenir. (Bob Dunham trabaja ampliamente con esta noción de cuidado y me invitó a reflexionar en la relación entre el cuidado y las organizaciones).

2. Escucha

Hay muchas formas de escuchar y muchas profundidades desde las cuales podemos escuchar. Como mencioné anteriormente, contactar el propio cuidado requiere una cierta clase de escucha. Con frecuencia cuando enfrentamos una situación tensa, físicamente nos tensamos: nos contraemos, respiramos menos, nos apretamos y nos ponemos rígidos. Nuestros sentidos tienden a cerrarse. Nuestra escucha disminuye. Si en cambio podemos suavizarnos, respirar y abrir nuestros corazones, podemos encontrar que nuestra capacidad de escucha se expande y nuestros sentidos vuelven a despertarse.
Cuando nuestro corazón está abierto y nuestros sentidos están activos podemos comenzar a escuchar. Podemos comenzar a escuchar otras perspectivas y podemos escuchar voces de otros como legítimas. Podemos realmenter recibir, asimilar y aprender. ¿Qué está viendo o experimentando esta persona que yo no veo o experimento? ¿Cómo incluir esta perspectiva permite nuevas posibilidades?

3. Compasión

La compasión es una virtud. Es una virtud que está fundada en la comprensión... específicamente en comprender el sufrimiento. Cuando comprendemos que todo ser humano sufre en cierta forma en algún momento, tenemos la base para la compasión, pero aún no tenemos compasión. Para que la compasión exista plenamente, necesitamos realmente cuidar que alguien más esté sufriendo. Cuando abrazamos el dolor de alguien más, como si fuera nuestro dentro de un campo de amor, ese sufrimiento es de alguna forma transmutado. Esto es compasión. Cuando abrimos nuestros corazones y reconocemos que estamos todos conectados un deseo de cuidar el bien de todos emerge. La compasión entonces puede ser comprendida como un meta-cuidado.

Trabajar con el Pasado, Presente & Futuro

Una vez que activamos los tres principios de Cuidado, Escucha y Compasión, comenzamos a abordar la mala comunicación desde la perspectiva del presente, pasado y futuro.

¿Cómo puedo cuidar del presente?

¿Cómo estoy apareciendo en este momento? ¿En qué emoción estoy? ¿Estoy a la defensiva? ¿Enojado? ¿Es esta emoción (o combinación de emociones) sirviendo a la situación? ¿Hay otro centro emocional desde el cual puedo interactuar que servirá mejor?
Resistir los hechos absorbe mucha energía. Incluso si no me gusta la situación, ¿puedo aceptarla lo suficiente para liberar mi energía y usarla para atender a la situación?
¿Qué ofertas o pedidos puedo yo y la otra persona hacer para mitigar las consecuencias de la situación actual?

¿Cómo puedo cuidar el pasado?

¿Puedo reconocer un error que cometí y puedo tomar responsabilidad por cómo pude haber participado de una manera diferente?
Si es así, me disculpo. Una disculpa sincera puede ayudar a cerrar un capítulo y abrir uno nuevo. Disculparse reconoce nuestra propia humanidad e invita al perdón. Las disculpas también ayudan a cuidar la relación.

¿Cómo puedo cuidar el futuro?

¿Qué revelación gané de escuchar la perspectiva del otro?
¿Qué veo que puedo hacer de manera diferente en el futuro para prevenir que esto suceda otra vez?
¿Con qué cambio me comprometeré en el futuro? ¿Qué nuevo curso de acción tomaré para asegurar que este quiebre no se repita? ¿Qué pedido haré? ¿Qué estrategia implementaré?
¿Hay algo que quiera que la otra persona/parte haga de manera diferente en el futuro? ¿Hay una solicitud que pueda hacer?
He encontrado que cuando atendemos cada desafío con cuidado, escucha profunda y compasión mientras abordamos el pasado, presente y futuro, podemos co-crear un entorno de respeto, y podemos profundizar nuestras relaciones. Esto permite a cada ser humano contribuir con sus dones... conduciendo a una sinfonía de magia.


Autora: Veronica Olalla Love
Veronica Paz Olalla Love, M.Ac., NCC®, PCC es Chief Executive Officer de Newfield Network, sucursal de Estados Unidos y es la presentadora internacional para los programas de Newfield Network.
Combina 15 años de experiencia trabajando en el campo de salud holística con más de una década de inmersión en el dominio del coaching ontológico. Además de ser lider somática y del programa para Newfield Network, es co-fundadora de Enjoy Vibrant Living: una clínica natural en Boulder, Colorado que mezcla coaching ontológico con la medicina China dentro de un contexto integral. Recibió su grado de Master en Acupuntura en el Tai Sophia Institute en Maryland, y su grado en  Estudios de la Mujer y Antropología Cultural de la UC, Santa Cruz.
Veronica es una líder transformacional que asiste a otros a sumergir primero el corazón en la magia inherente de la vida. En su estilo único y apasionado, Love nos invita a recordar la profundidad del potencial que tenemos como seres en evolución. Veronica Olalla Love vive un compromiso profundo en continuar el linaje Newfield y asegurar que su brillo inherente es transmitido con integridad a las generaciones venideras.


Fuente: https://newfieldnetwork.com/failure-mishaps-fiascos-how-to-manage-miscommunication/

vendredi 20 avril 2018

Ideas para la vida moderna: Envidia

¿por qué el monstruo de ojos verdes no siempre es malvado?
Alain de Botton

Pocas emociones son tan tabú para nosotros como la envidia. Si nos reímos de la famosa frase de Gore Vidal: "Cada vez que un amigo tiene éxito, una pequeña parte de mí muere", es porque nos da una rara oportunidad de adueñarnos de un sentimiento que de otra forma permanecería en silencio solitario.
Negarse a sentir envidia es rechazar cualquier oportunidad de crecimiento o desarrollo, es interrumpir la idea de cuánto quiere lo que podría tener un día - si actúa sobre sus deseos. Es saludable para cualquier persona que comienza en los negocios o en el arte envidiar a los emprendedores y artistas más exitosos, y sentirse aplastado por una sensación de inadecuación. ¿De qué otra forma podría uno tener la energía para lograrlo?
El problema real con la envidia es qué hace con ella. La envidia es una emoción altamente benéfica en la medida en que nos impulsa hacia cosas que somos capaces de obtener. Se hace nociva y destructiva cuando somos inconscientes de que la estamos sintiendo. Una persona inconsciente que envidia el amor de la vida de otra persona dirá que el amor romántico es una ilusión. Una persona financieramente envidiosa desarrollará teorías de conspiración sobre Wall Street. Este tipo de envidia es depresiva porque surge de unos sentimientos de inadecuación que no son admitidos.
Estamos en peligro de perder algo valioso cuando simplemente etiquetamos la envidia como un pecado. Como muchas de nuestras motivaciones, tiene componentes positivos y negativos, que necesitan ser equilibrados y manejados más que simplemente cortados como un cáncer. Podríamos respetar la envidia como el primer paso hacia la generación de algo de lo que podemos estar orgullosoas - algo que generará envidia en otros...


Fuente: https://www.theguardian.com/lifeandstyle/2010/jul/18/alain-de-botton-school-life-envy

Los usos de la envidia:



Envidia
Desde temprana edad, nos dicen que es una cosa terrible.
Entonces cuando la sentimos, como todos lo hacemos, la encerramos para no examinarla, solo sentimos vergüenza y culpa. ¡Es una pena!
La envidia, como el miedo, es una emoción importante que existe en todos nosotros por alguna razón.
Está para hacernos saber lo que queremos. Es un llamado a la acción que debe ser tenida en cuenta que contiene mensajes distorsionados pero importantes sobre lo que deberíamos estar haciendo el resto de nuestras vidas.
Si podemos pasar la humillación de los sentimientos de envidia, podemos comenzar a verlos como un conjunto de pistas sobre lo que podríamos hacer después.
Deberíamos estudiar e incluso tal vez registrar en papel la situación y las personas que nos generan envidia. Podríamos aprender a llevar un diario de envidia, que contendrá un fragmento de nuestro ser futuro tratando de abrirse camino. Con frecuencia olvidamos que las cosas que admiramos no solamente pertenecen a una vida específica muy atractiva; pueden ser perseguidas en dosis menores, más débiles pero aún así muy reales en otros lugares innumerables.
Abriendo la posibilidad de crear muchas versiones más pequeñas, más manejables y más realistas de las vida que nos atraen.
Dejemos de pensar que somos malas personas sólo por sentir envidia. Hagamos algo más productivo, seamos estudiantes diligentes y cuidadosos de nuestros sentimientos de envidia más persistentes.
Ellos tratan de decirnos algo y debemos escuchar.

vendredi 13 avril 2018

¿Para qué necesitamos sentir la tristeza?

“Necesitamos poder acceder a la tristeza, ese lugar de recogimiento, quietud y profunda intimidad con nosotros mismos donde vamos a poder escuchar nuestra sabiduría, nuestros anhelos, nuestros deseos, nuestros valores, nuestras semillas de sanación personal y ese vacío creativo que nos trae como regalo… que no tiene nada que ver con vivir desde la tristeza, decaídos, mirando al suelo, sin ver posibilidades en el mundo ni en nosotros, estado que in extremis nos puede llevar a la desesperanza, desesperación e incluso a querer dejar de existir.”. Carme Tena



vendredi 6 avril 2018

Presencia - Paz Zagal

Hace unos días, hicimos una charla donde propusimos la existencia de al menos 3 pilares fundamentales para el desarrollo profesional del coach: Presencia, técnica y experiencia.
Por supuesto que esta es una conversación abierta, donde el intento es ampliar la mirada y no achicar lo que hacemos a estas tres dimensiones.
En este primer artículo hablaremos de la Presencia del Coach:
A lo largo de los años hemos observado hacer coaching a muchísimos participantes de nuestros programas, tanto iniciales como avanzados y siempre ha estado en nosotros la pregunta de qué hace que para algunos les sea más fácil el que con el solo hecho de estar ahí frente a otro, suceda algo bellísimo, transformacional, y que para otros esto tenga mayor dificultad. Nuestras conclusiones siempre son las mismas, el contexto que genera la presencia del que está haciendo el coaching es una de las competencias fundamentales para ser coach.
La unica posibilidad que tenemos los coaches para acompañar a otros, es con nuestra presencia.
Sabemos que un coaching no pasa si la presencia del coach no genera en el coachee confianza, aceptación, liviandad, compasión y una invitación a entrar a espacios  muchas veces de profunda incomodidad.

¿De qué hablamos cuando hablamos de presencia?

Podemos estar presentes sin estarlo, eso lo vivimos diariamente con nuestras parejas, familias, hijos, trabajos, etc. ¿Recuerdan esos momentos en que están con sus hijos y a la vez están contestando mensajes por el celular? o ¿cuando han intentado hablar con su pareja y ésta les dice estar, sin embargo ustedes saben que sólo una pequeña parte de el o ella es la que está?
Hablamos de la presencia del coach como un estar, que genera el contexto para que en esa conversación ocurra un darse cuenta del coachee ampliando el observador que es. En otras palabras, la presencia del coach es clave para que el coachee se atreva a mirar (se), declarar aprendizajes y recorrer un camino de transformación.
La presencia del coach genera confianza y seguridad para que el coachee se atreva. Determina lo que sucederá y el resultado que tendrá esa conversación. Al momento de formarnos o seguir creciendo como coaches, es clave no olvidar que los mapas nuevos o los nuevos conocimientos no sirven de nada, si no estamos en un lugar que constituye la esencia de ser coach. A ese lugar lo llamamos presencia del coach.
Podemos tener un absoluto dominio “técnico” sobre lo que debe hacer un coach y estar muy lejos de poder serlo.
El mundo hoy, nos invita cada vez más a estar ausentes de nuestras vidas. El ritmo de vida, los estímulos, la cantidad de información es abrumadora. Muchas veces darnos el tiempo de escuchar al otro, mirándolo a los ojos, pareciera ser solo para momentos en que no hay nada más que hacer… ¡que locura parece esto!

¿Que elementos constituyen la presencia del coach?

En esta ocasión, distinguiremos y reflexionaremos cinco elementos. Son muchos más los que trabajamos en nuestras formaciones:

  • La integración de la historia
  • El sentido inspirador
  • Los dones y habilidades naturales
  • La emocionalidad para estar al servicio
  • Cuerpo contexto

La integración de la historia:

Con esto nos referimos a que si somos coaches, es necesario ser todo el tiempo también coachees e indispensable, haber pasado por un proceso transformacional.
Para estar al servicio de otro necesitamos habernos atrevido a declarar quiebres y en la continuidad del proceso permanente, seguir haciéndolo. Necesitamos haber realizado viajes transformacionales, donde nuestra historia se convierte en una aliada para el coach que somos. Solo así somos capaces de poner nuestros dolores, alegrías, luces y sombras al servicio de otro.
Y este camino pareciera ser para siempre, no podemos ser coaches sin seguir mirándonos. Cuando esto pasa perdemos plasticidad, rigidizamos nuestros aprendizajes, y nos alejamos de la vulnerabilidad que necesitamos para acompañar a otro.

El sentido inspirador:

Estar conectado con lo que nos mueve a hacer lo que hacemos, es clave para toda persona, sea cual sea la profesión o actividad que realice. Si no tenemos presente nuestro para qué, reflexionando sobre esto, re-inventándolo, recordando lo que nos inspira, nuestro hacer podría automatizarse.
Hace muchos años atrás, en uno de mis constantes aprendizajes, fui a que me sacaran la carta astral. Una de las cosas que escuché, en esa época en la grabación en un casette que recibí, fue que mi misión en la vida tenía que ver con acompañar a otros. En ese momento, aún no era coach, no entendí a lo que se refería, sin embargo quedó resonando en mí esa frase: “acompañar a otros”. No porque sonara muy relevante en ese momento, tampoco me parecía ser una gran misión. Hoy me hace todo el sentido del mundo… lo que me llena el alma, lo que me hace feliz en la vida es acompañar a otros. Cada vez que me siento frente a alguna persona, o que me paro frentre a una audiencia, acompañar a otros esta conmigo. Mi declaración es “voy a acompañar a estas personas para que encuentren eso que la vida les está susurrando”. Desde este lugar, no necesito liderar la conversación, tampoco decirle al otro lo que tiene que hacer, es sentarme y esperar a que ocurra lo que tiene que ocurrir.
Pareciera ser que estar conectado con nuestra misión en la vida engrandece nuestra presencia, el lugar desde donde hacemos lo que hacemos. Eso es parte esencial de que en la conversación con el coachee, este se sienta invitado a encontrarse con lo que le hace también sentido en su vida.
Los dones y habilidades naturales: muchas veces andamos en la vida pretendiendo ser alguien que no somos. La locura de esto, es que por andar en esa conversación nos perdemos de lo que realmente somos. Nos alejamos de nuestros dones, de eso que nos pertenece, aquello que nos sale fácil y que nos está dado, lo que nos convierte en seres particulares.
Para que nuestra presencia se alimente de nuestras habilidades naturales, la invitación es a escuchar nuestros dones para luego atrevernos a declararlos con fuerza y regalarlos al mundo.
Si nuestro don tiene que ver con bailar, ordenar, planificar, cantar, pintar, hablar, eso tiene que ser parte de lo que alimenta nuestro ser coach. Por tanto lo ponemos al servicio del coaching.
Creo que la abundancia llega cuando nos conectamos con la abundancia que somos.

La emocionalidad para estar al servicio:

Todo nuestro mundo emocional  es parte de nuestra presencia en el momento en que hacemos coaching.
Este mundo emocional tiene como base la confianza en que la persona que tengo al frente será capaz de descubrir y encontrarse con lo que necesita. La confianza en el coachee necesita ser la base para acompañarlo.
Si seguimos mirando las emociones que necesitan estar a la mano cuando somos coaches sin duda que la compasión por el otro y el respeto por el ser humano son esenciales. También lo es el coraje del coach para ser irreverente y desafiar al coachee con preguntas, invitándolo a salir de sus zonas de confort.
Otra emoción fundamental es la aceptación para que ahí pase lo que el coachee necesita o elige.
Es relevante saber que nuestro emocionar, incluyendo nuestros estados de ánimo, es parte del observador que estamos siendo en ese momento, por lo tanto, estar lúcidos a ellos nos permite ir mirándo desde el lugar presente, desde donde hacemos coaching y qué necesitamos seguir trabajando para ampliar nuestras posibilidades para acompañar a otro.

Cuerpo contexto

Nuestro cuerpo, y con esto me refiero a nuestra postura, tensión, tono de voz, dispocisión al movimiento, mirada, respiración, la distancia con el coachee, el ritmo de nuestros movimientos,  entre otros elementos, son parte esencial de nuestra presencia como coach. Nuestro cuerpo presente genera contexto, sosteniendo la invitación que hacen nuestras preguntas, interpretaciones y experiencias de aprendizaje que ofrezco al coachee.
El cuerpo del coach sostiene y le da espacio a las preguntas, a los silencios y a las emociones por las cuales nevega el coachee en la conversación.
La presencia como cuerpo contexto, te da la raíz, desde la cual te sostienes como coach y sostienes al coachee en sus aprendizajes.
Estar lúcidos del cuerpo contexto, como parte de nuestra presencia, nos permite tener la suficiente flexibilidad para danzar junto a nuestro coachee.

“En estar presente, en estar solo y en sentir el respirar. Permítete ese instante en el que te sientas contigo, tu momento, aquel en el que decides reforzarte, celebrar tu día y vivir. Porque la vida no es solo un baile en pareja, es también poder sentir el compás de la música aunque estás tras el escenario”. Dalai lama