vendredi 5 octobre 2018

Nuestra Crisis del Corazón - Jack Kornfield

Cómo la compasión puede fortalecer nuestras respuestas emocionales, nuetras mentes y nuestra tecnología.
"Nuestro conocimiento de la ciencia claramente ha superado nuestra capacidad para controlarla. Hemos agarrado el misterio del átomo y rechazado el Sermón de la Montaña. Hemos logrado brillantez sin sabiduría, poder sin consciencia. El nuestro es un mundo de gigantes nucleares e infantes éticos." - Omar Bradley, Presidente del Estado Mayor Conjunto
En un artículo reciente para Medium, Adam Gazzaley, MD, PhD, un experto en cerebro de la Universidad de California, brillantemente delineó el estado actual de la condición humana: Estamos en una crisis de cognición, escribió, forjado en parte por la proliferación de la tecnología. El nota el marcado aumento de la depresión, ansiedad y desórdenes de atención y llana a un desarrollo de nuevas capacidades cognitivas - capacidades que necesitaremos con el fin de navegar las complejidades de la vida moderna.
Etimológicamente, cognición se deriva del Latin cognosco, compuesta por com, que significa junto a, y gnosco, que significa reconocer o comprender. La verdadera cognición debe conectar: debe reunirnos. Esto requiere de la mente y del corazón.
Escribir desde la perspectiva de un maestro Budista y un psicólogo con una fuerte conexión con el mundo de la tecnología, se mucho de esto: Ningún desarrollo tecnológico por sí solo - computadores y el internet, nanotecnología, tecnología espacial, biotecnología, VR, AR, A.I. — detendrán la continua guerra, racismo, destrucción ambiental e injusticia social. La fuente de estos sufrimientos está en el corazón humano.
Cuando consideramos crear el mejor futuro para la humanidad, los principios para una sociedad sabia y una vida sabia son simples y universales: Acciones basadas en la codicia, odio, irrespeto e ignorancia inevitablemente llevan al sufrimiento. Y las acciones basadas en sus opuestos - generosidad, amor, respeto y sabiduría - llevan a la felicidad y al bienestar.
Esto es verdadero para nosotros como humanos y aplica a todas las tecnologías que desarrollamos y empleamos.
Los Estados Unidos es el mayor productor y proveedor de armas, dispersas a lo largo del mundo, y aún así no nos sentimos seguros. Tenemos montagargas de granos llenos de alimento, y aún así millones de niños están hambriendos o mueren de hambre en el mundo. Nuestro corazón siente su difícil situación y nos susurra: ¿Qué podemos hacer? La realidad es que tenemos suficiente comida paro no suficiente amor. Sabemos esta verdad tan seguramente como conocemos nuestro propio nombre.
¿Cómo podemos volver a conectar con el corazón? como explica Gazzaley, el incremento en complejidad, velocidad y la multitarea de nuestro ambiente moderno ha superado nuestras capacidades y vivimos desconectados de nuestro propio ser y de los otros.
La tecnología nos ha dado tanto, pero también puede distanciarnos del misterio del amor. Como Einstein una vez dijo, "Si puede conducir de forma segura mientras besa a una chica, simplemente no está dando al beso la atención que merece."
Parte de la solución, articula Gazzaley es el desarrollo deliberado y consciente de nuestras capacidades cognitivas. Lo importante es reconocer que estas son capacidades de corazón como también de la mente.
Hay herramientas y estrategias para despertar y fortalecer el corazón humano - y para aplicar estos principios a nuestra tecnología.
Estas herramientas de "corazón" - entrenamientos y maneras de mejorar la alegría, compasión, paz, gratitud, perdón - como parte de nuestra herencia humana. Muchas de estas prácticas, como las de la psicología Budista han sido investigadas rigurosamente, y sus beneficios han sido replicados en innumerables estudios científicos. Durante los últimos 20 años, los neuroscientíficos han publicado miles de artículos mostrando los beneficios de la atención plena y la compasión.
Además, las dos parecen funcionar mejor juntas. El trabajo de Richard Davidson, profesor de psicología de la Universidad de Wisconsin - Madison, ha brindado evidencia inicial de que cuando la atención plena y la compasión son practicadas en sintonía, los cambios medibles en nuestro sistema nervioso ocurren 10 veces más rápido que con la atención plena únicamente.
Los beneficios pueden llegar hasta nuestros cromosomas. En una investigación reciente, la científica  ganadora del Premio Nobel Elizabeth Blackburn y su colega Elissa Epel encontraron que después de ocho semanas de entrenamiento en atención plena y compasión, los sujetos vieron un alargamiento de sus telómeros, que son con frecuencia descritos como capas protectoras en nuestros cromosomas que se acortan cuando envejecemos. Su investigación también muestra que nuestros telómeros están modificados por el equilibrio emocional y de salud de nuestro entorno. Quienes viven en áreas de pobreza y conflicto, por ejemplo, tienen telómeros más cortos que aquellos que viven en comodidad y paz. Hay incluso evidencia de que el mismo acortamiento sucede en aquellos que simplemente viven cerca de la pobreza y la angustia.
Estamos interconectados de formas profundas: nuestro ambiente, nuestra comunidad. Nuestro corazón lo sabe. Cada respiración que tomamos ha empolvado las cataratas hawaianas y el reactor nuclear de Fukishima. Estamos más vivos cuando nuestra sensación de separación se desvanece. Recordamos los momentos caminando en las altas montañas, haciendo el amor, perdiéndonos en la música, presenciando el nacimiento de un niño o acompañando a alguien en el momento de su muerte, cuando los portales al misterio se abren.
Ya sea que lo admitamos o no, somos seres vulnerables y el trabajo de un corazón abierto es demandante. Pero nuestras crisis de corazón lo requieren. Para reducir la violencia y el odio para fomentar el bienestar humano, necesitamos desplegar ampliamente, en persona y en línea, los entrenamientos y herramientas de compasión, perdón, sanación de traumas y comunicación no violenta.
Al aumentar la empatía y el coraje interior, expandimos lo que los neurocientíficos llaman nuestra ventana de tolerancia. Sin esta sabiduría, culpamos a los demás de los males de la sociedad, ya sean los inmigrantes, los musulmanes, los comunistas - es siempre alguien más. En 1955, el autor James Baldwin escribió, "Imagino que una de las razones por las que las personas se aferran a su odio y prejuicio tan tercamente es porque sienten que una vez que el odio se va, ellos serán forzados a tratar con su propio dolor."
Sus palabras suenan ciertas, incluso hoy. Nuestro odio es un mecanismo tal que no tenemos que culparnos a nosotros mismos, enfrentar nuestras inseguridades o dificultades, soledad y nuestro malestar por las pérdidas y la injusticia que nos rodea. Pero debemos.
La crisis de nuestros tiempos requiere individuos y nuestra cultura se involucren en una creciente habilidad y voluntad para ver, para hablar y para sentir nuestra penas y remordimientos, nuestros miedos, anhelos y confusión. Como parte de esto, como en Sur Africa, necesitamos un proceso nacional de Verdad y Reconciliación para aceptar nuestra negación del genocidio Nativo y la esclavitud Afroamericana, para no seguir considerando la Guerra civil. Por otra parte, algunos de nosotros somos tan leales a nuestro sufrimiento que también necesitamos sabiduría del corazón para honrar y expresar nuestro amor, nuestras esperanzas creativas, nuestro deleite y alegría.
A medida que la sabiduría y el amor maduran, descubrimos que podemos mantener juntos todos los opuestos, la belleza insoportable y el oceano de lágrimas que hacen la vida humana. Sentimos nuestra humanidad común, los anhelos y miedos compartidos, el amor y la pérdida, la ternura y los triunfos, y nuestra compasión se vuelve universal hacia toda vida. Aprendemos a juzgar menos, a soltar, a sostener las cosas ligeramente, a perdonar y a comenzar renovados.
En nuestro mundo hiperconectado, el trabajo del corazón es una tarea urgente. Durante los últimos años, nuestra respuesta pelea-o-huida-o-parálisis ha sido disparada por políticos, especialistas y algoritmos de búsqueda similares - todos ellos se dirigen a atrapar nuestra atención despertando nuestra ansiedad. Y está causando un daño. El Dr. Vivek Murthy, ex-cirujano general de Estados Unidos ha sugerido que la mitad de todos los problemas me´dicos en los Estados Unidos están relacionados con problemas con las emociones. Las buenas nuevas es que los humanos pueden también aprender a cambiar desde un circuito pelea-o-huida del cerebro primitivo y participar en respuestas consideradas desde el neocortex - y la sabiduría del corazón.
La psicología Budista está construida sobre esta capacidad humana para el cambio. En contraste, la mayor parte de la psiquiatría y psicología occidentales está construida sobre un modelo orientado a la enfermedad médica que se enfoca en lo que está mal, en contraposición de lo que es correcto. Pero la psicología positiva nos recuerda que por cada acto racista, cada asesinato, o falta de amabilidad, hay millones de actos de respeto y bondad. El corazón sabe que somos más que nuestras peores acciones.
En el tiempo que le tomará leer este ensayo, millones de personas en la ciudades alrededor de la tierra se detendrán en las luces rojas para que otras puedan estar a salvo. Las personas harán la fila por respeto a quienes llegaron antes que ellos. Las personas ayudarán y se moverán entre sí con cuidado.
Con el trabajo del corazón, aprendemos a amar más completamente. Imprimimos nuestros días con significado. Y creamos comunidad y sociedad, no como una falsa colección de individuos atomizados, sino como un hogar que construimos y cuidamos juntos. Solamente cuando estamos vinculados, conectados como un grupo dedicado al bien común, podemos crear una sociedad sabia.
Aunque puede ser problemático, la tecnología y los negocios pueden ayudar con esto. Hay signos alentadores. Tome el Cuerpo B, con miles de compañías al rededor del mundo que se comprometen a no causar daño. Y los 85 parlamentarios Británicos que componen Mindful UK, que aboga por la legislación humana y consciente en la educación y cuidado de la salud. Las últimas dos décadas han visto el despliegue similar de programas en atención plena, empatía y aprendizaje social y emocional para miles de escuelas Americanas y la investigación muestra evidencia científica poderosa de incremento de bienestar, efectividad, colaboración y empatía entre nuestros niños. Necesitamos construir esto en la tecnología también.
Junto con líderes en tecnología, neurocientíficos y contemplativos, he ayudado a co-fundar algo llamado Open Source Compassion para traer los principios del corazón y de la compasión a todos los niveles del desarrollo tecnológico. Reconocemos que las capacidades de la tecnología moderna están entre las creaciones humanas más potentes. Estamos colaborando con compañías e instituciones alrededor del mundo y comenzamos a formular una clase de Juramento Hipocrático para la tecnología que dice:
No crearemos tecnología que cause daño a los humanos ni a la vida.
Si después aprendemos que inadvertidamente lo hace, la cambiaremos.
Nos esforzaremos para crear tecnología que fomente el bienestar y el respeto humanos.
Podemos crear tecnología con fines de lucro, pero no si contraviene los primeros tres principios.
Trabajando en todos los niveles, actuaremos con profesionalismo y tomaremos estas responsabilidades como primordiales.
Lo que esto sugiere es que hay cosas que podemos hacer. No somos impotentes. El discurso público moderno está casi diseñado para dejarnos abrumados y descorazonados y francamente, resignados al estado del mundo. No caiga rendido ante esto.
La neurosciencias ha mostrado que los seres humanos nacen con una compasión innata y cuidado de sí y de otros. También muestra que los seres humanos nacen con circuitos de supervivencia, los cuales cuando son activados operan desde el miedo, la agresión, el egoísmo y el odio. Es nuestra elección cuál dejamos crear nuestro futuro.
Como El maestro Zen Thich Nhat Hanh explica:
La calidad de nuestra vida depende de las semillas que regamos. Si planta semillas de tomate en sus jardínes, crecerán semillas. De la misma forma, si regamos las semillas de miedo y odio, crecerán. Si regamos las semillas de paz en nuestros corazones, la paz crecerá. Cuando las semillas de amor, respeto y paz sean regadas, seremos felices. 
La intención es la clave. Como una brújula interior, podemos definir la dirección de nuestra vida con las intenciones más profundas de nuestro corazón. Pero el secreto es actuar sin apego a los resultados.  Plantamos las semillas basados en nuestras mejores intenciones, pero no controlamos cómo o cuándo brotarán. Lo harán, en su propio tiempo.
Así que, plante buens semillas. Confíe en la renovación.
Y usted que lee esto: Permita que estas palabras sean un recordatorio, un llamado. Encuentre su camino para tranquilizarse y cuidar su corazón. Promueva el amor y despliegue el poder de la compasión en su trabajo, en su comunidad. Tenga esperanza.
Permanezco esperanzado a pesar de los muchos eventos dolorosos actuales, porque sabemos cómo hacer esto. Está en nosotros ayudarnos unos a otros y crear un mejor mundo.
En el Zen dicen que solo hay dos cosas: Se sienta y cuida del jardín. Aquieta su mente y abre su corazón. Y entonces, naturalmente, se levanta y cuida el jardín del mundo.

Jack Kornfield
Entrenado como monje Budista y psicólogo. Un maestro y activista, ha sido clave para introducir la atención plena en occidente. Jackkornfield.com

Fuente: https://medium.com/s/futurehuman/were-in-a-crisis-of-the-heart-70852fa48b49