vendredi 6 décembre 2019

Vergüenza, orgullo y vulnerabilidad - Jojo Tuulikki Oinonen

Conocí a Jojo en el 2015, en una comida de colegas en Estocolmo. Desde el primer momento me llamó la atención su mirada limpia y la pasión sin compromisos con la que hablaba de su misión: “poner la vergüenza en el mapa”. A pesar del rechazo visceral que sentí ante el tema vergüenza, intuí que su trabajo aportaba algo que añadiría mucho valor al mío, si yo conseguía acercarme a ello vivencialmente y descodificarlo cognitivamente.
Han pasado casi cinco años desde entonces y mucho es lo que he aprendido de y con Jojo. Son tres los aprendizajes que quiero resaltar porque han removido lo más hondo e impactado muy positivamente en mi vida. En lo personal, ha mejorado mi calidad de vida, y en lo profesional, ha aumentando exponencialmente el impacto de mis intervenciones.

  1. El primero es que la vergüenza tiene la función de proteger lo mejor y más genuino de uno mismo, retirándonos del contacto con un entorno social que percibimos como peligroso.
  2. El segundo es que, al desconectar de nuestro entorno para proteger lo mejor de nosotros mismos, nos desconectamos también de lo que queremos proteger.
  3. El tercero es que para dar lo mejor de nosotros mismos hemos de reconectar con nuestro entorno, exponiéndonos otra vez a la vergüenza de mostrarnos con todo nuestro esplendor.

A partir de estos aprendizajes, he llegado a la conclusión de que la capacidad de sostener la vergüenza que nos produce dar lo mejor de nosotros mismos en un entorno profesional, es el mejor antídoto contra la mediocridad.

Fuente: https://emana.net/verguenza_orgullo_vulnerabilidad/


«Tuve una visión, bastante loca: poner la vergüenza en el mapa. ¡Puede parecer extraño y bastante tonto, porque muy pocas personas quieren hablar de vergüenza de forma espontánea …!
Pero cuando me di cuenta de cómo la vergüenza estaba conectada con cosas como el cambio, la creatividad, la presencia, la motivación, la innovación, la vulnerabilidad y la cercanía, se hizo evidente cuán poderoso y alentador es cuando entiendes CÓMO encaja todo ello.
Por ejemplo, para comprender que esta terrible emoción en realidad tiene una función saludable, que es un tipo de compañero inteligente y protector.
La vergüenza es más que la emoción, es una función central en la regulación de la relación. La relación tanto con un proceso como con una persona, e incluso con nosotros mismos. La vergüenza está en todas partes, todo el tiempo. Si somos conscientes de ello, si sabemos algo al respecto, todos tenemos que manejarlo. Cuando conocemos la vergüenza, puede ser nuestro amigo en los procesos de cambio, en vez de ser lo que a menudo los colapsa.»



vendredi 29 novembre 2019

Explorando la vanguardia de la Sanación - Thomas Hübl & Julie Jorgan Avritt

Sombra a Luz: Explorando la Vanguardia de la Sanación

Nuestra política, educación y consumo cultural ocurren a escala global. Nuestra ética y moralidad también necesitan ser globalizadas. Un nuevo orden global exige una nueva ética global. Una ética global es la clave para abordar las verdaderas dificultades de nuestro tiempo. —Thich Nhat Hanh
Es emocionante estar vivo en un momento de despertar la conciencia. También puede ser confuso, desorientador y doloroso.—Adrienne Rich

En todas las épocas y en todas las culturas, los adivinos, videntes, evangelistas y alarmistass han declarado la inminente desaparición de la humanidad. "Apocalipsis ahora"- y ahora, y ahora. A pesar de la naturaleza perenne de estos portentos amenazantes, hemos seguido adelante en todas las épocas, no simplemente sobreviviendo, sino que parece, prosperando. Con el tiempo, nuestros números han aumentado en una nube de hongo gigante; hemos viajado a todos los rincones del mundo y más allá - explorando y experimentando, conquistando y colonizando. Las advertencias de Nostradamus, los predicadores de las esquinas y los profetas mayas modernos se han convertido solamente en un ruido de fondo contra el sol aún naciente.
Después de todo, aquí estamos, floreciendo siete billones - y nuestro mundo aún gira, la humanidad con él.
Sin embargo, a pesar del éxito relativo de nuestra especie, en esta etapa de nuestra breve historia enfrentamos una mayor disrupción e incertidumbre que quizás en cualquier otro momento. Los cambios que han ocurrido solo en la era moderna -desde el surgimiento de la Revolución Industrial hasta la Era Digital- marcan un período de transformación sin precedentes. Las tecnologías basadas en chips de silicio ahora están avanzando a una velocidad exponencial(1), creando un salto progresivo que la mente humana aún no ha evolucionado para intuir o comprender. Se está acumulando una tremenda presión evolutiva en forma de expresión tecnológica. Su pleno surgimiento puede generar una revolución que derribará muchas estructuras de conciencia y formas de vida centenarias. Alterar estas estructuras no es simplemente cambiar la historia, sino cambiarnos a nosotros mismos. Y, sin embargo, no puede haber ninguna duda: nuestro mundo requiere nuevas estructuras, nuevos sistemas -una conciencia nueva y despierta.
Con el crecimiento explosivo, nos enfrentamos a preocupaciones inquietantes: cambio climático planetario; desigualdad de ingresos y el creciente número de pobres del mundo; crisis de agua; hambruna; nutrición inadecuada; disparidad de género; enfermedad; falta de vivienda; trata de personas - y estos son solo algunos de los problemas sistémicos o "perversos" de nuestro mundo, creciendo rápidamente y haciéndose cada vez más complejos.
Mientras el crecimiento en auge de la tecnología genera muchas preguntas y algunas problemáticas muy preocupantes - su potencial cegador puede ofrecer a la humanidad posibilidades reales de enfrentar la complejidad, empoderándonos para resolver muchos de los "grandes desafíos" más preocupantes de nuestro mundo, tal vez dentro de la próxima década. Los avances científicos están surgiendo a gran velocidad y el rápido crecimiento de la tecnología trae consigo una gran capacidad para mejorar la conectividad y profundizar el compromiso cívico. Las redes sociales permiten a extraños comunicarse de maneras no imaginadas hace poco tiempo. La consciencia colectiva ya no es un concepto remoto dejado a los analistas y otros fanáticos de Jung, sino que es una noción comprensible para todos los conectados a través de Twitter, Instagram o Facebook. La conexión a través de redes distribuidas, la vinculación de servidores y sistemas y la transmisión de grandes cantidades de memoria e información compartidas en paquetes discretos que pasan zumbando a la velocidad de la luz, ofrecen un análogo digno para un cerebro global. A medida que saltamos a la siguiente esfera de consciencia a lo largo de una trayectoria evolutiva, reconocemos ese salto como exponencial; vamos a escala de sistemas.
Dejando de lado las conclusiones emocionantes, hay, sin duda, consecuencias críticas para cualquier tecnología carente de humanidad; de cualquier cerebro desconectado del corazón. Pero en nuestro tiempo, la sabiduría que surgió hace milenios en el este - desde el Hindu Kush hasta el Himalaya - ha viajado por los océanos. La atención plena está arrasando con Silicon Valley y las conferencias de liderazgo en cada ciudad, incluso apareciendo en la portada de la revista Time. Pero a medida que más misterio es revelado y explicado, surgen aún más sombras humanas. Quizás la mayor pregunta de nuestro tiempo no sea si lograremos los avances científicos, tecnológicos y de consciencia que nos permitan resolver problemas mundiales sistémicos y marcar el comienzo de mil años de paz y abundancia, sino si estamos preparados, individualmente y colectivamente, para adoptar alcances más profundos y amplios de consciencia de sí mismo y consciencia de otro; para incorporar una nueva ética global y un sentido más profundo de integridad colectiva; y, finalmente, para comenzar a integrar las dolorosas sombras culturales que sentimos emerger a la superficie en todo el mundo, pidiendo ser reconocidos y sanados.
Estas son piedras fundamentales en el camino hacia un despertar cultural, y estamos invitados a caminar juntos - para combinar nuestras prácticas individuales con un diálogo espiritual colectivo.

Un Viaje al interior de las Estructuras Profundas de la Consciencia: Movimiento y Quietud

Las antiguas tradiciones de sabiduría de nuestro mundo hablan de dos principios distintos de energía o conciencia: quietud y movimiento. Su movimiento es el motor de combustión de la gran rueda en espiral del cambio siempre presente llamado vida, y comprender su naturaleza es vital en el proceso de iluminación. Todo lo que percibimos como fijo en el espacio y el tiempo es en realidad movimiento - formas de energía, cambiando constantemente. Con demasiada frecuencia, caemos víctimas de la noción de que nuestras circunstancias, las personas en nuestras vidas o algún aspecto de nosotros mismos son inalterables y permanentes. Sin embargo, nuestras percepciones en sí mismas son formas de movimiento, elementos de cambio constante en un universo de cambio constante. La conciencia en sí misma es cambio porque está evolucionando constantemente - o parece que se transfiere - y nosotros con ella. El movimiento contempla el movimiento.
Las áreas de estancamiento en nuestras vidas crean una sensación de separación, por inconsciente que sea. La falta de movimiento puede surgir como una sensación de bloqueo, apareciendo como dificultades financieras, enfermedades o pruebas en las  relaciones. Donde hay un movimiento adecuado, tendemos a experimentar una alegría y salud sin esfuerzo. Los estados de flujo - ya sea en los deportes, las artes o las ciencias - ocurren cuando la energía de la consciencia nos atraviesa y nos despierta. En flujo, entramos en estados elevados de despertar y podemos lograr grandes avances. El movimiento nos libera.
Paradójicamente, pertenecemos a una gran quietud - el otro lado de la moneda mística del cambio.
Más allá de la comprensión mística de que todo es movimiento, nace la comprensión de que la consciencia también es quietud, presencia, silencio, nada, ser. Comprometidos en prácticas de misticismo cultural - meditación Vipassana, consciencia corporal o en momentos puros de dicha o revelación- mejoramos la capacidad de caer en las profundidades del silencio puro, para sentir el vacío total de su abrazo.
En esos momentos de tranquila claridad, vemos que no somos las estructuras a las que estamos vinculados o con las que estamos identificados durante la conciencia de vigilia ordinaria. Más bien, contenemos y estamos contenidos por una cualidad del espacio profundo – presencia -  atemporalidad: alguna inmensa propiedad de quietud perteneciente a lo inefable.
Y mientras estamos ocupados separando mentalmente estos principios en dualidades, la mayor verdad es que la quietud y el movimiento son uno; son la naturaleza de la consciencia misma. A medida que alcanzamos esta consciencia, llegamos también a otra verdad mística: la palabra y la energía que encarna no son dos, sino una.
La congruencia completa entre logos y su significado, o "razón divina(2)", debe existir antes de que la verdad pueda. Dicho de otra manera, la verdad no puede ser entendida  a través del entendimiento intelectual solamente; debemos conocerla con sabiduría encarnada. Debemos vivirla. Debemos comenzar a aplicar lo que predicamos.
De pie en una galería, investigando una nueva y extraña obra de arte, cualquier cosa que el observador note dice tanto sobre él como sobre la pintura misma. De esta manera, todo arte, en tanto que se observa, es una obra de co-creación. Hemos evolucionado hacia la consciencia en un universo que se lee como un gran tomo, y nosotros, sus coautores. Nosotros, el trillón, co-arquitectos fractales de la experiencia de la consciencia, hemos llegado a escribir-vivir-ser nuestras historias, experencialmente. Un signo de los tiempos: nuestras narrativas, una vez lineales, ahora son poderosamente multidimensionales.
Mientras estamos en latencia, permanecemos inconscientes de nosotros mismos como cocreadores. Durante largos períodos, nos percibimos únicamente como narradores, sujetos u objetos. La capacidad no formada para reconocer nuestros poderes innatos de autoría genera con frecuencia una obsesión con el pasado, así como una ansiedad por el futuro. A menudo nos obsesionamos, leemos y releemos el periódico de ayer, a menudo nos inquietamos mucho sobre el material kármico adquirido hace diez minutos o hace veinte años. Desde este punto de observación, el espacio-tiempo está restringido: plano, fijo, lineal. El mismo ser que habitamos se siente igualmente comprimido, ya que nuestro sentido de sí mismo aún no ha crecido completo y maduro.
Aquí, experimentamos una especie de llanura-itis(3), una limitación tanto del sentido propio como de la visión del mundo. Una ficción colectiva común basada en estos reinos de consciencia anteriores es que los humanos son seres temporales que viven sobre un planeta. Sin embargo, el agua, el carbono y los carbohidratos de nuestros cuerpos son nuestro planeta. De hecho, los seres humanos somos la Tierra de la misma manera en que nosotros somos la fauna microbiana que llevamos. Somos los trillones de microorganismos simbióticos que existen en un delicado equilibrio en nuestra piel y cabello y en nuestro intestino, todo lo necesario para la vida y la salud. En etapas anteriores, no logramos reconocer las interdependencias y, en cambio, creemos completamente la historia de la reducción y separación material -por ejemplo, que las bacterias y otros microorganismos son dañinos y es mejor esterilizarlos de nuestros cuerpos y del medio ambiente. (Incluso en etapas anteriores, desconocemos por completo su existencia). Pero a medida que evolucionamos en la consciencia, crecemos en relación con todo lo que es, con todo lo que somos.
Llegamos a comprender que somos planetarios; nuestros cuerpos contienen y están contenidos por ecosistemas.
El despertar es un proceso de despliegue de parentesco entre los sistemas anidados externos y exponenciales que nos dieron a luz - desde el antepasado hasta el planeta, el sistema solar y la galaxia, y todo lo que hay más allá - con sus correspondientes paisajes interiores, reflejados perfectamente en las tranquilas aguas del yo. Como es arriba es abajo. El acto de tomar consciencia de nuestras arquitecturas interiores marca un tremendo salto adelante; es un catalizador de la evolución y sus revelaciones nos hacen místicos a todos.
Encontramos que somos sistemas dentro de sistemas, totalidades dentro de totalidades. Así como cada partícula es también una onda, cada humano es a la vez sustancia y espíritu. Somos la aparición de cualidades de consciencia en tierra firme. Somos su empuje y su anhelo; su principio y su alma; su inmadurez y su vanguardia pionera. Somos su escritura buscada en polvo de estrellas.

Hacia una Comprensión Moderna del Karma

Podríamos pensar en la palabra oriental karma como un artículo de equipaje de mano, una maleta que nos vimos obligados a cargar entre aviones durante una concurrida escala en el aeropuerto.
Considere el más reciente conflicto o conversación difícil que tuvo con un amigo, colega o amante. En nuestra comprensión contemporánea, el karma es la mezcla de pensamientos distractores y energías pesadas que cargas contigo después de ese conflicto mientras intentas atravesar el resto de tu día. Con pocas oportunidades para digerir las emociones que se movilizaron, te aferraste a este material y permaneció sin procesar por un período de tiempo. Cargaste estas energías como un exceso de equipaje en forma de sensaciones corporales, emociones difíciles y pensamientos distractores - durante diez minutos, el resto de tu tarde, semanas o posiblemente mucho más. Mientras intentaste ocuparte de otros asuntos, un porcentaje vital de tu poder de procesamiento fue acaparado por una experiencia del pasado.
Cualquier energía difícil, no digerida y no resuelta que ocupa recursos preciosos en nuestras mentes y cuerpos es karma.
El karma no se trata de culpas, castigos o penas. Lo que puede ser, en cambio, es un requisito de diseño para cualquier sistema de consciencia suficientemente complejo. El karma permite la metabolización de las energías residuales, y así, el ciclo primario de quietud y movimiento, de reposo y flujo, puede buscar y cumplir la homeostasis de un sistema. A medida que estamos ocupados tratando de procesar la energía no resuelta de una experiencia pasada "negativa" o conflictiva, los pensamientos y sentimientos resurgirán, interrumpiendo nuestro flujo. Estas energías nos impiden estar totalmente en sintonía con los demás, o totalmente accesibles para nuestro trabajo y nuestras vidas.
Si la escala de conflicto que encontramos es continua y crónicamente estresante - ya sea violencia doméstica o violencia de pandillas, asalto personal o guerra mundial – se volverá muy difícil para nosotros de metabolizar, para encontrar el ritmo apropiado entre el flujo y la quietud requeridos en nuestro progreso y autorrealización. Una persona nacida en una zona de alto conflicto - un área de alta violencia, crimen o pobreza; una nación devastada por la guerra; o una comunidad cuyos ancestros murieron con profundas opresiones y dolor - probablemente tendrá poca comprensión causal directa de los orígenes de los síntomas que lleva encima: incapacidad para lograr presencia o atención plena. Aquí, la escala ha aumentado dramáticamente aunque el principio todavía es kármico; sólo que reemplaza de lejos la historia del individuo. En casos de sufrimiento infantil, guerra y atrocidades globales, nuestro karma se ha vuelto colectivo. En el léxico contemporáneo, archivamos esas historias de sufrimiento debilitante bajo el encabezado: "trauma".

Reconocimiento de los Efectos del Trauma Transgeneracional

El trauma se usa para describir el sistema de regulación interna de cualquier mamífero que atraviesa una experiencia que constituye potencialmente una amenaza para la vida. En respuesta a una amenaza, o una amenaza percibida, nuestro sistema nervioso involucra mecanismos antiguos y evolutivos en sucesión trepidante. Luchar, huir y congelar son funciones automáticas; suceden tan rápido que no necesitamos deliberar sobre cuál es la correcta. De hecho, no podemos; rara vez hay tiempo suficiente para procesar tanto el peligro, y cómo pretendemos enfrentarlo, lo cual es sin duda, el por qué la evolución ha preprogramado ciertas funciones.
Cuando un individuo experimenta un trauma, se le debe dar el tiempo y los recursos para trabajar de manera adecuada y apropiada a través de su contenido. Si esto no es provisto, es probable que el trauma permanezca como energía no procesada en el sistema a largo plazo y tendrá un efecto adicional no solo en el individuo, sino también en el colectivo. Cualquier experiencia que sea mayor que nuestra capacidad actual de procesamiento será pospuesta, congelada y almacenada en algún lugar de nuestro sistema nervioso, esperando por su tiempo para ser procesada y liberada. Si esta liberación no llega, los efectos del trauma pueden crear enfermedad, disfunción o discapacidad (4).
El trauma fuerza a niveles intolerables de miedo a aparecer. Si no podemos soportar confrontar nuestro miedo, podemos elegir evitarlo a través de patrones de desconexión, distanciamento o disociación - es decir, amortiguando y deshabilitando funciones de la conciencia. De esta manera, las psiques de los individuos traumatizados se fragmentan con frecuencia por períodos de tiempo más largos. Una cultura de personas traumatizadas es un depósito de conflictos no resueltos, sufrimientos no reconocidos, guardados en la sombra y proyectados en el panorama - sobre otros y sobre las circunstancias, creando más retraumatizaciones. Estos son los elementos fijos y los callejones en los reinos del incosciente colectivo y con frecuencia emergen como intensos sentimientos de xenofobia, racismo, sexismo, homofobia, transfobia y otras hostilidades y toxinas culturales.
Podemos ver los efectos de sombras similares ilustradas en la discusión sobre el cambio climático global. El miedo y la imposibilidad de cumplir con este cambio inminente crea racionalmente sombras colectivas, lo opuesto a la resiliencia. A pesar de la creciente evidencia científica de la existencia del cambio climático, nos negamos a seguir adelante, permaneciendo atrincherados en la negación por la codicia y la apatía, negándonos a colaborar, negándonos a hacer lo que se debe hacer para salvar nuestro mundo y a nosotros mismos. A medida que el planeta se rebela, nos vemos obligados a reaccionar, pero seguimos negándonos a hacerlo racionalmente. En su lugar, elegimos enfrentar el cambio desde nuestra sombra colectiva con violencia, odio a los extranjeros, psicosis, aislamiento, distanciamiento, resistencia y no participación.
En estudios de trauma transgeneracional, los investigadores están descubriendo que la segunda y la tercera generación -los hijos y nietos de los sobrevivientes del Holocausto, por ejemplo - llevan la mayor carga del trauma colectivo de sus ancestros (5). Se cree que la segunda y tercera generación experimentan menos resiliencia al estrés, y puede ser más probable que experimenten trastornos de estrés postraumático, depresión y ansiedad en tiempos de dificultad. Cada ser humano lleva una parte de nuestro karma ancestral - el material no resuelto y no integrado acumulado desde la generación anterior - como impronta física, emocional y psicoespiritual. Además, las sombras individuales que llevamos se sincronizan con las que llevan otros que nos rodean, ya que las energías inconscientes atraen y crean coherencia. De esta manera, redactamos acuerdos culturales inconscientes, colocándolos bajo el subsuelo de nuestra arquitectura social.
Mientras los síntomas que indican la existencia de un trauma pueden aparecer en las vidas de los individuos - dificultad para regular las emociones, incapacidad para enfrentar desafíos o manifestaciones que llamamos depresión, ansiedad e incluso desórdenes de la personalidad o del estado de ánimo - en realidad, surgen del inconsciente colectivo, una cultura de sufrimiento compartida pero oculta que colectivamente hemos negado, reprimido y quebrado. Estos acuerdos culturales emergen como información conectada en red a través de nuestros sistemas nerviosos individuales y codificada como "realidad normal". De esta manera, una parte integral de nuestra matriz cultural se basa en la negación de sufrimiento, lo que tomamos como "tal como son las cosas". Desde este lugar de sombra profunda, a menudo fallamos en reconocer la verdad o en enfrentar el cambio con resiliencia.
Cualquier catástrofe a gran escala actúa como un barómetro, un calibrador visible por el cual podemos medir nuestra resiliencia colectiva - así como para discernir el grado y la naturaleza de nuestra debilidad. La reciente crisis de refugiados de Europa sirvió al colectivo al exponer las áreas que más necesitan nuestra atención para la curación y la integración.
La crisis de los refugiados se produjo en el continente como un choque intenso, revelando una resistencia extendida, dificultades y, en muchos lugares, una rotunda falta de voluntad para aceptar a los mismos refugiados - hombres, mujeres y niños, víctimas de la guerra y otras crisis. Donde pudieron, muchas comunidades dentro de estos países abrieron sus hogares a los refugiados, pero los gobiernos de las naciones involucradas permanecieron en gran medida intratables. Son muchos de los países más ricos del mundo, sin embargo, la respuesta inadecuada y la falta de colaboración combinadas con la xenofobia y el odio desencadenado por los rostros esperando en sus fronteras fue un oscuro indicador de que incluso nuestros países más avanzados aún no están listos para servir como colaboradores oficiales con la evolución.
Aún así, al menos un par de naciones de la Unión Europea se alzaron contra la decepción para dar la bienvenida a la inundación de rostros internacionales con asistencia y apoyo. En lugar de volverse más rígidos y resistentes, sus estructuras sociales e institucionales intentaron volverse flexibles a medida que esta nueva energía fluía a través de ellas. Aunque estas naciones representan una pequeña minoría, son nuestra vanguardia y apuntan con valentía al mundo por venir.
La colaboración, la participación, el testimonio social global y la ciudadanía planetaria son valores esenciales para la era en la que entramos. Ya no podemos esperar a que las estructuras y los gobiernos actuales - con demasiada frecuencia agobiados por la burocracia o la corrupción, se muevan de manera rápida y ética - para tomar acción. Entonces, debemos actuar. Debemos crecer juntos hacia una nueva versión de nosotros mismos.
Cualquier cosa que haya sido bloqueada, negada o suprimida en la experiencia de una generación es simplemente energía o información - una onda modulada - que no puede ser creada ni destruída; debe cumplir su movimiento. Podríamos imaginar el impacto del trauma colectivo, como el creado por el Holocausto, como una serie de cicatrices grabadas en el tejido de nuestra humanidad compartida. Las generaciones venideras entrarán al mundo soportando esas cicatrices y será su tarea integrar el impacto psicológico de los traumas que los crearon.
Durante la mayor parte de los últimos quince años, he trabajado con grupos pequeños y grandes, facilitando la integración del contenido sombrío, es decir, la curación de traumas colectivos. Dondequiera que las personas se unen para sanar el inconsciente, he observado un proceso energético constante. La etapa inicial de cualquier proceso grupal revela energías de negación y resistencia. Un elemento posterior del patrón emerge como una erupción masiva de energías intensas - donde muchas personas del grupo pueden comenzar a llorar o experimentar otras emociones profundas juntas. Algunos grupos pueden experimentar visiones o memorias ancestrales colectivas y estas son experiencias emocionales profundas de descarga y liberación.
Mientras trabajaba con grandes grupos en Alemania e Israel, los dos herederos de un trauma colectivo significativo, observé aperturas profundas en el dolor inconsciente compartido. Para todos los que pudieron permanecer en el proceso, cayendo en el flujo de material reprimido contenido en el lago oscuro del inconsciente, ocurrió un cambio real. Unos pocos en la sala no pudieron soportar el proceso por un período de tiempo, y requirieron la atención de consejeros individuales. Tal trabajo exige un proceso sofisticado y una facilitación consciente, así como también tiempo para apoyo durante la integración de las sombras grupales.

La Matriz de Desarrollo Evolutivo de la Consciencia

El impulso evolutivo de la conciencia para despertar es un impulso vertical -uniéndose hacia arriba a través de los siglos en cada generación ancestral sucesiva, llegando finalmente en el momento presente en forma de usted - mientras simultáneamente emerge o "desciende" del reino potencial del futuro, emitiendo su luz vibratoria, su inteligencia viva, también en el presente, y una vez más, como usted. Simultáneamente, este impulso evolutivo se expresa a sí mismo como un impulso horizontal o lateral, emergiendo como campos interpersonales y transpersonales de relacionarse, conectarse entre y a través de los campos sociales de una sola generación - tejiendo su trama y urdimbre a lo largo del tapiz de comunidad generacional, cultura y nación, culminando como el tejido de la conciencia planetaria.
Los ejes de estos impulsos verticales y horizontales se encuentran, formando una matriz a partir de la cual la conciencia evolutiva y evolutiva teje su Yo y Nosotros, su Usted y Su, sus dominios interiores y exteriores (6). La red de Indra.
A través de la reconciliación de las heridas kármicas o traumáticas, crecemos capaces de establecer relaciones saludables, uniéndonos en sintonía entre nosotros para restaurar el campo de resonancia social, de presencia pura y esencial. Este es el despertar de uno mismo al otro, del amor.

Competencias Emergentes Requeridas en el Proceso del Despertar Global

En las etapas superiores del despertar consciente, llegamos al espacio-nosotros, una sensación de intersubjetividad palpable y despierta. En el espacio-nosotros, nuevas competencias - nuevas capacidades de conciencia - se vuelven accesibles, incluso requeridas, para que emerjan etapas expandidas de nuestra evolución cultural. Una competencia importante se despliega como la capacidad de aceptar el cambio. En un momento de tremenda disrupción, desarrollar esta habilidad es una prioridad muy importante. Sin ella, el cambio será para siempre algo que nos sucede a nosotros. No podremos entrar en línea como coautores y siempre seremos víctimas de las circunstancias. Otra competencia del espacio-nosotros es la innovación. La verdadera innovación requiere resonancia entre múltiples mentes con los recursos de su entorno. La capacidad de atender el trauma colectivo es otra capacidad importante que emerge en las etapas superiores del despertar.
El espacio-nosotros existe como un campo de olas, uno que podemos visualizar como una cuenca hidrográfica, un contenedor vivo tanto para las fuentes y los flujos de energía, que se alimentan y retornan del cuerpo energético colectivo. La capacidad de sincronizarse con un campo coherente es una habilidad distintiva de Nosotros, y es muy necesaria en este momento en la historia humana. A medida que nuestro centro de gravedad llega a reposar en las etapas superiores del desarrollo evolutivo, este campo se convierte en un espacio en el que podemos "investigar" - otra competencia más. Antes de que alcancemos esta etapa, estamos demasiado fragmentados para percibir las condiciones del campo social o para discernir su impacto en uno mismo o en el todo. Luchamos por sentirnos en los demás y reconocer nuestros propios sentimientos y motivaciones claramente. De esta manera, despertar es un acto de llegar a la totalidad, de desfragmentación e integración. Llegamos a etapas superiores de conciencia con un sentido de sí mismo más profundo y una percepción de profundidad más clara. "Ver" se convierte en algo que hacemos tanto con nuestros corazones y mentes como con nuestros ojos.
Lo que descubrimos a través de este proceso de despertar, así como durante los momentos pico o estados elevados de consciencia, es que la matriz de la consciencia -partes tanto despiertas como en la sombra - es nada menos que el principio organizador invisible de toda la vida. Este campo nos llama como el impulso de la evolución, como la voz de lo Divino. Nuestros propios sistemas nerviosos contienen un plano perfecto de esta estructura primaria y están conectados directamente con ese campo mayor. En nuestros cuerpos, encontramos las condiciones tanto para una coherencia y una conexión exquisitas, así como para un dolor y una separación insondables. Ambos son grandes misterios, desentrañándose a nosotros en su propio tiempo en el proceso de despertar.
Dondequiera que nos encontremos sin una coherencia suficiente con el campo, fuera de alineación con nuestra Fuente, nuestros cuerpos, mentes y culturas sufrirán. La falta de coherencia crea bloqueo, desintegración y descentralización. Hambrienta de coherencia y sin una integración adecuada, la evolución finalmente se detiene y no puede continuar. Podemos caer en niveles más bajos de conciencia hasta que descubramos la naciente propulsión hacia adelante una vez más.

Testigo Social Global  

En la meditación, practicamos desenganchar la consciencia del objeto de atención. A través de la práctica, descubrimos el testigo interno, lo que no está surgiendo como nuestros pensamientos o sensaciones, sino que existe en el calmado silencio que hay debajo - un observador silencioso y sin prejuicios.
El reconocimiento de este profundo testigo interno trae paz y equilibrio. Al cultivar nuestra capacidad de ser testigos, damos apoyo a áreas como la regulación emocional y la tolerancia al estrés. De esta manera, mantener la perspectiva de testigo tiene el efecto de profundizar el despertar consciente.
A partir de esta conciencia embebida emerge otra competencia de la consciencia, una habilidad de nuestro tiempo que podríamos llamar testigo social global, quizás mejor entendido como una mezcla de presencia contemplativa (7) y sintonía activa. Arraigados en la práctica contemplativa individual, las semillas de esta capacidad en la conciencia se ramifican, floreciendo como una función necesaria y colaborativa del colectivo.
Como testigos sociales globales, mantenemos una presencia activa y una atención comprometida de nuestro mundo, observando todo lo que surge a nuestro alrededor mientras observamos simultáneamente todo lo que surge en nuestro interior. Seguimos atentos a nuestras respuestas internas a nuestro mundo exterior, ya sea que nuestra respuesta sea resistencia, bloqueo o incluso una sensación de entumecimiento. Como testigos sociales globales sintonizados, creamos un espacio interior expandido desde el cual comenzamos a reconocer el sentido propio del colectivo.
Un lema apropiado para el testigo global sintonizado podría ser: "Al ser testigo del colectivo, soy testigo de mí mismo" o, a la inversa, "como soy testigo de mí mismo, soy testigo del colectivo".
Nuestros dispositivos modernos contienen una inmensa potencia informática, más de la que todos los poderes aliados que poseía durante la Segunda Guerra Mundial (8). Con unos pocos toques de pantalla, de hecho, podemos llegar a seres queridos, amigos y colegas a medio mundo de distancia. Lo suficientemente pequeño como para llevarlo en el bolsillo, podemos acceder a lo que esté sucediendo en cualquier parte del mundo, tal como está sucediendo. Pero gran parte de lo que denominamos "noticias" es mucho más que eventos actuales. Los medios de comunicación populares, a menudo de propiedad corporativa, con frecuencia venden contenido que induce al miedo y enfocado en los índices de audiencia - un asalto al cuerpo y al cerebro. Dada la naturaleza del trauma colectivo que heredamos, este material sirve como un espejo para todo lo que cargamos. Dependiendo de cómo elijamos relacionarnos con él, da forma a nuestra visión del mundo y de los demás, lo que genera aún más miedo y toxicidad o negación y estupidez, o señala el camino hacia la integración y la sanación necesarias. La elección es nuestra.
Si se les da demasiado espacio en nuestras vidas, los medios de comunicación negativos pueden hacer aún más difícil entrar al presente como testigos conectados. En lugar de fomentar la empatía por aquellos que sufren como resultado de las atrocidades que leemos y escuchamos en todo el mundo, ciertas formas, como las noticias de televisión las 24 horas, solo pueden servir para desconectarnos. Aquí, nuestras sombras colectivas emergen de formas polarizantes y deshumanizantes -pero la luz que llevamos nos invita a reconocer estas expresiones como el llamado a sanar nuestras heridas, en lugar de proyectarlas, negarlas o identificarse con ellas.
La verdad paradójica es que, para ser testigos globales, debemos permanecer conscientes de los eventos actuales en nuestras comunidades y en el mundo, pero debemos aprender a hacerlo con todas las capacidades en línea - donde ninguna parte de nosotros se ha desprotegido o desregulado. Esto no es tarea fácil. Negarse a hundirse en la histeria, la polarización o el cinismo requiere una vigilancia consciente. Requiere que atendamos al dolor de nuestro mundo con mentes pensantes y corazones sensibles. Para servir en presencia como verdaderos testigos globales, debemos estar dispuestos a sentir y aceptar conscientemente todo lo que se ha quebrado, dislocado y negado. Debemos elegir ser testigos presentes del dolor, del terror y del trauma. Debemos estar dispuestos a resolver de manera consistente y consciente esas energías que han quedado almacenadas y sin digerir. En esencia, debemos abrir el equipaje de mano de nuestro mundo, clasificar su contenido, desempacar.
Cualquier trauma que cargue pertenece a la sombra colectiva y actúa como un filtro, impidiéndome ver el mundo, ser testigo con claridad. Al descubrir esta verdad elemental, aprendo la importancia de aclarar mi pasado y descubro que mi propia integración se convierte en un acto de servicio.

Multi-Perceptividad

La siguiente competencia evolutiva que encontramos es la de la multiperceptividad, la capacidad de sostener contradicciones y paradojas, sin rechazo ni confusión. A medida que comenzamos a dominar nuevas capacidades evolutivas en el despertar colectivo, comenzamos a desear soluciones a los problemas de nuestro mundo más difíciles de resolver, reconociendo que estos son responsabilidad de todos. Lo hacemos mientras permitimos que el espacio que los alberga se convierta en un terreno alquímico para que aparezca la transmutación y la innovación.
Convertirse en un participante consciente en el despertar global es uno de los esfuerzos humanos más nobles que podemos emprender; es el comienzo del verdadero cuidado, amor, compasión e inclusión. Todo lo que se ha externalizado, proyectado, suprimido o negado puede encontrar un hogar dentro - acogido con aceptación.

Ciudadanía Global 

Para crecer en mayor conciencia, seremos obligados a enfrentar el dolor que como especie hemos causado a otros seres, a nosotros mismos y a nuestro planeta -sufrimiento que todavía estamos causando. Estamos llamados a desarrollar una profunda empatía planetaria. Si rechazamos esta actualización evolutiva tan necesaria, permaneceremos encerrados en nuestro nivel actual de consciencia, condenándonos a nosotros mismos, y casi con seguridad, sin contar otras especies. Esta transformación es un imperativo evolutivo. Podemos observar las consecuencias de retrasar esta llamada en la repetición de muchos de nuestros patrones destructivos, esos ciclos negativos de "noticias" e historia - conflicto y guerra y destrucción- así como los ciclos personales de conflicto que se repiten con demasiada frecuencia en la vida de aquellos con trauma no procesado.
La psicoterapia terapéutica y otras modalidades de sanación ofrecen herramientas valiosas a los individuos para la restauración de heridas traumáticas, liberando a los pacientes de patrones de retraumatización, iniciando vidas de mayor elección y libertad. Debemos despertar al grado de dolor y energía no procesada que cargamos. Su gravedad entorpece nuestra evolución, deteniendo el proceso de desarrollo. Al aferrarnos a energías no resueltas y no procesadas -traumas y conflictos pasados que no nos atrevemos a enfrentar - condenamos a los hijos y nietos de la humanidad para que nos carguen este trauma.
El contenido del inconsciente colectivo de una generación es un campo oculto de sombras reprimidas en las que los niños de la próxima generación nacerán y se verán obligados a llevar. Esto hace que sea un imperativo moral que reclamemos estos elementos negados del yo en nuestras propias vidas. Una vez que hemos hecho el trabajo para excavar, sanar e integrar estos fragmentos perdidos de nosotros mismos, ellos buscan la trascendencia. No los perdemos, como un átomo no pierde sus quarks en su viaje para convertirse en una molécula, ni una molécula pierde sus átomos cuando se convierte en una célula. Es solo a través del proceso de recuperación de la sombra cultural, en la integración del trauma colectivo, que nos convertimos en un todo sensible, capaz de hacer que el mundo sea nuevo, juntos.
Así como una especie adquiere adaptaciones físicas maravillosas y a menudo sorprendentes, que le permiten sobrevivir incluso a cambios severos o bruscos en su entorno, la evolución ofrece mejoras adaptativas en la consciencia a cada instante. Inherente a esto es un reconocimiento de que a través de la aplicación consciente, podemos avanzar nuestra propia evolución como una cuestión de intención, deseo, voluntad y práctica. Mientras que el dominio físico más denso progresa relativamente lento, la conciencia no tiene límites. A través de la práctica hábil, podemos trabajar para lograr el dominio de nuestra capacidad innata para evolucionar. A través de la atención plena, la intención, la presencia, la sintonización, el diálogo colectivo y otras prácticas de conciencia, aceleramos nuestro camino hacia adelante.
Aquí, lo viejo es visto y se hace nuevo, y lo nuevo nace. Lo liminal es el templo de nacimiento y muerte, donde se reconcilian los traumas, se libera el pasado, las estructuras del ser se incluyen y se trascienden, y el presente brillante y eterno manuscribe invitaciones al campo de futuro potencial.

La Devoción y la Ley Sagrada como Herramientas Fundamentales del Despertar 

En la espiritualidad encarnada, discutimos dos niveles de práctica que piden ser combinados. Estas son prácticas de estado y prácticas de procesos. La práctica de estado, el proceso de búsqueda de estados superiores de conciencia, se puede alcanzar a través de una fuerte práctica contemplativa: meditación, contemplación, oración. Durante la práctica contemplativa, pueden ocurrir momentos repentinos de despertar o experiencias de estado para cualquier persona en cualquier etapa de la conciencia. El estado máximo de un budista y el de un cristiano evangélico vendrán en diferentes formas, pero lo numinoso habla a todos.
A medida que progresamos a lo largo de un camino hacia una mayor conciencia, muchos de nosotros comenzamos a entrar y salir de estados superiores hasta que comenzamos a establecer una realización más permanente. Al mismo tiempo, podemos trabajar para restaurar nuestra relación con la vida a través de lo que se conoce como práctica de proceso, un entrenamiento espiritual profundamente relacional. La práctica del proceso es la restauración de todas nuestras relaciones a través de una práctica profunda de compasión, amor e iluminación del cuerpo-mente. A través de la práctica del proceso, aplicamos lo que predicamos, manifestando espíritu e inteligencia a través de una relación totalmente encarnada con nuestras vidas y todo lo que encontramos. La práctica del proceso se realiza en el mundo, donde sea que estemos. No pide que nos apartemos de la vida ordinaria para meditar o rezar en un desierto o ashram; pide, en cambio, que nos convirtamos en practicantes culturales, para aprender a usar la conciencia encarnada como un lecho matrimonial para lo trascendente y lo inmanente, lo sagrado y lo secular.
Es a través de una combinación de la práctica de estado contemplativa y una práctica de proceso cultural pero mística que nos convertimos en parteros en el despertar de nuestros acuerdos sociales y su arquitectura subyacente. Este trabajo profundiza y amplía inherentemente el espacio interior para sí mismo y para todos.
Vivimos en una época que es un gran desafío para el pleno habitar del cuerpo. Una herencia de trauma multigeneracional combinado con la naturaleza de nuestros estilos de vida posmodernos ha separado el ser intelectual de nuestros cuerpos físicos y emocionales, limitando dramáticamente las oportunidades para la integración tan necesaria. Desde la época de la Ilustración, el intelecto racional ha sido promovido como más valioso y mucho más importante que las búsquedas sensibles, creativas e incluso espirituales. Como resultado, hemos sido impulsados a la compartimentación y nuestras mentes racionales se han alejado de nuestros cuerpos, hogar de las emociones, la memoria, la empatía y la consciencia creativa. Esta "mente helicóptero" insta a las decisiones que excluyen el corazón y el cuerpo, revelando por qué nos hemos alejado tanto de la naturaleza. Una práctica de habitar el cuerpo, más importante ahora que nunca, sincroniza todas las partes del sistema nervioso central y permite la realineación de todo el ser. Habitar el cuerpo es un aspecto urgente del despertar, y es necesario para todas las personas, instituciones y organizaciones.
La devoción es generalmente un concepto difícil para la conciencia posmoderna científicamente informada. Después de todo, abandonamos el dominio de la religión represiva por una mayor autonomía intelectual. Pero lo que comenzó como un alejamiento de las formas regresivas de fe pronto nos deja bloqueados, con picazón de alergia a cualquier cosa identificada como "sagrada". Estamos condenados a la falta de sentido, atrapados en un cinismo que inicialmente se sintió fortalecedor, pero nos ha dejado solo con desesperación. En busca de alivio, consumimos y abusamos de los entretenimientos comercializados por los capitalistas, buscando refugio en el hiperindividualismo, pero solo encontramos una mayor fragmentación. Hemos perdido nuestro asombro infantil, sentido de humildad y cualquier reverencia por la conexión. Con demasiada frecuencia, sufrimos la pérdida de una sensación calmante de iluminación, ese resplandor interior del Espíritu o algo más luminoso que la incandescencia de la pantalla de un teléfono celular.
Y, por lo tanto, anhelamos que la tecnología nos lleve al umbral de lo que sabemos, para acompañar a una singularidad mecánica que podría ofrecer un nuevo sentido de trascendencia. O, tal vez, destruir todo lo que es humano.

La Ley de lo Divino es Simplemente esta: AMOR

La ley no debe ser percibida como una regla o estructura, sino como un anhelo por el amor más profundo, un aire con vida. La Ley Sagrada es el camino a casa. Es vivir en completa sincronización con la Fuente. Es la suspensión del tiempo, el espacio y la separación. La ley es comunión santa.
Vivir de acuerdo con la Ley superior es vivir de acuerdo con la ética sagrada, con el flujo y la quietud esenciales. Las Leyes Divinas son meridianos cósmicos, que sostienen la red de la vida en la luz más coherente y el poder creativo del cual nuestras almas son una proyección holográfica.
Cuando la ley debe ser impuesta desde el exterior, hemos perdido nuestra comprensión y compañía naturales con su divinidad y con la nuestra. Vivimos en un mundo de regulación excesiva, litigiosidad y carga legal porque la naturaleza sagrada de la Ley, un derecho inherente de conciencia, no se ha cumplido en el colectivo a través del acto de despertar, por lo que la ley se ha externalizado en gran medida en muchas formas injustas y legalistas. La conciencia inferior busca promulgar la ley a través del autoritarismo, utilizando funciones represivas y restrictivas para desempoderar a muchos mientras empodera solo a unos pocos. Esto ha llevado al rechazo generalizado de la noción de que vivir de acuerdo con la Ley superior podría ofrecer libertad, pero es una verdad fundamental: la Ley divina es el camino hacia la soberanía.

Conclusión 

¿Cómo sería si nuestra narrativa compartida fuera una de ascenso - donde nosotros, el héroe mítico, habiendo aceptado un poco de guía o inspiración divina, elegimos encontrar nuestra salida del inframundo, para elevarnos desde el Abismo a la Gracia?
¿Cómo se sentiría si abandonáramos nuestro gran sueño y eligiéramos, en cambio, el despertar?
Nuestro pasado no es ayer, sino todas las energías almacenadas y sin resolver que contenemos, no vistas, consumen nuestra capacidad de permanecer totalmente presentes y despiertos. De la misma forma, nuestro futuro no es mañana. Es un estado siempre presente de consciencia superior en el que estamos creciendo ahora y ahora y ahora. El futuro es el potencial de todas las posibilidades resonantes vibrando en el ser.
Cuando nos encontramos a nosotros mismos sintonizados y cautivados en estados de flujo puro y esencial – por inspiración, innovación o genio – estamos participando en los efectos del futuro. Estamos co-creando con el impulso puro de la fuerza evolutiva. En dichos momentos, vislumbramos una muestra de todo en lo que nos estamos convirtiendo y todo lo que somos. Al escoger resolver las energías kármicas / traumáticas que cargamos, nuestro futuro compartido se vuelve vibrante con innovación y creatividad; se convierte en un lugar de sanación donde la luz puede derramarse. En esta luz, emergemos radicalmente, exponencialmente como un todo.
Si accedemos a ese futuro, el mercado brillará con la presencia de Dios, y sabremos que lo sagrado ha regresado. La ciencia se encontrará con el misticismo en un matrimonio de almas. La medicina recordará los orígenes sagrados del cuerpo. Todo esto será posible porque habremos comenzado el trabajo de excavar nuestras sombras, haciendo consciente cada energía que se ha mantenido en la oscuridad de lo no despierto profundo. El resultado de nuestra co-excavación nos encontrará en un nuevo estado de comunión profunda y correlación siempre presente.
Para aprender más, visite: https://thomashuebl.com y
https://collectivetraumasummit.com

1 Berman, 2017. “Technology Feels Like It’s Accelerating.”
2 Logos, 2017. Encyclopedia of Britannica Online.

3 Abbott, E, 2017. Flatland.

4 Dube, et al, 2003. Adverse Childhood Experiences Study.
5 Portney, 2003. Intergenerational Transmission of Trauma.
6 Wilber, 2005. AQAL.

7 Baek, 2017. “Collective Presencing.”

8 Kaku, 2012. Physics of the Future.

Referencias

ABBOTT, E. A. (2016). Flatland: a romance of many dimensions. ( CreateSpace Independent Publishing Platform).
BAEK, R. (2016). “Collective Presencing: Four Years Later.” Kosmos Journal, <http://tinyurl. com/kexru9r> [retrieved 17 May 2017].
BERMAN, A. AND DORRIER J. “Technology Feels Like It’s Accelerating—Because It Actually Is.” Singularity Hub, <https://tinyurl.com/mpcpgut> [retrieved 20 April 2017].
DUBE, ET AL. (2003). The impact of adverse childhood experiences on health problems: evidence from four birth cohorts dating back to 1900. < http://tinyurl.com/ll8m3pr> [retrieved 11 May 2017].
KAKU, M. (2011). Physics of the future: How science will shape human destiny and our daily lives by the year 2100 (New York: Doubleday). KEGAN, R. AND WILBER, K. (2013). “In Over Our Heads: Development as a Lifelong Journey.”Integral Life <https://integrallife.com/over- ourheads/> [retrieved 18 May 2017].
LOGOS: PHILOSOPHY AND THEOLOGY. (2017). In Encyclopedia of Britannica Online, <https:// www.britannica.com/topic/logos> [retrieved 2 May 2017].
PORTNEY, C. (2003). “Intergenerational Transmission of Trauma: An Introduction for the Clinician.”Psychiatric Times. <https://tinyurl.com/m5h9abl > [retrieved 11 May 2017].

Thomas Hübl es conferencista, autor y fundador de Academy of Inner Science. Ha trabajado con más de cien mil personas en todo el mundo a través de talleres, programas de entrenamiento y cursos online. Su enseñanza combina prácticas de consciencia somática, prácticas meditativas avanzadas y procesos transformacionales que abordan el trauma tanto individual como colectivo, abriendo el potencial para crecimiento y sanación.
Thomas ha guiado eventos de sanación a gran escala que han reunido miles de Alemanes e Israelíes para reconocer, enfrentar y sanar la sombra cultural dejada por el Holocausto. También ese el fundador del Proyecto Pocket sin ánimo de lucro, que se enfoca en incrementar la consciencia y comprender el trauma colectivo y reducir sus efectos. A través de su organización sin ánimo de lucro, Thomas busca facilitar cambio cultural consciente con iniciativas como el popular Celebrate Life Festival, un evento inmersivo de varios días que tiene lugar anualmente ya sea en Alemania o en Estados Unidos. Su próximo libro sobre trauma colectivo será publicado en 2020.
https://thomashuebl.com/
Julie Jordan Avritt es co-autora, colaboradora, fantasma y tinta integral junto a ciertos místicos culturales, agentes de cambio cultural, nuevas empresas, advenedizos y renegados en una misión para pensar más grande, más grande, GRANDE. Entre otros lugares, su trabajo se puede encontrar en un volumen impreso de Kosmos Journal; dos volúmenes de S / tick; Grava; Visible: una femmethology — volumen dos; y en el próximo libro gráfico, Gran desafío: cómo los líderes hacen crecer sus negocios abordando los problemas más intratables del mundo, con el visionario estelar, Seth Kahan.
http://www.juliejordanavritt.com/

Extraído del Spanda Journal V2.1 titulado "Iluminación colectiva" https://spanda.org/assets/docs/spanda-journal-VII,1-2017.pdf

vendredi 22 novembre 2019

Habilidades dificiles de aprender pero que son muy valiosas - Coert Engels

No existe un manual de instrucciones para la vida. La mayoría de nosotros avanzamos a tientas por los altibajos de la vida aprendiendo cosas a medida que avanzamos.
Sin embargo, en esta edad moderna donde la tecnología nos permite hacer una convocatoria abierta de información, es posible indagar sobre las habilidades más importantes para la vida de una variedad de personas y fuentes de una sola vez.
Es por esto que es útil plantear la pregunta: "¿Cuáles son las habilidades más difíciles y útiles para aprender?"
A continuación 15 de las habilidades más útiles y más dificiles de aprender, originalmente publicadas por Kamia Taylor en Quoera y compartidas en Business Insider

1. Empatía

“Usted puede ser el individuo más disciplinado, brillante e incluso adinerado en el mundo, pero si no se preocupa por empatizar con otras personas, entonces no es básicamente nada más que un sociópata", escribe Kamia Taylor.
Business Insider cita a la empresaria Jane Wurdwand quiwn dice que la empatía es una habilidad humana fundamental que los negocios modernos han olvidado fácilmente.
“La empatía - la habilidad de sentir lo que otros sienten - es lo que hace de las personas buenas en ventas y servicio realmente excelentes. La empatía como en el espíritu de grupo - camaradería - motiva a las personas a esforzarse. La empatía lleva a los empleados a ir más allá de su propia apatía hacia algo más grande, porque sienten algo más allá que un simple cheque de pago."

2. Ser maestro de su sueño

El daño que ocurre como resultado de la privación de sueño es de largo alcance y muy perjudicial para la salud y el bienestar general. Realmente vale la pena que establezca una rutina general de sueño y que se apegue a ella para asegurarse de que tiene suficientemente sueño. Sin sueño no puede desempeñarse de manera óptima.

3. Gestionar el tiempo

La gestión del tiempo es la clave del éxito en el lugar de trabajo como también en su vida personal. Sin una gestión del tiempo apropiada, no puede alcanzar sus metas diarias o terminar su trabajo a tiempo, resultando en una vida llena de estrés.
Puede descargar aplicaciones, ajustar su tiempo de sueño, crear listas o lo que sea que funcione para usted, siempre que comprende porqué es importante para usted gestionar bien su tiempo: la efectiva gestión de tiempo le ayuda a hacer las cosas a tiempo, ser productivo y no perder el tiempo propio ni el de otras personas.

4. Pedir Ayuda

Es dificil pedir ayuda porque nadie quiere parecer incompetente, pero tarde o temprano nos encontramos en una posición que no podemos enfrentar sin ayuda.
Considere lo que puede pasar si no reconoce que necesita ayuda y no la pide. REalmente puede terminar en un gran desastre.
Pedir ayuda no significa que sea débil, al contrario, los gerentes que he admirado más en mi carrera fueron aquellos que abiertamente dijeron que no comprendían algo o pidieron ayuda porque no sabían cómo proceder por sí mismos.
Un estudio reciente de  Harvard Business School sugiere que pedir consejo es realmente bien recibido y lo hace lucir más -no menos- competentee. Al pedir consejo, reconoce la inteligencia o experticia de otra persona, lo que los hace sentir bien.

5. Reflexión Positiva

Todos estamos constantemente involucrados en un monólogo interior con nosotros mismos y el contenido de lo que reflexionamos puede afectar nuestra confianza y auto-estima. Mientras que la reflexión positiva, construirá auto-confianza y una imagen positiva, el diálogo interior negativo hará lo opuesto.
Recuerde las palabras de Henry Ford: Ya sea que piense que puede, como que no puede, tiene razón.

6. Consistencia

Tanto si está ensayando una nueva rutina de ejercicios o estudiando para un examen, o trabajando en un proyecto importante, la consistencia es vital para mantener cualquier clase de éxito.
Las personas a menudo dejan de trabajar duro cuando alcanzan la cima, pero para mantener esa posición, deben trabajar más duro y ser más consistentes con su trabajo.

7. Ocuparse de sus propios asuntos

Si nadie le ha pedido su consejo, es probablemente no deseado y es sabio conservarlo para usted. Además, es imposible saber toda la historia. Es muy fácil asumir que comprende la situación, cuando de hecho, no tiene todos los hechos. Si algo no lo afecta directamente, es mejor mantenerse al margen.

8. Escuchar

“La mayoría de nosotros en el lugar de trabajo estamos tan abrumados con cosas para hacer - mensajes, llamadas. Quiero decir, nuestro cerebro puede tolerar solamente tanta información antes de que colapse", dijo Nicole Lipkin, autora de “What Keeps Leaders Up At Night,” previamente a Business Insider.
Un tip para la escucha activa es repetir lo que ha escuchado a la otra persona. "Simplifica las cosas cuando todos están en la misma página", dice.

9. Saber cuándo callar - y hacerlo

Mantener sus pensamientos para sí mismo cuando está agitado es una de las habilidades más valiosas para aprender, y por supuesto, una de las más difíciles.
Hay muchas instancias en las que conservarlos para sí mismo es el mejor camino. "Cuando estamos enfadados, molestos, agitados o irritados, dejamos escapar cualquiero cosa y todo lo que llegue a nuestra mente". Anwesha Jana escribe en Quora.
En algunas situaciones es mejor mantenerse callado, sin importar cuáles sean sus pensamientos personales. Por ejemplo, cuando alguien está tan enfacado como para escuchar racionalmente cualquier cosa que tenga para decir, es inútil responder.

10. Evitar los chismes

Business Insider cita a Jason T Widjaja quien comparte el siguiente punto: "Lo más importante en la vida para mí son las relaciones. Y lo más importante en construir y mantener buenas relaciones es la confianza".
Una de las formas más fáciles de perder la confianza, es chismear sobre las personas a sus espaldas.
Widjaja dice que aprender a no cotillear fue duro porque significa perderse de conversaciones posiblemente importantes, distanciarse de personas influyentes y tener que decirle a las personas con poca fluidez, "Siento interrumpier pero realmente no necesito saber esto, podríamos hablar de otra cosa?"
"Pero siga adelante y obtendrá su recompensa invaluable: la confinaza".

11. Estar presente en el momento

Vivir en el momento presente es un término muy extendido estos días, pero probablemente no tenemos idea de lo que realmente significa vivir en el presente.
El estado al que nos hemos acostumbrado es un estado en el cual  nuestros pensamientos están ya sea en el pasado: lo que ha sido, lo que podría haber sido, lo que pensó que sucedió vs. lo que realmente sucedió, o en el futuro: lo que será, lo que podría ser. Todo esto nos saca de donde realmente estamos y lo que está sucediendo realmente.
Esto significa que solamente estamos medio vivos la mayor parte del tiempo. Este hábito retira el disfrute del momento presente. Su respuesta a estas preguntas, ilustrarán el punto:
¿Está tan concentrado en hacer un proyecto, que no disfruta el proceso de realizarlo?
¿Está tan distraído por su próxima cita al odontólogo que no puede disfrutar el tiempo con su familia hoy?

12. Aprender un nuevo lenguaje

Aprender una segunda lengua es una manera práctica y provechosa de usar el tiempo, le ayuda a mantenerse agudo mentalmente. Cuando se aprende un nuevo lenguaje gana más que una forma distinta para expresarse a sí mismo, obtiene una forma de pensar completamente nueva y revelaciones invaluables sobre otra cultura que pueden beneficiarlo en su carrera y su vida personal.
Los estudios han encontrado que hablar dos o más lenguas es un activo maravilloso para el proceso cognitivo. Los cerebros de las personas bilingues operan en una forma que ofrece muchos beneficios mentales.

13. Expresar lo que piensa

Si quiere tener un impacto en su trabajo, su comunidad o incluso en una plataforma pública más amplia, es necesario que aprenda a expresar lo que piensa en público. Es dificil para la mayoría de nosotros hacerlo y el miedo de hablar en público es el miedo más común, pero con coaching y práctica puede superarlo, como miles ya lo han hecho.
Warren Buffett dijo esto sobre hablar en público: “Usted debe ser capaz de comunicarse en la vida y es muy importante. Las escuelas, hasta cierto punto, no enfatizan lo suficiente. Si no puede comunicarse y hablar con otras personas, y transmitir sus ideas, está renunciando a su potencial."

14. Ser honesto con los demás

Ser completamente honesto con los demás puede ser extraño, pero solo porque no tiene nada amable que decir, no significa que no debería decirlo, escribe Gillett, sugiriendo que la sinceridad radical es la manera de practicar la completa honestidad con los demás.
“Cuando practique franqueza radical recuerde que sea humilde, útil, inmediato, en persona y no se personaliza"

15. Ser honesto consigo mismo

Sorprendentemente es dificil de hacer. Mucho de lo que nos decimos a nosotros mismos sobre nosotros son mentiras, lo que explica porqué la mayoría de las personas no se conocen realmente a sí mismos.
Per si puede cultivar el hábito de ser honesto consigo mismo, la recompensa será integridad personal y respeto de otros, lo que le llevará lejos en la vida.


Fuente: https://ideapod.com/16-skills-difficult-learn-will-pay-off-forever/

vendredi 15 novembre 2019

¿Cómo amar? - Libro de la vida

Uno de los grandes acertijos intelectuales que la vida cotidiana nos obliga a todos a considerar de forma un poco regular es: "¿Por qué otras personas son tan terribles? ¿Cómo es que son tan poco confiables, agresivas, falsas, crueles, hipócritas o cobardes?" Mientras encontramos las respuestas, tendemos a recurrir naturalmente a una explicación estándar, compacta y tentadora: porque son personas terribles. Son espantosas, torcidas, deformes o "malos"; simplemente así son algunos tipos. La conclusión puede ser desalentadora, pero también se siente muy cierta y fundamentalmente inamovible.
Sin embargo, cuando las cosas se sienten especialmente claras, es posible que nos provoque probar un experimento de pensamiento inusual, que puede desafiar una gran cantidad de nuestras certezas y provechosamente complicar más el mundo: podemos tratar de mirar a nuestros semejantes a través del ojos de amor.
El experimento requiere una resistencia particular y se intenta mejor en momentos del día más tranquilos y menos agitados. Cuando lo manejamos, puede contar como uno de nuestros más altos logros éticos.
Normalmente estamos de nuestro lado con determinación, profundamente dedicados a nuestro propio punto de vista y propensos a comerciar con certezas morales y establecidas. Sin embargo, muy ocasionalmente, tenemos la fuerza para mirar a otras personas a través de una lente diferente: notamos que es probable que su realidad sea mucho más complicada y matizada de lo que esperábamos inicialmente -y que, al contrario de nuestros impulsos, pueden ser merecedores de más simpatía y consideración de lo que pensábamos, a pesar de que nos han herido y frustrado, a pesar de que su comportamiento es contrario a lo que esperamos- y aunque la tentación es llamarlos idiotas y estúpidos y seguir adelante.

Mirar a otra persona a través de los ojos del amor implica algo de lo siguiente:

- Imaginación

El pensamiento moralista identifica a las personas de cerca con sus peores momentos. El pensamiento de amor nos empuja en otra dirección, nos invita a usar nuestra imaginación para idear por qué alguien podría haber hecho un acto lamentable y, sin embargo, podría seguir siendo un objetivo adecuado para un grado de comprensión y simpatía. Tal vez se asustaron mucho, tal vez estaban bajo presión de extrema ansiedad y desesperación. Podrían haber estado tratando de decir o hacer algo más, y esto fue todo lo que pudieron hacer.
Aquellos que miran con amor adivinan que habrá tristeza y arrepentimiento bajo las furiosas vociferaciones o una sensación de intolerable vulnerabilidad detrás de la pomposidad y el esnobismo. Indican que el trauma temprano y la decepción deben haber formado el telón de fondo para las transgresiones posteriores. Recordarán que la persona delante de ellos fue alguna vez también un bebé.
El intérprete amoroso se aferra a la idea de que la dulzura debe permanecer debajo de la superficie -junto con la posibilidad de remordimiento y crecimiento. Están comprometidos con las circunstancias mitigantes; para cualquier fragmento de la verdad que pueda arrojar una luz menos catastrófica sobre la locura y la "maldad".

- Daño, no está mal

El pensamiento amoroso se niega a creer que haya algo como el mal puro y simple. El mal comportamiento es invariablemente la consecuencia del dolor: el que grita no se siente escuchado, el que se burla una vez fue humillado, al cínico constante le han arrebatado la esperanza. Esta no es una alternativa a la responsabilidad, es solo un conocimiento de que actuar mal debe ser una respuesta a una herida, y nunca una ambición inicial.
El paso fundamental del amor es aferrarse, en las situaciones más desafiantes, a una distinción entre las acciones manifiestamente desagradables de una persona y los motivos dignos de piedad que invariablemente subyacen en ellas.

- Una historia, no un titular

Al pensamiento moralista le gustan los titulares; el pensamiento amoroso va en busca de historias. "El cónyuge enojado abandona a la familia" tendrá su origen décadas antes, en la vieja casa, a manos de padres inestables, cuando se perdió por primera vez la inocencia y se destruyó la estabilidad. El "CEO escandaloso arruina la compañía" no es una historia de avaricia o venalidad, sino de pérdida, dolor y enfermedad mental. Ante la caricatura, la tarea del amor es la curiosidad propia.

- El niño interior

Considerar a los demás con amor significa recordar para siempre al niño dentro de ellos. Nuestro ofensor puede estar completamente desarrollado, pero su comportamiento siempre estará relacionado con sus primeros años. Estamos tan interesados en no parecer condescendientes al tratar a alguien como si fuese más joven, que pasamos por alto la necesidad de ignorar ocasionalmente la parte adulta externa de los demás para percibir y simpatizar con el niño enojado y confundido que acecha en su interior.
Cuando estamos cerca de niños pequeños que nos frustran, no los declaramos malvados, no los criticamos para mostrarles cuán equivocados están. Encontramos formas menos alarmantes de comprender cómo han llegado a decir o hacer ciertas cosas. No asignamos fácilmente un motivo negativo o una intención mala a una persona pequeña; buscamos las interpretaciones más benévolas. Probablemente pensamos que están un poco cansados, o que sus encías están adoloridas o que están molestos por la llegada de un hermano menor. Tenemos un gran repertorio de explicaciones alternativas listas en nuestras cabezas.
Esto es lo contrario de lo que suele ocurrir con los adultos; aquí imaginamos que otros nos han puesto deliberadamente en la mira. Pero si empleáramos el modelo infantil de interpretación, nuestra primera suposición sería bastante diferente. Dado lo inmaduro que necesariamente permanece cada adulto, algunos de los movimientos que ejecutamos con relativa facilidad alrededor de los niños deben continuar siendo relevantes para siempre cuando estamos tratando con otro adulto

- La posibilidad de la tragedia

El pensamiento moralista asegura que las personas obtienen lo que se merecen. El pensamiento de amor cree en la existencia de la tragedia, es decir, en la posibilidad de que uno pueda ser bueno y aún fracasar. La tragedia nos enseña que los eventos más impactantes pueden suceder a los más o menos inocentes o los únicos medio confusos y débiles. No habitamos un universo propiamente moral, el desastre se distribuye en puntos para aquellos que no podrían haber esperado que fuera un resultado justo, dado lo que hicieron. El pensamiento amoroso acepta una posibilidad increíble, aterradora y todavía muy poco aceptada: ese fracaso no está reservado para aquellos que son "malvados".

- Paciencia

Los pensadores moralistas alcanzan sus certezas rápidamente; los pensadores de amor se toman su tiempo. Permanecen serenos ante un comportamiento obviamente mediocre: una repentina pérdida de los estribos, una acusación salvaje, un comentario perverso. Buscan instintivamente explicaciones razonables y tienen claramente en mente los mejores momentos de una persona actualmente frenética pero esencialmente adorable. Se conocen a sí mismos lo suficientemente bien como para comprender que la pérdida de perspectiva es a la vez enormemente normal y, por lo general, indica nada más que desesperación o agotamiento pasajeros. No agravan una situación febril a través de la superioridad moral, un síntoma de no conocerse demasiado bien - y de una memoria muy selectiva. La persona que golpea el puño sobre la mesa o anuncia opiniones extravagantes es más probable que esté simplemente preocupada, asustada, hambrienta o simplemente muy entusiasmada: condiciones que deberían invitar a la simpatía en lugar de la indignación.

- Características redentoras

Los pensadores de amor interpretan que todos tienen fortalezas junto a sus debilidades obvias. Cuando se encuentran con estas debilidades, no concluyen que esto es todo lo que hay, saben que casi todo en el lado negativo de un libro mayor podría estar conectado con algo en el lado positivo. Buscan un poco más asiduamente de lo normal la fuerza a la que se debe unir una característica exasperante. Podemos ver fácilmente que alguien es pedante e intransigente; tendemos a olvidar, en momentos de crisis, su esmero y honestidad. Podemos saber tanto sobre el desorden de una persona, que olvidamos su grado poco común de entusiasmo creativo. No existe una persona con solo fortalezas, pero tampoco hay alguien con solo debilidades. El consuelo llega al negarse a ver los defectos de forma aislada. El amor se construye a partir de una conciencia constantemente renovada y suavemente resignada de que las personas libres de debilidad no existen.

- También somos pecadores

El estímulo más grande hacia una perspectiva amorosa de los demás es una conciencia viva de que también somos profundamente imperfectos y en algunos puntos completamente locos. El enemigo de la generosidad es la sensación de que podríamos estar más allá de la culpa - mientras que el amor comienza cuando podemos reconocer que somos en la misma medida idiotas, inseguros mentalmente y defectuosos. Es una fe implícita en su propia perfección lo que convierte a algunas personas en jueces tan severos.
Al mirar el mundo a través de los ojos del amor, nos vemos obligados a concluir que no existe algo así como simplemente una persona mala, ni un monstruo. Solo hay dolor, ansiedad y sufrimiento que se han fusionado en acciones desafortunadas. No solo estamos siendo amables en esta noción; esto no es simplemente un ejercicio para ser amable, es un ejercicio para llegar a la verdad de las cosas, lo que puede - cuando nos adentramos en los detalles de la psicología humana- ser aproximadamente casualmente la misma cosa.

Book of Life
Capítulo 1: Relaciones. Romanticismo

vendredi 8 novembre 2019

Autoestima - Mariano Alameda

La autoestima es la reputación que nos damos a nosotros mismos. Que sea alta o baja depende de muchas cosas. Algunas son muy antiguas, como el haber sido un niño deseado, haber tenido unos padres cuidadosos, felices y disponibles o haber recibido una mirada sonriente y validadora por su parte. Otras son más modernas, como las que dependen de los logros conseguidos o de la admiración y pertenencia al grupo social actual, pero aunque estas sean buenas, no son capaces de deshacer los daños provocados en la infancia. Los niños saben que son, pero no saben quiénes son. Son conscientes, pero no son autoconscientes. La identidad se tarda en adquirir. Y por paradójico que nos parezca, nos vendrá de fuera. Es la mirada de los demás la que le otorgará al niño su primera imagen propia. Una vez que se ha ido creando, el niño se identificará con ella y le perseguirá el resto de su vida. Hay acontecimientos que pueden perturbar esa imagen, como un abandono en la infancia, el sentirse no bienvenido por colocación, o por sexo, o por tiempo inoportuno en los planes de los padres. Las tres heridas principales afectan a esto: la del maltrato, la del abandono y la de la invasión. Aunque la influencia de amigos y profesores es importante, – de ahí el daño que puede provocar el bulling-, siempre será menos dañina si los padres le ofrecieron al niño un abrigo emocional que le sirva de protección frente a daños posteriores. Si los padres no se han trabajado a si mismos, no soportarán en el niño sus propias sombras proyectadas y cargarán –inconscientemente- a los niños con sus propios daños, directos o invertidos. Si los padres no se han equilibrado a si mismos, ejercerán un amor condicionante y condicionado al niño. Le querrán si y solo si enmiendan sus propias carencias en él. Así aprenderá a quererse y valerse por cómo se comporta. No por lo que es.
Cuando por alguna de estas causas el niño no establezca una imagen propia adecuada, no creerá valer lo suficiente. Eso le llevará a no intentar conseguir sus cosas, porque creerá no merecerlas, o a no tener confianza en sus intentos posteriores para lograr lo que desea. Como no intentará con ganas, no conseguirá, y se cargará la otra manera de validarse: en base a lo conseguido. Si no intentas no logras, y si no logras, no se reforzará tu propio prestigio interno, y eso te llevará a la decepción y a peor autoestima.
También cabe la posibilidad de que alguien crea que va a mejorar su autoestima en base a tener cosas. De esa manera intentará comprar y parecer. Durante un ratito funciona, pero poco tiempo. La esencia siempre vuelve aunque la disfracemos.
Otros creen que por pertenencia al un grupo admirado lograrán la autoestima. Hay gente que tiene una autoimagen grupal inflada, supremacista, que se creen superiores a los demás. Se valoran por la pertenencia a un sector determinado de la población, por nacimiento o afiliciación voluntaria. Se intentan juntar con los que ellos creen exitosos, o con quienes tienen lo que ellos no. Se creen que son más por pertenecer al “pueblo elegido”, al partido político que gobierna, al club de fútbol ganador o al grupo de los triunfadores de turno. Esta estrategia de autoestima funciona mal, ya que son compensaciones de la imagen interna dañada. Los narcisistas son seres desvalidos, en el fondo. Y el narcisismo, con su tendencia a sobrevalorarse, tiene muy mala caída.
Por tanto, hay tres vías válidas para conseguir una buena reputación consigo mismo:

  • Una es la virtud, la benevolencia, la voluntad de hacer el bien y asociarse a la verdad, la belleza y la bondad. Eso siempre funciona si es hecho de corazón y no fingido. A medida que hacemos el bien, que nos comportamos de manera honesta, coherente y generosa, nuestra autoestima va creciendo porque nos alineamos con los valores perpetuos. No hablamos de moral religiosa o ideología de grupo. Hablamos de valores universales.
  • Otra es la vía terapéutica: descubrir cuándo y quién nos convenció de que no éramos válidos y dignos de amor y liberarse de esas cogniciones y emociones escondidas en el inconsciente. Es un proceso largo y costoso. La transformación de las heridas internas lleva tiempo y esfuerzo, pero permite sentirse cada día un poco menos infeliz, y aunque, a veces, haya recaídas momentáneas, es un proceso que vale la pena. Esto se aprende, si tienes un grupo con el que evolucionar y un buen guía interno o externo que sepa el camino por el que guiarte.
  • La tercera es la vía espiritual. El conocimiento de la verdadera identidad, la revelación de sentirse y saberse unificado con la totalidad, la certeza de darse cuenta de que la naturaleza es tu naturaleza, de que la divinidad es tu divinidad y que la realidad eres tú, te llenará de un amor y certeza tan grande que, aunque solo sea percibida por un instante, podrá compensar todos los déficits afectivos de la infancia. Para esto están las técnicas iniciáticas, espirituales: no te llevan a un sitio que no seas tú, sino que te hacen descubrir lo que eres, te llevan a caer dentro de un Ser mayor, que en verdad siempre fuiste. Quien te guíe en esto, el maestro que elijas, tiene que haber recorrido el camino completo o al menos un largo recorrido, pues no te podrá llevar más lejos del lugar en el que él se encuentre. Pero si sucede, y te ves en plenitud, entonces, sabiendo quién eres en verdad, no podrás tener mejor reputación, porque habrás despertado de la pesadilla del ego y sus conflictos de autoestima. Entonces te darás cuenta de que no eres más pequeño que las galaxias ni más grande que las hormigas. Entonces te darás cuenta de que los límites externos del espacio en verdad son los límites internos de tu ser. No se puede ser más grande, ni más presente, ni más transparente. El sentirse en la certeza de la identidad profunda elimina cualquier déficit de autoestima previa. El Ser es tu ser, no se puede ser más, ni menos. Las cosas existen porque tú le pones el ser a ellas. Tú, no siendo ninguna cosa en esencia, eres la totalidad de las cosas. En esa certeza, la autoestima que tengas no es importante, porque estarás mucho, mucho, mucho más allá de ella, el ego se habrá disuelto en la Totalidad.


vendredi 1 novembre 2019

¿Quiere Crecer? Comience a hacer cosas difíciles ahora - Natali Morad

He notado que la mayoría de las personas postergan hacer cosas difíciles. Estas incluyen ir a terapia, tener una conversación difícil (con un compañero, amigo, familiar o colega), inscribirse en un curso o taller, etc.
Estas son cosas que involucran inversión de dinero, de tiempo o emocional. También son cosas que pueden hacernos mucho más felices a largo plazo.
Sin embargo, la mayoría de las personas evitan hacer estas cosas porque piensan que son demasiado difíciles, lo que generalmente se traduce en demasiado costoso (en dinero, tiempo, incomodidad emocional, etc.). Esto me pasa todo el tiempo.
Una de las principales razones por las que esto sucede es porque a menudo estamos tan centrados en el costo de hacer algo que ignoramos por completo el costo de no hacer.
También ignoramos una de las variables más críticas en cualquier ecuación de costos: el tiempo.
Entonces, para ayudarnos a hacer las cosas difíciles que nos harán más felices a largo plazo, pensé que compartiría una forma de pensar que me ayudó a tomar decisiones importantes en mi vida.
¡Disfruten!

La falacia de "no hacer nada": 3 creencias que están obstaculizando seriamente su crecimiento

Cuando nos enfrentamos a la decisión de hacer o no una cosa "difícil", la mayoría de nosotros realiza un análisis de costos. Nos preguntamos ¿cuánto dinero / tiempo / incomodidad emocional me costará esto?
Usaré la terapia como ejemplo, ya que tiene un costo monetario y emocional muy alto. Además, creo que todos pueden beneficiarse de la terapia y, sin embargo, la mayoría de las personas no van porque es demasiado costosa desde el punto de vista financiero y emocional.
Costo de ir a terapia:

  • 10 sesiones a $ X por sesión
  • Tiempo fuera del trabajo
  • Incomodidad emocional, tensión, etc.

Muchas personas consideran este costo y luego deciden que la terapia es demasiado difícil y costosa y nunca van.*
Lo mismo es cierto para otras decisiones difíciles e incómodas - como tener o no una conversación difícil con su pareja o un miembro de la familia. Si bien el costo financiero puede ser bajo, todos estamos muy familiarizados con el costo emocional y la incomodidad.
Es por eso que la mayoría de nosotros nunca tendremos estas conversaciones. Son demasiado duros, exigen demasiado, son demasiado "caros" -  por lo que no hacemos nada.
El problema con estos cálculos es que caen en la "falacia de no hacer nada" - 3 creencias que nos impiden tomar decisiones difíciles que pueden mejorar drásticamente nuestras vidas y relaciones.
* Quiero aclarar que no me estoy refiriendo a personas que realmente no pueden darse el lujo de ir a terapia. Sé que la terapia puede ser un "lujo". Estoy hablando de personas que técnicamente pueden permitirse el lujo de ir pero no por las razones anteriores.

Falacia # 1: no hacer nada no tiene costo

Muchas veces, tratamos la decisión de HACER algo como la única decisión que debe tomarse.
Pero siempre hay dos decisiones en juego:
Decisión 1: hacer X
Decisión 2: no hacer X, no hacer nada
Y cada uno tiene un costo. Sin embargo, a menudo solo nos enfocamos en el costo de hacer algo e ignoramos el costo (a veces) más alto de no hacer NADA.
Para nuestro ejemplo de terapia es:
Costo de ir a terapia:




  • 10 sesiones a $ X por sesión
  • Tiempo fuera del trabajo
  • Incomodidad emocional, tensión, etc.
Costo de no ir a terapia:




  • Empeorar la relación
  • Angustia emocional
  • Costo mayor de ir a terapia después
  • Mayor ineficacia de ir a terapia
  • Pérdida de energía para otras cosas en la vida
Eso no es todo.
Lo interesante es cómo estos costos cambian con el tiempo. Para esto, necesitamos examinar nuestros pensamientos / creencias sobre el status quo, sobre no hacer nada.

Falacia # 2: las cosas seguirán igual con el tiempo

La mayoría de nosotros supone que no solo no hacer nada no tiene costo, sino que si no hacemos nada, todo seguirá igual con el tiempo. O mejor aún, que las cosas se resolverán mágicamente y mejorarán por sí mismas.
Si no tenemos esa conversación difícil o vamos a terapia o tomamos un curso de avance profesional, entonces nuestra relación y nuestra carrera se mantendrán exactamente igual o incluso podrían mejorar por sí mismas. Esto rara vez sucede.
Creencia: Las cosas solo cambian cuando tomamos decisiones para cambiarlas. Las cosas no cambian cuando no hacemos nada.
He encontrado que esto es falso.
La verdad es que no hacer nada puede tener un impacto negativo en sus relaciones, desarrollo personal, etc.
En resumen, no hacer nada no significa que las cosas sigan igual. No hacer nada puede empeorar las cosas. Por lo tanto, el "status quo real" se parece más a la línea roja a continuación.
Por ejemplo, no tener una conversación difícil con tu pareja:

  • Acumula resentimiento
  • Crea distancia
  • Causa una falla de comunicación
  • Se manifiesta en un comportamiento pasivo-agresivo, que crea más distancia, etc.

Como resultado de no hacer nada, su trayectoria (salud de su relación, confianza profesional, etc.) en realidad puede inclinarse hacia abajo.
Ahora multiplique esto por todas las veces que evitó tener una conversación difícil y el resultado es una relación que probablemente se está DETERIORANDO con el tiempo.

Falacia # 3: los costos de hacer o no hacer algo son fijos

Como resultado de las siguientes creencias:

  1. No hacer nada no tiene costo
  2. Las cosas permanecen igual cuando no haces nada

Tendemos a creer que los COSTOS de hacer / no hacer algo permanecen iguales con el tiempo.
Esto, nuevamente, he encontrado que es falso.
Cuanto más tiempo no haga nada, más costosa será la decisión (por ejemplo, ir o no a la terapia).
Veo esto en las relaciones todo el tiempo. El "costo" de tener una conversación seria es incomodidad, enojo, frustración, intensidad, etc. Hará las cosas complicadas. Hará que las cosas se pongan tensas y traerá muchas cosas del pasado, entiendes el punto.
¿Pero cuál es el costo de no tener esa conversación? ¿Cuál es el costo de mantener las cosas adentro para otro día, otra semana, otro mes? El costo de dejar que algo hierva a fuego lento y previsiblemente se convierta en algo más difícil y complicado. ¿Qué pasa con ese costo?
A medida que su relación empeora, a medida que la comunicación se rompe, cuando comienza a albergar resentimiento y desprecio, aumenta el costo de desentrañar estas cosas.
Por lo tanto, para muchas decisiones difíciles, cuanto más espere, peor será su realidad y mayor será el costo de hacer movimientos en el futuro.
Recientemente utilicé este marco para hacer algo difícil. Tuve un "desacuerdo" con un antiguo cliente y me preguntaba si reunirme con ellos para hablar sobre lo que sucedió (o más bien, qué salió mal). No hace falta decir que esto era lo último que quería hacer. Sabía que sería una conversación difícil - me obligaría a enfrentar algunas cosas que me incomodarían y probablemente lastimarían mi ego.
Por otro lado, el costo de no hacerlo era que continuaría cometiendo los mismos errores en mi carrera y en mis relaciones laborales. Además, al no reunirme con esta persona y limpiar el aire, estaría renunciando a una relación potencialmente valiosa en el futuro. Finalmente, cuanto más me demore en tener esta conversación, más difícil será tenerla en el futuro (debido al momento, el impulso, etc.).
Entonces, decidí hacer lo difícil ahora: contactar y programar esta reunión. Y sí, por supuesto, valió la pena.

Principales resultados

Hay un costo para todo lo que hacemos y no hacemos.
Las cosas (problemas en una relación, trauma, inseguridades, etc.) no se arreglan solas. Tampoco se quedan igual. La mayoría de las veces, si no se tratan, causan un deterioro lento y constante. Ya sea que lo sepas o no.
Como resultado, cuanto más tiempo no haga nada, mayor será el costo de realizar movimientos en el futuro.
Conclusión: al tomar una decisión, considere TODOS los costos. Y no esperes, haz lo difícil ahora.


Fuente: https://medium.com/@NataliMorad/want-to-grow-start-doing-hard-things-now-e9a2be2f8779

vendredi 25 octobre 2019

El asombro es la experiencia espiritual de todos - Drake Baer

Si quieres sentirte trascendente, puedes volar al espacio y obtener una dosis del efecto de visión panorámica. O dirígete a un monasterio y medita un poco. O sube a una montaña y disfruta del paisaje. O, como David Yaden, investigador de la Universidad de Pensilvania, puedes pasear hasta tu cuerpo de agua local - el río Delaware, en su caso- y ver la puesta de sol. "No es una descripción impresionante, pero tiene belleza", dice, y lo suficiente como para inspirar asombro. Esto es parte de una dieta fenomenológica saludable, sostiene; como descubrió en su propia investigación y la de otros, las experiencias como el asombro, llamadas "auto-trascendentes" en la literatura, tienen todo tipo de consecuencias positivas para las personas que entran en ellas.
Como Yaden y sus colegas detallan en un próximo artículo en la Review of General Psychology, el asombro es el fruto más bajo entre las Experiencias Autotranscendentes, o STE. Este es el tipo de experiencias en las que la voz chismosa en tu cabeza se calma y te sientes más absorto en lo que sea que estés haciendo - estados que incluyen la atención plena y el flujo, así como las experiencias pico y místicas. El asombro es la fruta que cuelga entre las STE: Yaden dice que si bien entre el 20 y 30% de las personas han tenido experiencias místicas, solo ocurren un par de veces en la vida. El asombro, por otro lado, es fácilmente accesible: casi todo el mundo lo ha experimentado, y probablemente al menos una vez en las últimas semanas. Por eso, dice, el asombro es "la experiencia espiritual de todos".
Las STE tienden a tener dos cualidades distintas pero interconectadas: son tanto relacionales como aniquiladoras. La parte relacional es la interconexión que se obtiene con asombro o flujo; considere la "unidad" que sintió en su último buen concierto, partido deportivo o protesta. El componente de aniquilación es cómo estas experiencias trascendentes tienen una manera de hacerte sentir pequeño en comparación con la inmensidad del océano, el espacio, la música o cualquier medio en el que tu mente esté atrapada; también tienen una tendencia a disolver el sentido del yo. El asombro proporciona estas cualidades, pero a un nivel menos intenso y posiblemente más apetecible que una aventura mística completa. "No es desafortunado que [el asombro] sea la droga de entrada", dice Yaden. Para avanzar en la investigación de las experiencias trascendente, Yaden está construyendo una base de datos de las experiencias de las personas con ellas. Si desea agregar las suyas, diríjase aquí.
En comparación con el resto de la historia, es anómalo que en Estados Unidos y en Europa haya tan pocas oportunidades de asombro y otras experiencias trascendentes, dice, citando a su coautor, el psicólogo de la Universidad de Nueva York Jonathan Haidt. Es una pena, ya que las experiencias trascendentes "pueden mejorar la conexión y aumentar la cohesión de la comunidad a través de las líneas sectarias", dice Yaden. Por ejemplo, él estaba en Nueva Orleans, de donde es su compañero, por Mardi Gras, y vio cómo el asombro y sus compañeros pueden unir a la comunidad: dado el permiso del festival, personas de diferentes orígenes se unen, cruzando entre lo que de lo contrario estar en grupos y fuera de grupos. Una conclusión: tal vez lo que una América dividida necesita es más, mejores fiestas.

Fuente: https://www.thecut.com/2017/03/why-awe-is-so-good-for-you.html

vendredi 18 octobre 2019

Disolviendo el ego - Jules Evans

No necesitas drogas o una iglesia para una experiencia extática que te ayude a trascender el ser y conectarte con algo más grande

Jules Evans es director de políticas en el Centro para la Historia de las Emociones en Queen Mary, Universidad de Londres. Es autor de Filosofía para la vida y otras situaciones peligrosas (2013) y El arte de perder el control: la búsqueda de un filósofo de la experiencia extática (2017)

En 1969, el escritor británico Philip Pullman caminaba por Charing Cross Road en Londres, cuando su consciencia cambió abruptamente. Le pareció que "todo estaba conectado por similitudes, correspondencias y ecos". El autor de la trilogía de fantasía His Dark Materials (1995-2000) no estaba drogado, aunque había estado leyendo muchos libros sobre magia renacentista. Pero me dijo que cree que su visión era válida y que "mi consciencia se alteró temporalmente, de modo que pude ver cosas que normalmente están más allá del rango de la percepción ordinaria". Tenía la profunda sensación de que el Universo está "vivo, consciente y lleno de propósitos". Él dice: "Todo lo que he escrito ha sido un intento de dar testimonio de la verdad de esa declaración".
¿Cómo se llama tal experiencia? Pullman se refiere a esto como "trascendente". El filósofo y psicólogo William James las llamó "experiencias religiosas", aunque Pullman, quien escribió una biografía ficticia de Jesús, insistiría en que Dios no estaba involucrado. Otros psicólogos llaman a esos momentos espirituales, místicos, anómalos o fuera de lo común. Mi término preferido es "extático". Hoy, pensamos que el éxtasis significa la droga MDMA o el estado de ser "muy feliz", pero originalmente significaba éxtasis, un momento en el que te mantienes fuera de tu ser común y sientes una conexión con algo más grande que tú. Tales momentos pueden ser eufóricos, pero también aterradores.
Durante los últimos cinco siglos, la cultura occidental ha marginado y patologizado gradualmente el éxtasis. Eso es en parte el resultado de nuestro cambio de una cosmovisión sobrenatural o animista a una desencantada y materialista. En la mayoría de las culturas, el éxtasis es una conexión con el mundo espiritual. En nuestra cultura, desde el siglo XVII, si sugieres que estás conectado con el mundo de los espíritus, es probable que te consideren ignorante, excéntrico o enfermo. El éxtasis ha sido etiquetado como varios trastornos mentales: entusiasmo, histeria, psicosis. Ha sido condenado como una amenaza para el gobierno secular. Nos hemos convertido en una sociedad más controlada, regulada y disciplinaria, en la que uno se erige como un buen ciudadano dependiendo de la capacidad que uno tiene para controlar sus emociones, ser cortés y hacer su trabajo. El yo autónomo se ha convertido en nuestro ideal más elevado, y la idea de rendirse es vista como peligrosa.
Sin embargo, las experiencias de éxtasis son sorprendentemente comunes, simplemente no hablamos de ellas. La empresa de encuestas Gallup, desde la década de 1960,  ha medido la frecuencia de las experiencias místicas en los Estados Unidos. En 1960, solo el 20% de la población dijo que había tenido uno o más. Ahora, es cercana al 50%. En una encuesta que hice en 2016, el 84% de los encuestados dijeron que habían tenido una experiencia en la que iban más allá del ser ordinario y se sentían conectados con algo más grande que ellos. Pero el 75% estuvo de acuerdo en que había un tabú en torno a tales experiencias.
Incluso hay una base de datos de más de 6,000 experiencias de este tipo, acumulada por el biólogo Sir Alister Hardy en la década de 1960 y ahora descomponiéndose en un almacén en Gales. Hacen una lectura extrañamente hermosa, una especie de Biblia de fuentes múltiples. Aquí está la entrada número 208: "Salí a caminar una noche en las concurridas calles de Glasgow cuando, con lenta majestad, en una esquina donde los peatones se apresuraban y el tráfico de la ciudad se precipitaba en su camino, el aire estaba lleno de música celestial, y una luz que lo abarca todo, que se movió en ondas de color luminoso, eclipsó el brillo de las calles iluminadas. Me quedé quieto, lleno de una extraña paz y alegría ... hasta que me encontré nuevamente en el mundo cotidiano con un extraño acceso de alegría y amor".
La palabra más común que se usa al describir tales experiencias es "conexión": nos movemos brevemente más allá de nuestros egos independientes y nos sentimos profundamente conectados con otros seres, o con todas las cosas. Algunos interpretan estos momentos como un encuentro con lo divino, pero no todos lo hacen. El filósofo Bertrand Russell, por ejemplo, también tuvo un "momento místico" cuando de repente se sintió lleno de amor por la gente en una calle de Londres. La experiencia no lo convirtió en cristiano, pero lo convirtió en un pacifista de toda la vida.
Me interesé por las experiencias extáticas cuando tenía 24 años y tuve una experiencia cercana a la muerte. Me caí de una montaña mientras esquiaba, descendí 30 pies y me rompí la pierna y la espalda. Mientras yacía allí, me sentí inmerso en el amor y la luz. Había estado sufriendo problemas emocionales durante seis años y temía que mi ego estuviera dañado permanentemente. En ese momento, supe que estaba bien, que me amaban, que había algo en mí que no podía dañarse, llámese "el alma", "el yo", "conciencia pura" o lo que sea. La experiencia fue enormemente curativa. ¿Pero fue solo suerte o gracia? ¿Se puede buscar el éxtasis?
Pullman piensa que no. Él dice: ‘Buscar este tipo de cosas no funciona. Es demasiado egocéntrico. Cosas como mi experiencia son subproductos, no metas. Convertirlos en el objetivo de su vida es un acto de egoísmo monumental y autoengañador ".
Estoy en desacuerdo. Me parece que los humanos siempre han buscado el éxtasis. Los primeros artefactos humanos, las pinturas rupestres de Lascaux, son registros del intento del Homo sapiens de salir de nuestras cabezas. Siempre hemos buscado formas de "salir del ego", como lo llamó la escritora Iris Murdoch, porque el ego es un lugar ansioso, claustrofóbico, solitario y aburrido para quedarse atrapado. Como escribió el autor Aldous Huxley, los humanos tienen "un impulso profundamente arraigado a la auto trascendencia". Sin embargo, podemos salir de nuestro ser ordinario de maneras buenas y malas, lo que Huxley llamó "trascendencia sana y tóxica".
¿Cómo podemos buscar el éxtasis de una manera saludable? En su variedad común y silvestre, podemos buscar lo que el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi llamó "flujo". Con esto se refería a momentos en los que nos absorbemos tanto en una actividad que nos olvidamos de nosotros mismos y perdemos la noción del tiempo. Podríamos perdernos en un buen libro, por ejemplo, o en un juego de computadora. El autor Geoff Dyer, quien ha escrito extensamente sobre "experiencias pico", dice: "Si me preguntaran cuándo estoy más en la zona, obviamente sería jugando al tenis. Esa absorción en el momento, simplemente me encanta". Otros cambian su conciencia dando un paseo por la naturaleza, donde encuentran lo que el poeta William Wordsworth llamó "la corriente silenciosa del olvido de sí mismo". O recurrimos al sexo, que la feminista Susan Sontag llamó el "recurso más antiguo que los seres humanos tienen a su disposición para hacer volar su mente".
Tales momentos cotidianos pueden parecer muy lejanos al éxtasis místico de Santa Teresa de Ávila, pero sugeriría que hay un continuo desde los momentos de absorción de luz y pérdida del ego hasta una disolución del ego mucho más profunda y dramática. Csikszentmihalyi está de acuerdo, diciendo que los momentos de flujo son "el tipo de experiencia que culmina en éxtasis". No esperes una experiencia de éxtasis completa cada vez que vayas a un concierto, museo, montaña o cita. Pero sabes que, en un buen día, podrías ser transportado.
Y luego están los momentos más profundos de pérdida del ego que podríamos llamar una "experiencia mística". ¿Podemos buscarlos? Ciertamente. Eso es lo que los humanos han estado haciendo durante cientos de miles de años, a través de diversas técnicas de éxtasis, como el baile extenuante, el canto, el ayuno, el dolor autoinfligido, la privación sensorial o las drogas que alteran la mente.

"La desestimación de la psiquiatría moderna de estados alterados se debe al modelo occidental de enfermedades mentales psiquiátricas"

Tomar drogas psicodélicas, una técnica antigua para salir de nuestras cabezas. En los últimos años, la investigación académica sobre psicodélicos se ha reiniciado después de un paréntesis de 40 años. Los investigadores han descubierto que una dosis de psicodélicos desencadena de manera confiable "experiencias místicas", momentos en los que las personas informan una sensación de disolución del ego y conexión con todas las cosas, incluidos los seres espirituales o Dios. En general, las personas en ensayos de investigación consideran que este viaje es uno de los momentos más significativos, satisfactorios y curativos de sus vidas. En una serie de ensayos separados recientemente realizados por el Imperial College de Londres, la Universidad de Nueva York y la Escuela de Medicina Johns Hopkins, una dosis de psilocibina ayudó a reducir la depresión crónica y la adicción, y también redujo significativamente el miedo a la muerte en pacientes con cáncer.
Otra forma en que los humanos han buscado tradicionalmente la trascendencia del ego es a través de la contemplación. La cultura occidental abandonó sus propias tradiciones contemplativas durante la Reforma y la Contrarreforma, pero en los últimos 50 años las prácticas contemplativas orientales se han llegado masivamente para llenar el vacío. Alrededor del 9% de los estadounidenses adultos meditan, y el 15% practica yoga.
Para la mayoría de las personas, la contemplación es una forma de tomar un descanso de la parloteadora mente del ego. Pero ocasionalmente las personas tienen experiencias más poderosas de disolución del ego, especialmente en los retiros. Un estudio realizado en 1979 por el maestro budista Jack Kornfield en California encontró que el 40% de los participantes en un retiro de meditación de dos semanas informaron experiencias inusuales como éxtasis y visiones (incluidas visiones infernales). Kornfield escribe: "A partir de nuestros datos, parece claro que el rechazo psiquiátrico moderno de estos llamados estados "místicos" y alterados como psicopatología ... se debe simplemente a las limitaciones del modelo tradicional de la mente orientado a las enfermedades mentales psiquiátricas occidentales".
Una tercera forma en que las personas buscan el éxtasis hoy es a través del culto religioso. En su texto clásico Varieties of Religious Experience (1902), William James señaló que rendirse a un poder superior a menudo desencadenaba una profunda curación psicológica y crecimiento. La experiencia de Bill Wilson, cofundador de Alcohólicos Anónimos (AA), es un ejemplo notable de esto: después de décadas de luchar contra la dependencia del alcohol, finalmente se entregó a un Dios en el que apenas creía: "De repente, la habitación se iluminó con un Gran luz blanca. Estaba atrapado en un éxtasis que no hay palabras para describir ...  era un hombre libre".
Wilson estableció AA como un mecanismo para ayudar a otras personas a encontrar la trascendencia mediante la "rendición a un poder superior", incluso si no están seguros de lo que eso significa. Movimientos religiosos extáticos como el sufismo y el pentecostalismo ofrecen una curación similar a través de la rendición. Pasé un año explorando el mundo del cristianismo carismático, incluido el curso Alpha de renombre mundial, y finalmente sucumbí al éxtasis. Sucedió en una iglesia en Pembrokeshire llena de pensionistas pentecostales. De repente, me sentí lleno de una fuerza que me hizo retroceder y me dejó sin aliento. Se sintió como una prueba. El predicador preguntó si alguien quería entregar su vida a Jesús y, al fondo de la iglesia, levanté la mano. La semana siguiente, anuncié mi conversión en mi boletín, y alrededor de un tercio de mis suscriptores se anuló de inmediato.
Unas semanas más tarde, sin embargo, el subidón y las dudas volvieron. Todavía había principios básicos del cristianismo que no podía aceptar, particularmente la idea de que el único camino hacia Dios es a través de la fe en Jesús. Entonces, ¿qué había pasado? ¿Había sido hipnotizado por el predicador, el ritual y la emoción de la multitud? Si probablemente. Pero eso no significa que fuera poco saludable o no espiritual.
Nicky Gumbel, el sacerdote anglicano que desarrolló el curso Alfa, dice que las experiencias extáticas, lo que él llama "encuentros con el Espíritu Santo", podrían ser Dios, o podrían ser simplemente psicología humana. Lo que importa es el fruto. ¿Conduce a la curación y a las buenas obras, o no? Esto es notablemente cercano a la actitud de James. Pensaba que la curación por la fe podría ser el subconsciente, o podría ser el acceso a una dimensión espiritual real. No podemos saberlo con certeza. Pero podemos mirar los frutos. La mayoría de los humanos en el mundo no occidental todavía buscan la curación psicológica no de psiquiatras o terapeutas, sino a través del ritual de rendirse a un Dios o espíritu. Puede ofender nuestro escepticismo moderno, pero a menudo también funciona.

Cualquier salida de nuestras cabezas puede ser insalubre, eso incluye lectura, juegos de computadora, guerra o religión

Los psicólogos y psiquiatras están pasando de su hostilidad tradicional hacia el éxtasis a la comprensión de que a menudo es bueno para nosotros. Gran parte de nuestra personalidad está formada por actitudes que generalmente son subconscientes. Nos arrastramos por el trauma enterrado, la culpa, los sentimientos de baja autoestima. En los momentos de éxtasis, se baja el umbral de la conciencia, las personas se encuentran con estas actitudes subconscientes y pueden salir de ellas. Pueden sentir un profundo amor por ellos mismos y por los demás, lo que puede curarlos a un nivel profundo. Tal vez esto sea solo una apertura al subconsciente, tal vez sea una conexión con una dimensión superior del espíritu, no lo sabemos.
Sin embargo, también existen riesgos para la disolución del ego. Puede ser una experiencia muy aterradora, y podríamos tener dificultades para integrarla en nuestra vida cotidiana. Podríamos "experimentar no-yo" en contextos sociales que son inseguros o explotadores, que nos empujan a dogmas estrechos, controladores y llenos de odio. Podríamos insistir en que nuestra ruta a Dios es la única ruta, y todos los demás son demoníacos. Podríamos apegarnos demasiado al éxtasis y buscar tontamente una vida espiritual completamente hecha de experiencias especiales. Una experiencia pico es solo un vistazo: todavía tenemos que hacer el trabajo aburrido y duro para deconstruir nuestro egocentrismo.
¿Cómo reducimos los riesgos de la disolución del ego? Podemos tratar de cuidarnos unos a otros en grupos, tanto fuera de línea como en línea; podemos mirar la sabiduría de varias tradiciones espirituales y respetuosamente comparar notas; y podemos recurrir a la floreciente ciencia de las experiencias extáticas. Pero nunca eliminaremos por completo los riesgos. El viaje más allá del yo no es seguro ni predecible. Por otro lado, permanecer en el yo también tiene sus riesgos: aburrimiento, estancamiento, esterilidad, desesperación. En última instancia, hay algo en nosotros que nos llama, que nos saca por la puerta. Veamos a dónde lleva.


Fuente: https://aeon.co/essays/religion-has-no-monopoly-on-transcendent-experience