mercredi 22 février 2023

Honra tu ira - Lorena Cuendías

 Sentirnos indignadas es parte de nuestro proceso de sanación.

No permitas que nadie te arrebate tu ira.

La ira es una fuerza sabia y purificadora que te alerta de la verdad de tu valor y de la verdad dentro de ti. Es ella misma gritando dentro de ti.

Es un paso absolutamente necesario para recuperarse de haber sido abusada, personal y colectivamente.

No te apresures a abandonar tu sentimiento de indignación.

Escúchalo y aprovéchalo como combustible para actuar sabiamente en tu propio beneficio.

Tu ira es parte de tu poder.

Haz lo que pocos se atreven a hacer: dale a tu ira el espacio seguro y sagrado en el que puedas sentirla total y completamente. Aprovéchala, escúchala. Tiene mucho que decir. Muchísimo.

La medida en que te permitas hacerlo, es la medida en que podrás tener cada vez más tu poder sin pedir disculpas por ello.

La ira tiene tantos regalos. No la ira indiscriminada, ni la ira proyectada, sino la energía de tu indignación, sentida y colocada en el lugar al que pertenece.

La ira tiene una alquimia interior que sana y no depende de la validación externa.

La indignación femenina colectiva es un néctar que este mundo necesita.

Lorena

Muro de Mujer Alquimia

vendredi 10 février 2023

Conoce tu rabia - Karla McLaren

 La rabia tiene una reputación terrible, porque muchas personas utilizan la rabia para herirse a sí mismos o a los demás. Pero esto no es culpa de la rabia… esta no es la verdadera naturaleza de la rabia.

El verdadero propósito de la rabia es ayudarte a desarrollar honor, respeto, relaciones saludables y bien definidas, vulnerabilidad y la habilidad para amar.

La rabia es una emoción esencial que te ayuda en cada área de tu vida y cuando sabes lo que es la rabia y cómo trabajar con ella, puedes cambiar tu vida.

Tu rabia te ayuda a identificar lo que es importante para ti, te ayuda a definir límites claros y te ayuda a acceder a la fuerza que necesitas para ser vulnerable. Tus relaciones no pueden prosperar sin una rabia saludable.

Sin embargo, a muy pocos de nosotros se nos ha enseñado a ver la rabia de esta forma – o trabajar con ella en absoluto.

Aprender a trabajar con la rabia – en lugar de reprimirla en la vida o explotar con ella – es una de las habilidades más importantes que puedes aprender.

Tu rabia puede ser un regalo para ti y para quienes te conocen.


vendredi 3 février 2023

Abrazar la culpa y la vergüenza - Karla McLaren

Puedes ser amiga de todas tus emociones.

En mi publicación sobre ser amiga de tu rabia, reencuadré la rabia como una emoción necesaria que te apoya para desarrollar y mantener tu auto-imagen saludable. Ahora, vamos a mirar esa emoción que llamo amiga o compañera de la rabia: vergüenza.

Visualizo la rabia como el centinela que recorre tranquilamente el perímetro de tu autoimagen y vigila cualquier desafío a lo que tu valoras o a tu sentido de ser. Visualizo la vergüenza como una emoción centinela relacionada que gira hacia adentro y te vigila a ti y a tus comportamientos, para que no desafíes, ofendas o hieras innecesariamente a otros.

Cuando está funcionando bien, tu vergüenza te ayuda a convertirte en una persona confiable que sigue un código interno de ética y honor – respecto a otras personas, ciertamente, pero también respecto a sí misma. Y por suerte, cuando tu y tu vergüenza están trabajando juntos,  no te atormentará, te soportará.

Cuando desarrollé mi teoría de las emociones, me tropecé continuamente con definiciones rivales de culpa y vergüenza y parecía que donde quiera que miraba, las personas estaban definiendo estas dos palabras de manera diferente – y algunas veces en formas que se contradecían directamente una a la otra. Me cansé mucho, así que fui a un diccionario para ver qué pasaba.

Vamos a aclarar esta confusión antes de indagar más profundamente en esta emoción exquisita y necesaria. Esta pieza es un fragmento de mi libro El Lenguaje de las Emociones: Lo que tus emociones están tratando de decirte.

Culpa y Vergüenza: ¿Cuál es la diferencia?

En mi adolescencia temprana, leí un popular libro de auto-ayuda que calificaba la culpa y la vergüenza como emociones “inútiles”. El libro presentaba la idea de que todos somos perfectos, y, por lo tanto, nunca deberíamos sentirnos culpables o avergonzados de nada de lo que hacemos. Esa idea parecía muy extraña para mí, así que fui al diccionario y busqué el significado de inocente (sin culpa) y desvergonzado (sin vergüenza) y descubrió que ninguno de los dos estados era nada para celebrar.

Ser inocente significa estar libre de marca o experiencia, como si fueras una pizarra en blanco. No es una señal de inteligencia o crecimiento, porque la ausencia de culpa existe solamente en personas que no han vivido aún.

Ser desvergonzado significa ser insensato, grosero y descarado. Es una señal de estar fuera de control, fuera de contacto y excesivamente ensimismado, entonces, la ausencia de vergüenza vive solamente en personas que no tienen habilidades relacionales. Los dos estados – ausencia de culpa y ausencia de vergüenza – me ayudaron a comprender el valor esencial de la culpa y la vergüenza.

¿Es la culpa una emoción?

De manera fascinante, en la definición del diccionario, la culpa ni siquiera es un estado emocional en absoluta – es simplemente el conocimiento y reconocimiento de un acto errado. La culpa es un estado de circunstancia: eres culpable o no culpable en relación con el código legal o moral que valoras.

No puedes sentir culpa, porque la culpa es un estado concreto – no emocional. Tus emociones son irrelevantes, si hiciste algo malo, eres culpable y no importa si estás feliz, enfadado, atemorizado o deprimido al respecto. Cuando no has hecho nada malo, no eres culpable.

Las emociones no entran en la ecuación en absoluto. La única forma que podrías posiblemente sentir culpa es si no recuerdas haber cometido una ofensa (“Siento como si pudiera ser culpable, pero no estoy seguro”). No, lo que sientes es vergüenza.

La culpa es un estado basado en los hechos; la vergüenza es una emoción.

¿Qué es la vergüenza?

¿Cómo definimos la vergüenza? La vergüenza es la emoción natural consecuencia de la culpa y el haber actuado mal. Cuando tu vergüenza está funcionando bien en tu psique, en su potente calor e intensidad, restaurará tus límites cuando los has roto tu mismo. Sin embargo, la mayoría de nosotros no le damos la bienvenida a la vergüenza en nuestras vidas, la oscurecemos diciendo “me siento culpable” en lugar de “me siento avergonzado”, lo que habla mucho sobre nuestra inhabilidad para identificar y reconocer nuestra culpa, canalizar nuestra vergüenza apropiada y enmendar.

Esta es la vergüenza real, porque cuando no damos la bienvenida y honramos nuestra vergüenza necesaria, no podemos gestionar nuestro propio comportamiento. Continuamente haremos cosas que sabemos que están erradas – y no tendremos la fortaleza para detenernos a nosotros mismos. En nuestra ausencia de vergüenza infinita, ofenderemos y ofenderemos  y ofenderemos – siempre nos sentiremos culpables – porque nada nos despertará a nuestro efecto en el mundo.

Si continuamos usando la declaración incorrecta “me siento culpable”, seremos incapaces de corregir nuestros errores, enmendar nuestros comportamientos o descubrir dónde se ha originado nuestra vergüenza – lo que significa que seremos incapaces de experimentar la felicidad y el contento verdaderos (los dos surgen cuando navegamos de manera hábil cualquier emoción difícil). Si no salimos y decimos correctamente "Estoy avergonzado de mí mismo", nunca mejoraremos.

Lo diré una vez más antes de ir más profundo: La culpa es un estado factual, no uno emocional. Eres culpable o no culpable.

Si no eres culpable, entonces no hay nada de qué avergonzarse. Sin embargo, si eres culpable, y quieres saber qué hacer respecto al hecho de tu culpa, entonces tienes que abrazar la información que la vergüenza te trae.

(De las páginas 198-200 en El Lenguaje de las Emociones)

Abrazar la vergüenza como tu aliada

Vamos a mirar los dones y habilidades específicas que la vergüenza te trae:

VERGÜENZA: Restaura la Integridad

DONES: Reparación ~ Integridad ~ Conciencia ~ Auto-respeto ~ Cambio de comportamiento

QUÉ HACE TU VERGÜENZA: La vergüenza surge para ayudarte a moderar tu comportamiento y asegurarte de no lastimarte, avergonzarte, desestabilizarte o deshumanizarte a ti mismo o a los demás. La vergüenza es una emoción engañosa, porque la mayoría de nosotros aprendimos sobre la vergüenza al ser avergonzados.

LO QUE SE NECESITA HACER: La práctica sanadora de la vergüenza es erradicar los mensajes de vergüenza aplicados e inauténticos, y alentar la vergüenza (y el remordimiento) auténtica y apropiada en ti mismo y en los demás.

LAS PREGUNTAS INTERNAS: ¿La ética y los valores de quién han sido irrespetados? ¿Qué se debe hacer bien?

Aunque muchas personas sugieren que la vergüenza es primariamente insana, es de hecho una emoción social crucial, y está directamente conectada con el aspecto empático de la Preocupación por los demás (ver Los Seis Aspectos Esenciales de la Empatía). El desarrollo de la vergüenza es esencial para el desarrollo de la empatía y es la emoción primaria que te hace honorable y capaz de ser un digno compañero de relación, colega y persona. 

La vergüenza ciertamente es una emoción que puede agobiarte, pero cuando puedes entrar en una relación empática y sana con ella, la vergüenza puede ser tu mejor amiga. La vergüenza puede ayudarte a vivir de acuerdo con tu código moral interior para que puedas cuidar de ti mismo de forma excelente.

La vergüenza puede también hacerte muy sensible socialmente, podrás detenerte a ti mismo (gentilmente y de manera apropiada) antes de decir o hacer algo errado. Tu vergüenza también te ayudará a enmendar si te das cuenta que has herido a alguien, has dicho algo que no deberías o roto una regla social.

¿Qué tan bien estás usando los dones de la vergüenza?

Las siguientes declaraciones se relacionan con los dones de la vergüenza. ¿Qué tan ciertas son estas declaraciones para ti?

Me resulta bastante fácil cambiar los comportamientos problemáticos o los viejos hábitos.

Cuando cometo un error social, me resulta fácil disculparme y corregirme.

Puedo pedir ayuda y apoyo de los demás

Puedo gestionar mis emociones intensas sin atacar a los demás

Cumplo mis promesas (o hago nuevos acuerdos si no puedo cumplirlos)

Los Dones de la Vergüenza. 

Estas declaraciones pueden parecer relacionadas con madurez de comportamiento (y lo están), pero también son los dones de la vergüenza – los que te ayudan a monitorear y modificar tu comportamiento. De modo interesante, cuando tu vergüenza esta trabajando con gracia, no la sentirás como vergüenza. En cambio, simplemente te comportarás en una forma que te hará sentir cómodo y orgulloso de ti mismo.

Por ejemplo, usarás la seda dental porque te gusta limpiar tus dientes (y no porque te hayan avergonzado por una higiene dental obsesiva), evitarás el robo y el abuso porque no se sienten bien (y no debido a que has sido avergonzado o aterrorizado por ello) y gestionarás tus emociones intensas de manera hábil porque respetas los derechos humanos básicos de los demás.

Aunque muchos de nosotros tenemos una relación problemática con la vergüenza porque fue aplicada a nosotros como un castigo cuando éramos jóvenes, la vergüenza es absolutamente crucial para tu salud social y bienestar.

Una actualización sobre la vergüenza

Estaba equivocada: Pensé que habían dos clases de vergüenza cuando escribí El Lenguaje de las Emociones, auténticas versus inauténticas, apropiadas versus inapropiadas y así, pero estaba equivocada.

La vergüenza nunca es inauténtica o inapropiada.

En la comunidad DEI, nos hemos dado cuenta en los últimos años que la vergüenza en sí misma nunca es inauténtica, exterior o inapropiada. La vergüenza siempre hace su trabajo, siempre tiene un propósito, es válida y significativa.

Es el mensaje vergonzoso o el contrato lo que crea el problema. La vergüenza nos ayuda a vivir a la altura de la moral y ética acordadas, así que el trabajo no se trata de acallar la vergüenza o hacerla desaparecer. El trabajo es asegurarnos que nuestra moral, ética y acuerdos están actualizados, son apropiados y realistas.

El trabajo es darle a nuestra vergüenza mensajes maravillosos y sanadores para trabajar, en lugar de llenar su lista de cosas por hacer con ideas horribles y contratos espantosos.

Si la vergüenza está trabajando sobre un mensaje o contrato abusivo, lucirá abusivo. Pero no lo es. Está haciendo su trabajo adecuado en la psique. Nuestro trabajo como amigos amorosos de la vergüenza es asegurarnos de que no está siendo forzada a hacer trabajos horribles, sobre ideas irreales, inapropiadas o abusivas.

Podemos elegir cómo lidiar con la vergüenza

Otra pieza que se ha hecho más clara para mí: Incluso cuando los mensajes de la vergüenza sean impuestos a nosotros, tenemos opciones sobre cómo los llevamos. Podemos ingerirlos completamente o podemos ponérnoslos  como una máscara cuando tengamos que hacerlo. La mayoría de los niños aprenden a comportarse con el fin de obtener lo que necesitan, aunque no saben que muchos de los mensajes vergonzosos son inútiles e injustos.

También seleccionamos y elegimos a qué partes de los mensajes vergonzosos nos adherimos. Por ejemplo, puedes encontrar dos personas que fueron abusadas por la misma persona durante el mismo periodo de tiempo y que salen con mensajes vergonzosos completamente diferentes. Algunos de los mensajes dañinos que una persona aceptó pueden sonar como una tontería para la otra persona, y viceversa. 

Somos individuos. No somos pizarras en blanco sobre las que otras personas escriben. Incluso durante abuso o trauma, tenemos voluntad. Y por supuesto, la práctica de quemar contratos nos da la agencia para destruir o renegociar cualquier mensaje o ideas vergonzosas y crear nuevos enfoques que funcionen.

Hemos estado trabajando para reescribir y reencuatrar nuestra nueva comprensión de la vergüenza y la versión revisada de El Lenguaje de las Emociones comparte esa nueva información.

Quiero que seas consciente de nuestra comprensión nueva y más profunda de la vergüenza. 

Karla

Fuente: https://karlamclaren.com/embracing-guilt-and-shame/

mercredi 1 février 2023

El cuidado de sí mismo

La idea de darnos a nosotros mismos lo que queremos y necesitamos puede causar confusión, especialmente si hemos pasado muchos años no sabiendo que está bien que nos cuidemos a nosotros mismos. Quitar nuestra energía y nuestra concentración de los demás y de sus responsabilidades y poner esa energía sobre nosotros y nuestras responsabilidades es una conducta de recuperación que se puede adquirir.

La aprendemos a través de la práctica cotidiana.

Empezamos por relajarnos, respirar profundamente y dejar ir los miedos lo suficiente para sentirnos lo más en paz que podamos. Luego, nos preguntamos a nosotros mismos: ¿qué necesito hacer para cuidar de mí mismo hoy, o en este momento?

¿Qué necesito y qué quiero hacer?

¿Qué demostraría amor y autorresponsabilidad?

¿Estoy atrapado en la creencia de que los otros son responsables de hacerme feliz, de que son responsables de mí?

Entonces, lo primero que debo hacer es corregir mi sistema de creencias. Yo soy responsable de mí mismo.

¿Me siento ansioso y preocupado por una responsabilidad que he estado descuidando? Entonces, tal vez necesito dejar ir mis miedos y atender esa responsabilidad.

¿Me siento abrumado, fuera de control? ¿He estado trabajando demasiado? Tal vez lo que necesite hacer sea darme un descanso y hacer algo divertido.

¿He estado descuidando mi trabajo o mis tareas cotidianas? Entonces, tal vez lo que necesite hacer es volver a mi rutina.

No hay una receta, una fórmula, una guía para el cuidado de uno mismo. Cada uno de nosotros tiene una guía, y esa guía está en nuestro interior. Necesitamos hacernos la pregunta: ¿Qué necesito hacer para cuidar amorosa, responsablemente de mí mismo? Luego, necesitamos escuchar la respuesta.

Cuidar de uno mismo no es tan difícil. La parte más desafiante está en confiar en la respuesta, y en tener el valor de actuar conforme a ella una vez que la hemos escuchado.

Hoy me concentraré en cuidar de mí mismo. Confiaré en mí mismo y en mi Poder Superior para guiarme en este proceso.


Melody Beattie