1. La pregunta de arranque: ¿Qué tiene en mente?
Esta pregunta va justo al centro del tema sin asumir que usted ya conoce la respuesta. Le da al otro la oportunidad de articular lo que es más apremiante para él.
Puede que ya tenga una idea, pero al formular esta pregunta, sabrá cuál debe ser el foco real de su conversación.
2. La pregunta de asombro: ¿Y qué más?
Es la pregunta más poderosa en coaching, según Stanier, porque puede recargar cualquier conversación. Es un seguimiento que motiva a la otra persona a pensar más profundamente sobre el tema tratado. Con frecuencia la primera respuesta que llega a la mente no es la única respuesta, tampoco la mejor respuesta.
Como líder, su primera inclinación es solucionar problemas, pero esta pregunta también funciona como una herramienta de auto-gestión. Le exige detenerse y realmente pensar sobre lo que la otra persona está diciendo antes de correr a dar consejos.
3. La pregunta de enfoque: ¿Cuál es el verdadero desafío para usted aquí?
Como en la pregunta anterior, la primera respuesta que alguien da puede no ser la más relevante. De manera similar el primer tema que surge en una sesión de coaching puede no ser la problemática o desafío real.
Esta pregunta ayuda a determinar el problmea, y las palabras "para usted" conducen a una conversación más personal. Esto lleva a una sesión de coaching más evolutiva que de desempeño.
4. La pregunta fundamental: Qué quiere?
Algunas veces es una pregunta dificil de responder, pero preguntar esto es una gran forma de ir más profundo en la conversación. Puede ser particularmente poderosa si la conversación parece haberse desviado por frustración o por otras emociones negativas.
Como con muchas preguntas, también funciona como herramienta de auto-gestión. Si se está sintiendo un poco perdido, formúlese qué es lo que quiere de esta conversación, le ayudará a volver al camino.
5. La pregunta perezosa: ¿Cómo puedo ayudar?
Ser perezoso es una acción poco recomendada, pero aquí es un consejo sensato. Hacer trabajo que no le corresponde le hace perder tiempo y no ayuda a la otra persona a crecer.
En lugar de asumir que sabe lo que el otro necesita de usted, simplemente, pregunte. Al pregutnar puede obtener un claro pedido de lo que puede hacer sin hacer suposiciones.
6. La pregunta estratégica: ¿Si está diciendo si a esto, a qué le está diciendo no?
La estrategia con frecuencia es decir no a lo que realmente quiere decir si. Se trata de tomar decisiones mirando lo que tiene que ser sacrificado por la elección que hizo.
Las elecciones difíciles son algo que se debe aprender a manejar. Es importante saber lo que realmente involucra una decisión.
Es fácil asumir que ya sabe las respuestas, pero cuando piensa en términos de "a qué debo renunciar al hacer esta elección?", utiliza una perspectiva más aguda.
7. La pregunta para aprender: ¿Qué fue lo más útil y valioso para usted?
Esta pregunta hace que las personas se detengan y reflexionen, esto es muy importante para el proceso de aprendizaje. Las conexiones neuronales no están hechas cuando se le dice a la gente qué hacer o cuando están haciendo algo, se generan durante los procesos de reflexión.
Esta pregunta también da retroalimentación sobre qué estrategias de coaching funcionan y cuáles podrían ser modificadas.
