vendredi 24 novembre 2017

Cuenta, Baila Historias...Transforma en Movimiento. (En busca del ritmo absoluto)

"Nací a la orilla del mar. Mi primera idea del movimiento y de la danza me ha venido seguramente del ritmo de las olas…"
"...A través de la danza transmitiré a los demás mi éxtasis."
"¿El viento? Soy el viento, ¿El mar, la luna? Soy el mar y la luna. ¿Lágrimas, dolor, amor, vuelos de pájaro? Soy todos ellos. Bailo lo que soy. ¿Pecado, oración, vuelo, la luz que nunca existió sobre la tierra ni el mar? Bailo lo que soy." - Isadora Duncan

Pum, pum... hay un ritmo en cada historia. Pum, pum... hay un cuerpo en cada sueño. Y en el aliento, palabra mágica que se las ingenia para significar respiración, vida, espíritu, alma, inspiración, alivio; hay ritmo, hay cuerpo y movimiento.
Los que nos hemos formado como coaches sabemos que nuestras historias viven en el cuerpo; y creo también que no sólo residen allí como manifestación corporal de la creación emocional-lingüística, sino que de igual forma surgen y se transforman en el movimiento.
Como seres lingüísticos y necesitados de sentido, somos cuenta-cuentos por naturaleza. Somos a la vez creadores y prisioneros de nuestras propias narrativas. El poder que convocan las historias es inconmensurable. ¿Qué revelan? ¿Qué indican? ¿Qué se esconde detrás?
Las historias siempre nacen simultáneamente con la emoción y el cuerpo. Una corporalidad muchas veces negada, no manifestada o reconocida. Emoción que la guía y la alimenta; que también la sabe seguir.
Estamos habituados a verlas únicamente en el lenguaje, a conversar prioritariamente con palabras. A menudo, en el coaching, experimentamos con el cuerpo o diseñamos una experiencia que pueda conectar al coachee con algo que subyace a la historia, que ofrezca otra perspectiva, para desde allí generar una nueva interpretación y quizá más tarde una nueva coherencia. Una nueva coherencia que requerirá de recurrencia y cuerpo para perdurar. ¿Es la nueva interpretación la que trae renovada corporalidad? ¿Es desde el cuerpo transformado por alguna experiencia que se genera la interpretación? Ambos, me parece a mí. Ahí, en ese dialogo, es que se crean las historias que nos mueven por la vida. En esa interacción, guiada por las emociones, no existe una relación causa y efecto, no en el sentido lineal de la manera que usualmente lo entendemos.
¿Es la nueva interpretación la que trae renovada corporalidad? 
¿Es desde el cuerpo transformado por alguna experiencia que se genera la interpretación? 
“Aprendemos sintiendo”, leo en el blog de Juan Vera y asiento. Jane Crossley y Fernando Morgado, en su libro “De fantasmas y demonios”, plantean que lo que nos caracteriza como especie no es la razón, ni el lenguaje, ni la biología; la diferencia fundamental con otras especies está en el ámbito emocional. Las emociones son nuestro motor. Nuestra capacidad de expresarlas en el lenguaje y el cuerpo, da pie a las historias que nos abren o cierran posibilidades, que nos llevan a vivir como seres libres o victimas, que nos permite ser artistas en la creación de nuestra propia vida. Y todo esto, en movimiento.
El movimiento precede al lenguaje y la danza es quizá una de las artes más antiguas. En su origen, como expresión espontánea de la vida colectiva, la danza hacia posible participar en el sentido emocional de las sociedades. A medida que las sociedades se tornaron más complejas, la danza se tornó más sistematizada y su carácter espontáneo fue desapareciendo. Por eso hay quienes hoy están convencidos de que no saben bailar…pero es como si dijeran que no saben sentir.
Isadora Duncan, considerada la madre de la danza contemporánea, y conocida también como una de las bailarinas de Nietzsche, por inspirarse en los trabajos de éste para crear su visión de la danza, propone (transgresoramente) un vínculo entre el antiguo origen de la danza y la sociedad contemporánea. Su búsqueda persigue..."aquella danza que pudiera ser la divina expresión del espíritu humano a través del movimiento corporal
A los niños de su escuela les pedía que escucharan la música de sus almas. Contaba que a partir de la primera lección...“el niño más pequeño comprendía que todos sus movimientos y que sus andares mismos poseían una fuerza espiritual que no existe en los movimientos nacidos del ser físico o creados por el cerebro”
Atrevernos a jugar, a ser niños, a recuperar el asombro, es indispensable para nuestros nuevos aprendizajes. Y también lo es no olvidar tampoco que el adulto que somos es un ser constituido en el lenguaje, cuya recursividad crea realidades y le permite modelar su identidad y el mundo en que vivimos, crea ser y por lo tanto es acción. Las historias de los niños pequeños siempre son representadas, actuadas, bailadas. Van descubriendo el mundo de las palabras, y también lo exploran desde su corporalidad. Todavía no han divorciado estos dos aspectos.
Alguna vez escuché a Julio Olalla decir que el punto de encuentro de los dominios, el donde surgen las coherencias, era un misterio. ¿Es el lugar del Alma? ¿Del espíritu humano del que habla Isadora? Yo creo que allí existe un ritmo. El ritmo de cada ser que encaja de alguna forma con el ritmo del cosmos. El Alma tiene ritmo. Y buscamos sintonía entre nuestra universalidad y nuestra singularidad.
Contar cuentos, inventar historias, es un ejercicio que utilizo a menudo con mis coachees. Les pido a veces que las bailen en silencio y luego que las narren mientras bailan. Siempre cambian. Buscan el ritmo de sus historias, que se sintonicen el cuerpo y las palabras. ¿Cómo calzan? ¿Se sienten auténticas? ¿Cambia mi cuerpo? ¿Cambia el cuento? Encuentro en mi cuerpo la palabra y la palabra se transforma en mi cuerpo, en movimiento.
El baile provoca que nos tornemos observadores y actores de nuestra expresividad y actitud, la toma de conciencia de estos aspectos permite ampliar las relaciones que definen nuestra propia realidad. En la expresión corporal, la unidad Pensamiento-Emoción, o sea, nuestra forma de pensar, deja de estar limitada por nuestras opiniones siendo superada por la totalidad de la expresión, y nos permite rearticular lashistorias.
La idea de la existencia de un ritmo absoluto ha sido propuesta en varias manifestaciones de la creación artística; la poesía, las artes visuales, la danza. Ezra Pound, poeta estadounidense, decía que el poeta debía buscar el ritmo que correspondiera a la emoción que quisiera expresar. Expresión singular que surge de una expresión total, que abarca todas las expresiones y está disponible en el alma humana. La escuela de arte de la Bauhaus intentaba redefinir y renovar el concepto de arte y de arquitectura para adecuarlo a los nuevos tiempos y buscaba convertir una sociedad dividida entre lo privado y lo público en una sociedad orgánica a través de la obra de arte total. Despertar el ritmo absoluto de las cosas.
Hace poco, a Mikhail Baryshnikov, uno de los más grandes bailarines de nuestros tiempos, le preguntaron en una entrevista con motivo de su incursión en el teatro sobre su técnica de actuación. No tengo ninguna, respondió, sólo escucho lo que pasa dentro de mí... el ritmo absoluto. Somos predestinados y somos creadores. Somos artistas. Tenemos la llave. Y otra vez concuerdo con Juan Vera, la felicidad se construye y... se baila.
En esta comunidad también construimos nuestras historias…y ahora ¿bailamos?

Fuente: http://translucido.bligoo.com/content/view/112628/Cuenta-Baila-Historias-Transforma-en-Movimiento-En-busca-del-ritmo-absoluto.html#.Wg2f_2XanIc

vendredi 17 novembre 2017

Ansiedad - Christophe André

Cuando hablo de ansiedad, siento benevolencia, gratitud y fraternidad.
Benevolencia, por todos los pacientes ansiosos que he tratado en mi carrera y que siempre me han conmovido y emocionado. Gratitud, porque ellos me han ayudado a trabajarme a mí mismo, a su lado, sobre mi propia ansiedad. Y fraternidad, porque ellos son nuestros hermanos y hermanas en humanidad, solo un poco más frágiles que los demás, pero que sus males se encuentran en todos los seres humanos.
Estoy fascinado con el cerebro ansioso, esa máquina extraordinaria para escanear el entorno en la búsqueda de los problemas y de las preocupaciones potenciales, esa máquina para anticipar constantemente, para hacer crecer y amplificar los obstáculos. La ansiedad, en ciertos aspectos, se parece a una alergia: solo que en lugar de ser alérgico al polen o a las nueces, se es alérgico a la incertidumbre! Tan pronto como alguna cosa no es segura y cierta, uno comienza a preocuparse: todo lo que no está asegurado, blindado y garantizado en un 200% es angustiante; y entonces básicamente, la vida entera se transforma en una fuente de inquietudes.
Y además, lo que hay de conmovedor y de humano en las personas ansiosas, es que ellas saben perfectamente, con frecuencia, que su cerebro agrega, que amplifica, que exagera, que les manipula con la ansiedad; saben perfectamente qué actitud les gustaría adoptar, de cuando en cuando, preocuparse menos...
Pero no preocuparse, para un ansioso, no es posible. Siempre hay un objeto de inquietud o de preocupación en alguna parte de sus vidas o en el vasto mundo!
Afortunadamente podemos progresar. Afortunadamente uno puede poco a poco domesticar la ansiedad. Pero eso no cae del cielo - de un día para otro, porque uno ha comprendido algo, en nuestro pasado o nuestro presente, lo que explicará porqué somos ansiosos. Es más bien una reeducación lenta, una pacificación progresiva de todas nuestras alertas mentales, de nuestro sistema de alarma existencial. Las terapias nos ayudan, por supuesto, sean cuales sean sus mecanismos: terapias cognitivas o comportamentales, psicoanálisis. Pero también la meditación, que nos ayuda a pacificar nuestro cuerpo y nuestro espíritu, que nos enseña a aceptar lo que es sin intranquilizarnos...
Es muy importante la pacificación del cuerpo y de las emociones. Trabajos recientes han confirmado que cuanto mayor es la actividad de nuestro sistema nervioso parasimpático - el que calma-, y mayores nuestros esfuerzos de dar un paso atrás, "razonar" como dicen los no-ansiosos, son eficaces. Calmar el cuerpo para calmar la mente. Es por esto que la relajación ayuda, que el deporte y la actividad física ayudan y que la meditación de plena consciencia ayuda - incluso si esta última nos aporta otros beneficios además que el apaciguamiento emocional.
Un paciente con humor me decía un día que finalmente, para él, era más la plena inconsciencia con la que soñaba para no estar más inquieto. La plena inconsciencia para no ver más sus problemas y los sufrimientos del Mundo. Pero la meditación de plena consciencia es aún mejor. Mejor para continuar viendo las dificultades pero para verlas tal como son, y no como nuestra ansiedad nos las hace imaginar.
Por cierto, y usted, ¿cómo le sucede en su cerebro? ¿Un poco de alergia a la incertidumbre? ¿Una pequeña tendencia a anticipar y amplificar las dificultades?

Fuente: http://psychoactif.blogspot.com.co/2017/11/anxiete.html

vendredi 10 novembre 2017

Cómo la rabia puede ser una energía motivadora - Jill Bolte Taylor

La rabia es solo un grupo de células en su cerebro que están funcionando en un ciclo hostil.
Si usted puede observar su rabia, en lugar de implicarse con su rabia, entonces sale del ciclo y tan pronto hace esto, todo empieza a detenerse poco a poco.
Esto no significa que la rabia sea algo malo, porque ella nos motiva para hacer algo, pero si se queda en el contenedor y envuelto en esa ira, puede atacar, puede hacer cosas de las que luego se arrepienta.
Solo con reconocer “me estoy sintiendo muy enojado con esta situación”, apropiar la rabia como un grupo de células en el interior de mi cerebro, pasará en el transcurso de 90 segundos, y entonces tomaré esto como una energía motivadora para aplicarla en lo que creo que es cierto y usar la energía de esa ira de una manera positiva.

https://www.facebook.com/SuperSoulSunday/videos/1443177239063125/