vendredi 28 décembre 2018

Celebrando todo en mí - Bebe Hansen

Ultimamente, la idea de incluir ha venido a mi percepción en muchas arenas. Tanto es así que ahora es una especie de tema. Me he dado cuenta de una cuestión candente: ¿Qué partes de mi no estoy incluyendo en mi sensación de mi mismo?
Describiendo este proceso con lenguaje amable, comienzo a notar lo fácil que es descartar o apartar aspectos de mi identidad que no favorezco particularmente o no me gusta percibir. Usando un lenguaje más honesto, hay partes de mi que odio, que temo, o de las que me avergüenzo y partes que realmente rechazo. Podemos llamarlas aspectos sombra o partes no adueñadas (ver a Brené Brown para profundizar).
¿Qué se esconde en su sótano?
Cuanto más hago este trabajo entorno a la auto-consciencia y presencia, me doy cuenta de estas estrategias desgastadas y familiares ( y aparentemente exitosas) que he adoptado para rechazar o enterrar esas partes no solamente no sirven, realmente no funcionan.
Estoy dividiendo mi ser sin intención y poniendo cosas que no quiero ver en mi propio sótano. Esas partes de mí parecen fuera de vista, pero realmente están en el exilio, acumulando moho y comenzando a oler un poco... porque no ven la luz del día en mi consciencia. Y algunas veces ellas se filtran revenlándose a ellas mismas en las formas en que algunas veces me presento. Mediante la Constelación sistémica y el trabajo de Judy Wilkins-Smith, aprendí el principio más básico de un sistema es que todo tiene un derecho de pertenencia al sistema (familia, organización, comunidad, nación), y si ese derecho es negado, si cualquier parte es excluída, los patrones y resultados disfuncionales de esas exclusiones se hacen más grandes y más ruidosas, hasta que el sistema es capaz en cierto punto de equilibrarse a sí mismo, para entrar en armonía incluyendo, en cierta forma, eso que, o aquellos quienes, han sido excluídos. 
Podría ir en una dirección de mayor perspectiva en este punto crítico y hablar sobre el entorno, o la política o las disparidades económicas, pero me apegaré a la escala micro de nosotros como humanos. Ofrezco mi experiencia como una reflexión del principio mayor de incluir todas las partes de un sistema y como una forma de provocar su propio pensamiento sobre este tema para sus clientes para usted mismo. 

El Costo de perder piezas para usted y para sus coachees

Cuál es el costo de este hábito de diseccionarme en partes, algunas de las cuales son "aceptables" y algunas de las cuales permanecen encerradas y escondidas (algunas veces incluso de mí misma)? Veo que hay un alto precio a pagar en vida, flujo de energía, creatividad y expresión. Es como si la manguera de la fuerza vital se quedara retorcida dentro de mí, y no solamente las partes enterradas permanecen bloqueadas, sino la energía vital también se queda bloqueada. Y me encuentro a mí misma representando patrones como sobre funcionando entorno al trabajo, reduciendo juego y diversión, y generalmente de mal humor con mis seres queridos.
Otra manera en la que el costo de este hábito puede presentarse es en coaching: cuando mi coachee trae algo a la conversación que se siente incómodo... es ella? ¿soy yo? Algo con lo que el coachee está luchando puede recordarme (incluso inconscientemente) de una parte no adueñada de mi ser. Noto que puedo sentirme a la defensiva de repente o encerrarme o comenzar a señalar al coachee como el problema. Cuando realmente eso puede ser mi propia experiencia no digerida que está sacando a la superficie lo que yo simultáneamente estoy rechazando. 
Y aquí hay otra categoría completa de esas "partes que no serán nombradas"(a la Harry Potter), que también he descubierto: los aspectos de mí que son generosos, constantes, valientes, presentes, capaces de manejar mucha ambigüedad y pena, y continuar avanzando por un mayor bien. Noto que saco esas partes de mi consciencia tan fácilmente, hasta que un amigo o colega o cliente me recuerda que estoy ofreciendo esos dones a ellos en ese momento. Y recuerdo, oh sí, esos también soy yo. 

Dos prácticas para ayudar a reconectar diferentes partes de nosotros mismos.

He estado en algunas prácticas recientes que han sido útiles para recordar y reconectar estas partes dispares de mí misma. Para incluir todo de mí (o tanto como puedo ser consciente en el momento). Aquí hay dos que puede ensayar:
Hacer una pausa y tomar un momento de presencia.
Cuando siento algo surgiendo en mí que no es familiar (o muy familiar pero no deseado), mi práctica es hacer una pausa y tomar un momento de presencia, para sentir en quién o en qué está tratando de ser conocido en cierta forma dentro de mí. He estado interesada en ver mi capacidad creciente de ser testigo de estas distintas partes. Algunas veces es todo lo que es necesario para tener un aumento de energía (liberado de tener que mantener esa parte escondida).
Hacer espacio para todas las voces
Otra práctica ocurre cuando estoy bajo presión, notar en el momento la urgencia de distanciarme de un cierto aspecto de mí misma. Soy consciente de tener un jucio respecto a "ella" como un potencial desviador de la tarea "tan importante" a mano. En lugar de crear distancia, he estado invitando y permitiendo el espacio para esa perte de mí para que en realidad emerja más completamente. Reconocerla con gentileza, compasión y amor. Esto ha sido benéfico para al menos considerar esta visión adicional sobre la situación a la mano. Estoy sorprendida de la sabiduría disponible al dar tiempo al aire a diferentes perspectivas en mi consciencia. Puedo entonces escoger lo que sigue con más consciencia.

Le invito a Cambiar su perspectiva

Este es un cambio de perspectiva: practiquemos dar la bienvenida a estos aspectos escondidos de nosotros, que ahora podemos percibir y estar en contacto. Incluso las partes más persistentes o que generan temor, y especialmente las bellas y talentosas. Podemos mirar su emergencia como una información - como datos - y preguntarnos que podemos ahora hacer con la energía y la vida que se libera - energía que ellos han estado cargando todo el tiempo.
Le invito a tomar tiempo para reflexionar sobre qué partes de sí mismo pueden estar fuera de su consciencia que están anhelando encontrar un hogar en usted. ¿Qué dones están esperando a ser reclamados para tomar el lugar que les corresponde en la mesa? Por el bien de celebrar todo de usted, todo de nosotros, en nuestra totalidad.

Cinco preguntas para comenzar:

  1. ¿Cuál es su relación con aquellas partes de usted que parecen desagradables o que no son bienvenidas en su identidad?
  2. ¿Cómo le gustaría que fuera esta relación?
  3. ¿Qué partes de usted (sombra o don) puede necesitar un hoagar en su interior ahora?
  4. ¿Qué imagina que serían algunos resultados posibles (tanto lo que genere miedo como lo que le anime) de incluir más de usted en su trabajo, su vida?
  5. ¿Cómo puede incluir más de usted para servir a sus coachees?
Las cosas que resistimos en otros tienden a ser las cosas que no hemos resuelto en nosotros mismos. Rasgos específicos que no nos gustan en otros con frecuencia son aquellos que no nos gustan en nosotros mismos. Le estoy invitando a descubrir sus propias partes de sí mismo que puede preferir pretender que no están allí. No es fácil. Sin emabrgo abrirá nuevas puertas a la compasión por sí mismo y por sus clientes. Doug Silsbee

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire