vendredi 18 mai 2018

Seis ideas de la Filosofía Oriental - Libro de la Vida

La filosofía oriantal siempre ha tenido un objetivo similar a la filosofía occidental: la de hacernos más sabios, menos agitados, más reflexivos y más dispuestos a apreciar nuestras vidas. Sin embargo, la manera en la que ha evolucionado ha sido enigmáticamente diferente. En Oriente, la filosofía ha enseñado sus lecciones mediante ceremonias de tomar el té, caminatas en bosques de bambú, contemplación de ríos y sesiones ritualizadas de arreglos floerales. A continuación unas ideas que nos ofrecen la sabiduría distintiva de un continente y enriquecen nuestras nociones de lo que la filosofía podría ser realmente.

UNO: La vida es sufrimiento

La primera y central "noble verdad" del Buda es que la vida se trata inevitablemente de sufrimiento. El Buda continuamente buscó ajustar nuestras expectativas para que supiéramos qué esperar: el sexo nos desilusionaría, la juventud desaparecerá, el dinero no nos ahorrará el dolor. Para el Buda, la persona sabia debería tener cuidado de crecer completamente en casa con el caos común de la existencia. Comprender que estamos viviendo en un muladar. Cuando la bajesa y la malicia asomen sus cabezas, como lo harán, debería ser contra un telón de fondo de esperanza totalmente vencida, así que no existirá la sensación de haber sido decepcionado injustamente y haber sido traicionada nuestra credibilidad. Dicho esto, el Buda, con frecuencia estaba sorprendentemente alegre y generalmente lucía una sonrisa cálida y acogedora. Esto debido a que cualquier cosa agradable, dulce o entretenida que llegó a su camino fue experimentada inmediatamente como un regalo; una adición profundamente gratificante a sus premisas desalentadoras originales. Al mantener el oscuro telón de fondo de la vida siempre en mente, agudizó su apreciación de cualquier cosa que sobresaliera en contra. Nos enseña el arte de la desesperanza alegre.

DOS: Mettā (pali): Benevolencia

Mettā es una palabra que, en el lenguaje Indio del Pali, significa benevolencia, amabilidad o ternura. Es una de las ideas más importantes en el Budismo. El Budismo recomienda un ritual diario de meditación para promover esta actitud - que es conocida como mettā bhāvanā. La meditación comienza con una invitación a pensar muy cuidadosamente cada mañana en un individuo particular con quien uno tiende a irritarse o con quien uno se siente agresivo o frío y - en lugar de sostener los impulsos hostiles normales - ensayar amablemente mensajes como "espero que encuentres paz" o "deseo que seas libre del sufrimiento. Esta práctica puede ser extendida para incluir finalmente a casi todos en la tierra. La suposición de fondo es que nuestros sentimientos hacia las personas no son fijos e inalterables, sino que están abiertos a cambio deliberado y mejora, con el estímulo correcto. La compasión es una habilidad que se puede aprender - y necesitamos dirigirla tanto hacia quienes amamos como hacia quienes estamos tentados a descartar y detestar.

TRES: Guanyin 

Guanyin es una figura femenina santa en el Budismo de Asia Oriental fuertemente asociada con la misericordia, la compasión y la bondad. Ella ocupa un rol similar dentro del Budismo como la Virgen María en el Catolicismo. Hay santuarios y templos dedicados a Guanyin en toda China; uno en la provincia de Hainan, tiene una estatua de 108 metros de ella - es la cuarta estatua más grande del mundo. La popularidad de Guanyin habla de hasta qué punto las necesidades de la niñez permanecen en nosotros. Ella es, en el sentido más noble, "mami". A lo largo de China, los adultos se permiten ser débiles en su presencia. Su mirada tiene un hábito de hacer a las personas llorar - pues el momento en que uno se derrumba no es tanto cuando las cosas son difíciles sino cuando uno finalmente encuentra la bondad y una oportunidad de admitir las penas que uno ha albergado en silencio por tanto tiempo. Guanyin no juzga. Ella comprende que usted está cansado, que ha sido tracionado, que las cosas no son fáciles, que está harto: ella tiene una medida de las dificultades involucradas al tratar de llevar una vida adulta remotamente adecuada. 

CUATRO: Wu Wei (Chino): Sin esfuerzo

Wu Wei es un término chino en el cetro de la filosofía Taoísta. Fue descrito primero en el Tao Te Ching, escrito por el sabio Lao Tzu en el siglo 6o A.C. Wu Wei significa "no hacer un esfuerzo", ir con la corriente, pero en ninguna forma implica pereza o flojera. Sugiere en cambio una rendición intencional de la voluntad basada en un reconocimiento sabio de la necesidad, en ciertos puntos, de acceder a, más que protestar contra, las demandas de la realidad. Como Lao Tzu lo expresa, ser sabio es haber aprendido cómo uno debe algunas veces "rendirse al universo entero". La razón nos permite calcular cuándo nuestros deseos están en conflicto irrevocable con la realidad y entonces nos ofrece a someternos voluntariamente, en lugar de airadamente o amargamente a las necesidades. Podemos ser impotentes para alterar ciertos eventos pero, para Lao Tzu, permanecemos libres para escoger nuestra actitud hacia ellos, y es en una aceptación sin protestas de lo que es realmente necesario que encontramos la serenidad distintiva y la libertad característica de un Taoísta.

CINCO: Bambú como sabiduría

Asia Oriental ha sido llamada la Civilización del Bambú, no simplemente porque el bambú ha sido ampliamente usado en la vida diaria, sino también debido a que sus cualidades simbólicas han sido descritas y celebradas durante cientos de años en la filosofía del Taoísmo. El bambú es, sorprendentemente, clasificado como una hierba en lugar de un árbol, aunque es lo suficientemente alto y fuerte para crear arboledas y bosques. A diferencia de un tronco de árbol, los tallos de bambú son huecos, pero su vacío interior es una fuente de su vigor. Se dobla en las tormentas, algunas veces casi hasta el suelo, pero entonces retoma su forma resilientemente. Debemos, dice Lao Tzu, "llegar a ser como el bambú". El gran pintor de bamboo fue el poeta Taoista, artista y filósofo Zheng Xie de la Dinastía Qing. Se dice que Zheng Xie pintó ochocientas pinturas de bosques de bambú y vió en ellos un modelo perfecto de cómo una persona sabia debía comportarse. Además de una pluma y un dibujo de bambú en tinta, escribió en elegante letra: "Sosténgase en la montaña, arráiguese en un peñasco despedazado, hágase más fuerte después de las tribulaciones y resista el viento desde todas las direcciones." Era un mensaje dirigido al bambú pero referido, por supuesto a todos nosotros.

SEIS: Kintsugi 

Desde el siglo XVI, la filosofía Budista Zen en Japón ha estado viva a la belleza particular y la sabiduría de las cosas que han sido reparadas. Kintsugi es un compuesto de dos ideas: "kin" que significa en Japonéz, dorado y "tsugi" que significa carpintería. En la estética Zen, las piezas rotas de un recipiente roto accidentalmente nunca deberían ser simplemente descartadas, deberían ser cuidadosamente recogidas, ensambladas y entonces unidas con una laca mezclada con polvo de oro exuberante. No debería ser un intento de disfrazar el daño, el punto es dejar las líneas de falla bellas y fuertes. Las venas preciosas de oro están allí para enfatizar que los quiebres tienen un rico mérito propio. Es una idea profundamente conmovedora porque todos somos criaturas rotas de alguna manera. No es vergonzoso necesitar reparación, un cuenco remendado es un símbolo de esperanza de que también nosotros podemos ser ensamblados otra vez y aún ser amados a pesar de nuetros defectos evidentes. 


LIBRO DE LA VIDA
CAPITULO 6. OCIO: FILOSOFIA ORIENTAL

GuardarGuardarGuardarGuardarGuardarGuardarGuardarGuardarGuardarGuardarGuardarGuardar

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire