vendredi 3 mars 2017

Conocimiento vs. Sabiduría - Aboodi Shabi

"Morimos a diario. Lo que sabemos de otras presonas es solamente nuestra memoria de los momentos durante los cuales los conocimos. Y ellos han cambiado desde entonces. Pretender que ellos y nosotros somos los mismos es una convención social útil y conveniente que debe ser rota algunas veces. Debemos también recordar que en cada reunión estamos encontrando a un extraño. - T.S. Eliot

Como muchas personas que conozco, tengo un gran - y creciente- montón de libros por leer, y muchos shows de TV y películas sin mirar en mi portátil y en Netflix. Cuando alguien menciona un libro sobre coaching que no he leído, o que simplemente "debo" leer, o que me gustaría, en lugar de sentir curiosidad por un nuevo libro o estar cómodo con no haberlo leído, me siento presionado a leerlo y quiero correr a sumarlo a mi lista de deseos en Amazon.
Por supuesto, que no soy el único, pero esto genera preguntas sobre cómo una actividad tan placentera como leer se ha convertido en algo más parecido a una tarea rutinaria o un deber.
En lugar de ser algo divertido, aprender se ha convertido en al que que tenemos que alcanzar, adquirir, consumir. El fenómeno de listas de cosas por hacer antes de morir: libros para leer, películas para ver, lugares que visitar, etc., son un ejemplo perfecto de la reducción de experiencias a bienes de consumo y chulear la lista imaginada.
Desde esta perspectiva, aprender se ha convertido más en la acumulación de información que otra cosa.
En su post "El palacio de la información", James Gleick, habla sobre cómo vivimos con una inundación de información. Escribe sobre cómo la definición de información ha cambiado:
Con la era de información, la OED ahora reconoce el almacenamiento de información, la transferencia de información, el procesamiento de información, la recuperación de información, la arquitectura de información, la autopista de la información, más -malas noticias - explosión, vacío, guerra, sobrecarga y fatiga de información. No necesita a la OED para explicar esto último. "Apatía, indiferencia, o agotamiento mental que surge de la exposición a mucha información..."
Esta es una de las grandes sombras de la era de información, la reducción del aprendizaje en adquisición de información. ¿Qué sucedio con el placer de aprender? Horas frente a un solo libro, inmersos profundamente en él, sin darse cuenta del mundo exterior.
No se trata solo de el menguado placer de leer o de ver películas, o incluso el problema de sobrecarga de información. Se trata también de cómo hemos priorizado la adquisición de conocimiento sobre la sabiduría. Uno puede decir que el conocimiento es lo que sabemos - la información, los hechos, los detalles y que la sabiduría es lo que ganamos desde la experiencia, desde la inmersión.
Cuando le damos prioridad al conocimiento, entonces estamos en el territorio de tratar de resolver cosas, o tratar de reunir información para enfrentar nuestros problemas y desafíos, y hacerlo rápidamente, más que permitirnos comprender lo que llega a nosotros. Premiamos a los niños por darnos respuestas correctas, en lugar de premiar sus preguntas y su curiosidad. Decimos cosas como "no venga con problemas, venga con soluciones". Esto pone presión sobre nosotros para llegar con respuestas rápidas, en lugar de reflexionar cuidadosamente y considerar el problema en profundidad.
La sabiduría, por otro lado es algo que no podemos adquirir como un bien de consumo. La sabiduría llega a nosotros desde nuestra experiencia, desde nuestra inmersión en el proceso de aprendizaje en sí mismo, más que desde el foco en el resultado. Viene a nosotros desde nuestros errores, desde la "quemadura". Y toma una vida desarrollarla.
Una de mis distinciones favoritas es entre un experto y un maestro - un experto es alguien que quiere obtener la respuesta tan rápido como sea posible, un maestro es alguien que queire permanecer en el no saber tanto como sea posible.
Por supuesto, hay momentos donde lo que necesitamos en un experto con conocimiento, cuando el carro o el computador se dañan y necesitan reparación, por ejemplo. Pero cuando estamos preocupados con ser un experto o adquirir conocimiento, entonces, perdemos el aprendizaje que está disponible en cada momento, la sabiduría que llega a través de saborear la experiencia.

Reflexiones:

  • ¿Dónde en su vida vive o lidera como un experto?
  • ¿Cómo eso afecta a su equipo, a su organización, a sus relaciones?
  • ¿Cómo puede practicar vivir en "no saber" - lo que los Budistas llaman "mente de principiante"?
  • ¿Cómo su cuerpo se siente cuando está tratando de descubrir soluciones? ¿Cómo se compara eso con cómo se siente cuando es curioso y no está sujeto a un resultado?
  • ¿Cuál sería el beneficio para usted de vivir en la búsqueda de la maestría en lugar de la experticia?

Tomado de: http://us8.campaign-archive2.com/?u=5aeda87b06a132848126e3d18&id=71049decf9

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