La escucha profunda es la clase de escucha que puede ayudar a aliviar el sufrimiento de la otra persona. Puedes llamarla escucha compasiva, escuchas con un único propósito: ayudarle a él o a ella a vaciar su corazón. Y si recuerdas que le estás ayudando a sufrir menos, y entonces, incluso si él dice cosas llenas de percepciones equivocadas, llenas de amargura, aún puedes continuar escuchando con compasión. Porque sabes que al escuchar así, con compasión, le das al otro la oportunidad de sufrir menos. Si quieres ayudarle a corregir su percepción, entonces esperas otro momento, porque de momento sólo escuchas con compasión y le ayudas a él o a ella a sufrir menos. Y una hora como esta puede traer transformación y sanación.
El miedo, la ira y la desesperanza nacen en el terreno de la percepción equivocada. Tenemos percepciones equivocadas respecto a nosotros mismos y a la otra persona, esa es la base para el conflicto, la guerra y la violencia.
Debemos tener la capacidad de decir: queridos amigos, queridas personas, yo sé que sufren mucho. No he comprendido lo suficiente sus dificultades y sufrimientos. No es nuestra intención hacerlos sufrir más. Todo lo contrario. Entonces, por favor, cuéntanos sobre tu sufrimiento, tus dificultades. Estoy deseoso de aprender, de comprender. Comenzar así, con un discurso amoroso, y si eres honesto, si eres real, ellos abrirán su corazón y nos dirán. Entonces practicamos escucha profunda y compasiva. Y durante el proceso de escucha profunda, podemos aprender mucho sobre nuestra propia percepción, y sus percepciones. Esta es la única forma de remover el terrorismo.
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