vendredi 13 octobre 2017

Usar nuestras emociones sanamente: Culpa y Vergüenza -Karen White

El contexto social, cultura e histórico de nuestra existencia

Como emociones importantes, la culpa y la vergüenza no existen en nuestras vidas fuera de un contexto cultural. Como individuos, existimos en contextos sociales y culturales, cada uno de los cuales tiene sus tradiciones históricas únicas. Crecemos dentro de familias y comunidades que hacen parte de una sociedad más amplia, lo que nos brinda un sentido profundo de pertenencia y conexión con otros. Como seres sociales esta es una parte inevitable de nuestra existencia y juega un rol importante en vivir una vida significativa y alegre.
Aunque somos seres autónomos nuestra existencia interdependiente incluye ser parte de la red institucional de nuestras sociedades, con derechos, leyes, reglas y procedimientos explícitos que permiten a una sociedad funcionar. Igual de importantes son con frecuencia costumbres, convenciones y prácticas tácitas que contienen buenas costumbres, valores y creencias, que han surgido de nuestra tradición histórica.
Una manera de pensar sobre las leyes, costumbres, etc. son estándares. Los estándares explícitos e implícitos son importantes pues proveen una forma de gobernanza. Los estándares compartidos pueden estar vinculados con una brújula legal y moral, lo que significa que podemos seguir adelante haciendo y logrando cosas juntos con un mínimo de fricción y desarmonía. Los estándares son de particular importancia cuando miramos las emociones de vergüenza y culpa.
Estamos profundamente moldeados por cómo somos experimentados por otros. Como seres relacionales, ser aceptados por otros importa profundamente. Lo que es interesante es que nuestras experiencias emocionales ocurren dentro de nuestras dinámicas relacionales contra un telón de fondo social, cultural e histórico.

Emociones y lenguaje

Una de las cosas fascinantes sobre las emociones es que abren y cierran posibilidades para nosotros. Cada emoción trae con ella una forma particular de comprender al mundo. ¿Qué son las emociones? Además de ser sentimientos del ser que a menudo se sienten en el cuerpo, son juicios, u opiniones, que hacemos sobre el mundo que usualmente cargan una historia particular que es válida para nosotros en el momento. Esto signidica que el lenguaje y las emociones ocurren simultáneamente.
En Coaching ontológico trabajamos con la interpretación de que las emociones tienen una estructura lingüística de cuatro partes:

  • Algo específico sucedió que puede ser establecido como un hecho real;
  • Tenemos nuestra versión o historia sobre lo que sucedió que p uede o no incluir otros hechos;
  • Dentro de la historia hay uno o más juicios, que podemos fácilmente confundir con ser realidad o verdad, entonces hacer las cosas "reales" para nosotros; y 
  • Hacemos una declaración en silencio sobre cómo responderemos y qué haremos.

Algunas veces el proceso de creación de realidad que es parte de las emociones puede tener un efecto de las emociones que tienen el poder de una ideología, absolutamente convencidos estamos de lo "correcto" de lo que hemos percibido.

Culpa y Vergüenza

Trabajando con la idea de que las emociones pueden ser consideradas como teniendo una estructura lingüística nos da una manera de comprender la naturaleza de la culpa y la vergüenza y cómo podemos examinar nuestras propias experiencias de cada emoción.
Un punto de inicio importante es volver a referirnos a la noción de estándares, que encapsula mucho de lo que fue dicho sobre el contexto social, cultural e histórico de nuestra existencia. Nuestras familias, comunidades y sociedades tienen estándares explícitos e implícitos para cómo deberíamos conducirnos a nosotros mismos, que podemos internalizar sin darnos cuenta.
Los estándares son una parte crucial de la naturaleza lingüística de nuestra existencia, pues aunque no siempre hablados existen dentro de nuestras conversaciones internas. La comprensión compartida que tenemos sobre ellos puede ser articulada en lenguaje y crear una realidad "inter-subjetiva".
¿Qué sucede con nosotros cuando experimentamos culpa? Una interpretación de la culpa es que creemos que hicimos - o no hicimos - algo que deberíamos o no deberíamos haber hecho. Ahora miremos esto a través de la idea de la culpa teniendo una estructura lingüística.
En realidad, hicimos o no hicimos algo, como olvidar recoger a nuestro hijo.
Tenemos una historia sobre las circunstancias de lo que hicimos o no hicimos - "Estaba tan ocupado, tuve tres llamadas de última hora requiriendo decisiones inmediatas y mi cabeza estaba llena de tantas cosas que lo olvidé completamente."
Uno o más juicios sobre nuestro comportamiento en la situación - "Es terrible - qué clase de padre soy que olvidé recoger a mi hijo. Qué efecto va a tener esto en él?" Tendemos a interpretar nuestra acción o falta de acción como no haber cumplido con nuestros propios estándares.
No podemos perdonarnos a nosotros mismos y silenciosamente declaramos que nos castigaremos. En algunas situaciones puede incluir sentirse mal con uno mismo como persona que no tiene valor y no debería ser perdonada. Podemos ser muy duros en nuestra auto-crítica constante. Las experiencias de aprendizaje en nuestra niñez sobre no cumplir ciertos estándares pueden tener un efecto emocional duradero y debilitante.

Con la vergüenza, la interpretación se desarrolla de manera un poco diferente. La diferencia esencial entre vergüenza y culpa ocurre en las partes 3 y 4 de la estructura lingüística. En la parte 3 juzgamos que nuestro comportamiento no ha cumplido los estándares de la comunidad.
El flujo resultante es que evaluamos que nuestra identidad pública ha sido dañada en cierta forma y que somos deficientes a los ojos de otros. Algunas veces las personas hablan sobre nosotros en reuniones y conversaciones, haciéndonos sentir avergonzados en un espacio público. Esto también puede ser una experiencia privada, estamos avergonzados de lo que creemos que otros piensan sobre nosotros.
En la parte 4 silenciosamente hacemos una o dos declaraciones - ya sea declaramos que enfrentaremos el juicio de la comunidad o que nos esconderemos de alguna forma - por ejemplo, sin mirar a los ojos a las personas - y evitaremos enfrentar el juicio de la comunidad. En algunos casos, como olvidar recoger al hijo de la escuela, podemos experimentar culpa y vergüenza.
Mientras que la vergüenza y la culpa tienen valor al ayudarnos a vivir bajo estándares que contribuyen a una "buena" sociedad y nos permite hacer nuestra mejor contribución, pueden tener sus desventajas. Tanto la culpa como la vergüenza puede dejarnos sintiéndonos como que no somos lo suficiente y no merecemos nuestro estatus de ser humano. Pero si miramos a la culpa y la vergüenza como emociones fijas e impermeables no hay salida y podemos quedar atrapados con sentido profundo de inadecuación y deficiencia como ser humano.
Un camino a través de esto es plantearnos preguntas, estar abiertos y curiosos con nosotros mismos, y estar dispuestos a poner a prueba algunos juicios, evaluaciones o suposiciones que podamos sentir que son los santos griales de nuestra vida. Cuestionar si nuestros propios estándares y los estándares de otros son los estándares con los que queremos vivir puede ser crucial. ¿Cuáles estándares apoyan mejor nuestro bienestar y nuestras relaciones y ofrecen mayor elección y libertad? ¿Cuáles son los estándares con los que quiere vivir que usted "posee"?
En lugar de ser una víctima de la culpa y la vergüenza podemos indagar y examinar el lenguaje que acompaña cada emoción y en el proceso comenzar a diseñar una mejor vida emocional para nosotros. Al hacerlo podemos activamente elgir vivir vidas plenas que nos permitan jugar tan grande o tan pequeño como queramos.

Karen White puede ser contactada en: karen@thehumanconnection.co.za
© Newfield Institute

Fuente: http://www.ontologicalcoaching.com.au/html/articles_IR_016.html

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