mardi 1 novembre 2016

¿Por qué mirar los miedos a los ojos y sonreir? - Megan Nicole O'neal

Miedo (sustantivo) - emoción desagradable causada por la creencia o anticipación de que alguien o algo es peligroso, una amenaza o que puede causar dolor.
¿De qué tiene miedo?
Para algunas personas son las alturas. Para otras puede ser miedo a la enfermedad o al fracaso... para mí son las cabras, montar bicicletas y el tiempo.
Se que mirando a mi lista algunos probablemente se rían. Pero eso es lo curioso de los miedos; ellos raramente parecen racionales para los demás. -el triciclo de un hombre es la peor pesadilla para otro. Pero estas diferencias en nuestros miedos nos fuerzan a preguntar, si no todos tienen miedo a las arañas, ¿por qué yo les temo? Y esa, amigos, es la pregunta del millón.
Porque a pesar del hecho que Webster parece implicar nuestros miedos son desagradables o de alguna forma perjudiciales, me gustaría argumentar de otra forma. Voy a explicarlo con un ejemplo.
Me daba miedo ir a los teatros de cine sola. No era que estuviera nerviosa por mi seguridad física, sino que temía que al sentarme sola en el teatro, sería objeto de miradas incómodas de otras personas aficionadas al cine o que de alguna forma disfrutaría menos la experiencia. Entonces la evitaba. A toda costa.  Hasta que por enécima vez, perdí una película que realmente quería ver porque no pude encontrar a alguien que fuera conmigo. Estaba cansada de perder oportunidades.
Así que me puse mi buzo con capucha más grande, escogí la última función y me senté sola - en la parte de atrás- y lloré como un bebé durante toda la película. Y algo mágico sucedió. Me encantó. No salí sintiendo como que había tenido una experiencia inferior. Nadie me molestó o me lanzó palomitas porque no tenía un amigo a mi lado. Y cuando salieron los créditos, una mujer mayor, que también estaba por su cuenta, me tocó en el hombro para compartir sus kleenex conmigo. Fue un momento bonito, e incluso aunque este acto de ver una película sola no requiere habilidad, recuerdo volver a mi auto con una rara sensación de logro. Había enfrentado mi miedo, insignificante, y reclamado cualquier poder que tuviese sobre mí.
Este ejemplo está en un nivel muy pequeño y cotidiano, pero es fácil ver cómo puede ser aplicado a ideas mayores. ¿Teme hablar en público? Si no enfrenta este miedo, nunca tendrá la oportunidad de compartir sus ideas o contribuir para mejorar sus negocios, ciudad o entorno. Para quienes temen volar, si nunca encuentran y experimentan este temor, perderán más de la mitad del mundo. Se siente un patrón aquí. Por cada acción, hay una reacción igual y opuesta - enfrentar sus miedos es lo que construye el puente entre usted mismo y mayores oportunidades.
La próxima vez que encuentre algo que teme, ¿qué tal si en cambio, piensa en ello como en algo bueno? Porque esencialmente, si no está encontrándose con lo que le asusta, no está viviendo realmente. Temer algo, si puede dar un paso atrás y mirarlo con las emociones a un lado, es el mejor indicador de que está allá afuera en el mundo, ensayando nuevas cosas y viviendo en todo su potencial. Este es un logro inmenso, ya sea que conquiste exitosamente esos miedos o no lo haga.
Las personas con frecuencia evitan las cosas que les ponen nerviosas porque a menos de que sienta miedo a ducharse, parece un poco como masoquismo forzarse a enfentar cosas innecesarias que puedan hacerlo tan infeliz. Pero evitar consistentemente estas cosas que nos incomodan nos dejan de pie inmóviles en un mundo que está moviéndose constantemente. No nos mantiene seguros, nos mantiene atrás.
Como el GPS, nuestros miedos son la forma en que nuestra mente nos deja saber que estamos en el límite de nuestra zona de comodidad. Ese pulso acelerado, esa voz en su mente cuestionando, ¿estás seguro que puedes hacer esto? Ese es su viejo yo, que no quiere estar perdido mientras su nuevo yo se aventura en un territorio desconocido que puede ser peligroso. El cambio es a la vez aterrador y estimulante. Pero un pequeño secreto de alguien que ha enfrentado algunos miedos y vivió para contar el cuento: una vez que sale de su red de seguridad, es cuando sucede la magia.
Así que de atención a lo que hace latir su corazón. Y sea lo que sea, vaya tras ello. Porque es verdad que "el coraje no es la ausencia del miedo, es tener miedo, pero actuar a pesar de ello. Aunque mi única crítica con esta frase es que siento que se queda un poco corta. Debe seguir sus miedos, porque cuando su acto de coraje está completo, cuando ha empujado afuera sus miedos y ha ido tras la oportunidad, en ese momento nadie lo detendrá.

Tomado de: http://www.success.com/

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